Detienen a un ladrón de bicicletas que acababa de asaltar doce trasteros

Un joven de 20 años, muy conocido en los ambientes policiales por su afición a apropiarse de las bicicletas de los demás, está de nuevo en las calles de Pontevedra, solo unas horas después de ser detenido en el marco de una operación conjunta desarrollada por investigadores de las policías Local y Nacional.

Una vecina de un inmueble de la travesía de A Eiriña, en la zona Este de la ciudad, dio la voz de alarma al escuchar fuertes ruidos procedentes de la zona de los garajes del edificio. Los hechos, que ocurrieron el pasado fin de semana, fueron investigados de inmediato por los agentes de la Policía Municipal que se encontraban en las inmediaciones. Con solo entrar en el estacionamiento comunitario con cierta precaución se percataron de la presencia del sospechoso, al que cazaron in fraganti con una bicicleta que acababa de sustraer en las manos. Los funcionarios policiales procedieron a la identificación del joven de manera inmediata, manteniéndole retenido hasta que realizaron la inspección ocular del garaje. Tras echar un vistazo a las puertas de los trasteros, los agentes comprobaron que doce de ellas presentaban signos de haber sido forzadas. Ello fue suficiente para que procediesen a la detención del presunto autor de los hechos.

DECLARACIONES. Acto seguido, los agentes de la Policía Local se entrevistaron con los propietarios de todos los trasteros que habían sido asaltados, supuestamente, por el detenido, informándoles de los pasos a seguir para denunciar los hechos y depurar responsabilidades.

Fue en esa fase del proceso cuando intervinieron los investigadores de la Policía Nacional de Pontevedra, que, además de recibir al detenido de manos de la Policía Local, continuaron con las pesquisas. La Brigada Provincial de Policía Científica tomó huellas en los trasteros y todos los afectados prestaron declaración en las dependencias de Joaquín Costa.

La Policía devolvió a sus legítimos propietarios la bicicleta, único objeto de valor que había sustraído (tasada en unos 2.800 euros), al tiempo que el juzgado decretaba la puesta en libertad con cargos del arrestado.