Una de las detenidas de Celso Míguez: "No preguntes; llevas ese papel... y punto"

La UCO interrogó a los empleados, a los clientes y hasta a los camioneros que transportan la mercancía de la firma

La delegación de Celso Míguez en A Coruña. DP
photo_camera La delegación de Celso Míguez en A Coruña. DP

Los especialistas en la lucha contra el crimen organizado de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra llegaron hasta el fondo del asunto después de analizar toda la documentación presentada por la empresa, pero también tras interrogar a numerosos empleados, clientes e incluso a los transportistas que trabajaban para Celso Míguez y que tenían relación directa con las personas investigadas.

Uno de los testimonios que ya obra en poder el Juzgado de Instrucción 8 de A Coruña, vertido por un camionero, resulta esclarecedor. Ana B.S., una de las máximas responsables de la delegación del gigante de las pinturas en el polígono industrial de Pocomaco, le decía: "Tú no preguntes; tú llevas ese papel... y punto". Esa fue la respuesta de la citada mujer, una de las expulsadas de la firma y detenida, cuando el transportista le preguntaba porqué cargaban en su vehículo una mercancía que para nada se correspondía con el número que figuraba en sus presupuestos.

El camionero, que indicaba que con ese método podría tener problemas ante un posible control de carreteras de la Guardia Civil de Tráfico, recibía como respuesta, además, que "así se hizo otras veces y no pasó nada".

CUENTAS 'HACKEADAS'. Los investigados Francisco E. y Alberto V. , además, están siendo investigados por un supuesto acceso fraudulento a los correos electrónicos internos de la empresa Celso Míguez . El primero de ellos, supuestamente, accedió tiempo después de haber sido despedido al correo interno de la sociedad, concretamente a los mensajes que reciben las tiendas de la zona de A Coruña.

En cuanto al segundo, los informes judiciales indican que cuando aún trabajaba para la empresa de pinturas de Pontevedra habría estado espiando a su administrador a través del visionado de sus correos electrónicos, un hecho que habría sido reconocido por el exdelegado en A Coruña, que posteriormente acabaría siendo detenido.

La información obtenida a través de estas intrusiones electrónicas, que fueron detectadas por la empresa que gestiona los mails de Celso Míguez, habría sido trasladada a la nueva empresa para la que trabajan los citados investigados, de ahí la presunta comisión de un delito de revelación y descubrimiento de secretos.

La Guardia Civil también sospecha que ambos utilizan en la actualidad la base de datos de la empresa e intentan captar a la clientela de Celso Míguez para derivarla a su competencia.

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