"Ha sido como encontrar una aguja en un pajar". Así lo resume Juan Antonio Ojeda, jefe de la sección Heroína de la Brigada Central de Estupefacientes, al explicar los detalles de la detención de tres gallegos que cruzaron la Península de Norte a Sur para recibir 27 kilos de heroína de manos de Adnan T., un importante narcotraficante turco afincado desde hace años en la Costa del Sol.
La Brigada Central de Estupefacientes llevaba varios meses siguiendo muy de cerca cada movimiento en relación al otomano, que disponía de una empresa dedicada al transporte por carretera que perfectamente podría servirle de tapadera para la distribución de las sustancias estupefacientes, bien desde Holanda, bien directamente desde Turquía. Para vigilarle de cerca, el equipo de Ojeda contó con la colaboración directa de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado de la Comisaría de Sevilla, que participó activamente en las labores de seguimiento del principal investigado.
La sorpresa de los agentes llegó cuando, en el marco de esas vigilancias, se percataron de que Adnan T. establecía contacto con dos gallegos. Una de las caras que estaban viendo los investigadores les resultaba muy conocida. Se trataba de Óscar L.P., presunto líder de la rama procedente del Noroeste peninsular y hermano de otro narcotraficante que ya fue detenido en su día por idéntico delito por la Brigada Central.
Sin darles tiempo para que cargasen la droga en una furgoneta que acababan de alquilar en la zona de A Coruña, los policías se echaron encima de los sospechosos, decomisando dos mochilas de deporte que contenían decenas de ladrillos de Brown Sugar cuyo destino era, inequívocamente, el mercado ilícito de Galicia, y tal vez también el del Norte de Portugal.
En el mismo operativo fue arrestado un tercer gallego al volante de una segunda furgoneta, también de alquiler, que iba a hacer de lanzadera en el retorno hacia el Norte para advertir a sus cómplices de cualquier seguimiento por parte de las autoridades.
El turco decidió cooperar durante el registro de su domicilio marbellí, donde se hallaron 45.000 euros en efectivo
Los tres gallegos se habían hospedado en un hotel de Fuengirola. Investigaciones posteriores a los arrestos determinaron que iban a dirigirse inmediatamente hacia su lugar de origen, dado que tenían la fecha de entrega de los automóviles alquilados para ese mismo día.
En cuanto al turco, optó por reconocer los hechos desde el primer momento. Conocido por tener una amplia cartera de clientes tanto en la zona de Dos Hermanas (Sevilla) como en Galicia, decidió cooperar con la Policía en el registro de su domicilio marbellí, indicándole dónde ocultaba el dinero. La Policía le incautó 45.000 euros en efectivo.
El operativo viene a demostrar una vez más la pujanza de quienes se dedican a suministrar heroína a los principales mercados, que siguen siendo Madrid, Sevilla, Portugal y Galicia.
