Los vecinos de Fonte do Curro, en Barro (un enclave muy cercano al polígono industrial de Barro-Meis) se sorprendieron miércoles ante un gran despliegue de agentes de paisano que, con vehículos camuflados, accedían a la vivienda del más conocido narcotraficante de la zona. La detención de Manuel Silva Vila era la guinda de la 'operación Regreso', un trabajo conjunto del Grupo II de la Udyco, el Edoa de Pontevedra y la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera que comenzó a fraguarse en la primavera pasada y que concluyó este jueves con el arresto del histórico narcotraficante y el registro de su domicilio.
Silva Vila era una de las personas que negociaba la adquisición de importantes cantidades de hachís para su posterior venta a clientes de todo el Noroeste Peninsular. En este caso, su arresto está vinculado a un alijo de 35,8 kilos de droga que fueron incautados en el mes de abril en la localidad lucense de Viveiro. La mercancía estaba destinada a Asturias, pero los investigadores decidieron que no pasase de A Mariña, ni la droga ni su correo, un vecino de Sanxenxo. Las autoridades decidieron no dar cuenta del alijo hasta hoy con la intención de atrapar a uno de los financiadores de la operación, el citado Silva Vila.
Tirando del hilo, los investigadores de los tres grupos policiales lograron llegar hasta dos grandes plantaciones de marihuana ubicadas en Rianxo y en Verín con capacidad para producir más de 1.000 kilos de cannabis al año (y abastecer a centenares de consumidores).
El mismo operativo incluyó la desarticulación de otra rama criminal que trabajaba con heroína. Dos súbditos turcos con pasaporte holandés fueron arrestados. Personas de Europa del Este, albaneses incluidos, están también vinculados a este triple alijo.
