Después de más de una semana de vigilancia policial en las calles de Pontevedra para instar a la población a que cumpla con las medidas de confinamiento impuestas por el decretazo del estado de alarma, puede decirse que el grado de cumplimiento de las mismas es más que aceptable. Así lo indican los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la Policía Local y de la Brigada Galicia VII (Brilat), encargados de velar porque las medidas restrictivas, en especial las que tienen que ver con la movilidad de las personas, se cumplan a rajatabla en todo el término municipal.
Ello no es óbice para que, en cualquier caso, aflore la picaresca tan típica de los ciudadanos, ya no solo pontevedreses sino de toda España, que buscan resquicios entre el articulado del Boletín Oficial del Estado en el que se detallan las opciones legales de deambulación en busca de una bocanada de aire fresco, en algunos casos, o de la realización de ejercicio físico, aunque sea ligero, en otros.
Así, los agentes se han encontrado casos de lo más sorprendente. Uno de los que llamó la atención, por lo curioso, fue la presencia de un varón, vestido de chándal y zapatillas deportivas, en las inmediaciones del a urbanización de Monte Porreiro. Al ser preguntado por los funcionarios de la Comisaría sobre el motivo de su visita a un punto tan lejano a su domicilio (en el centro de la ciudad), indicó que iba a comprar el pan. Su intención era, evidentemente, aprovecharse de la normativa que permite salir para adquirir suministro para hacer una ruta de varios kilómetros a paso ligero, o tal vez algo más, por esa zona de la ciudad.
Los parques públicos de A Xunqueira también están siendo objeto de especial atención por parte de las autoridades. En ellos, entre otras situaciones que no encajaban con el relato de sus protagonistas, destacó un vecino cuyo domicilio se encuentra en el barrio de Mollavao que se hallaba dando un paseo a su perro en la otra punta de la Boa Vila.
Otras personas que están provocando que la Policía interponga denuncias y, en algún caso, practique detenciones, son las que carecen de un hogar, que deambulan por el centro sin rumbo fijo y que rechazan, según fuentes de la Comisaría, las opciones que se les ofrecen: las instalaciones de Raíña da Paz o el albergue de Monte Porreiro. También generan actividad quienes se dirigen a O Vao en busca de una dosis, que siguen precisando en estos tiempos.
En otros puntos de la comarca se registraron incidencias similares. En Vilagarcía, donde la Policía Local aumentó los controles, se detectaron muchos casos de varias parejas en vehículos con el pretexto de ir a la compra, algo que prohíbe expresamente el decretazo.
EN LA CALLE
La Policía Nacional socorre a un ciudadano ebrio que cayó sobre la vía pública en la calle Oliva
Agentes de la Policía Nacional que se hallaban en las calles de la Boa Vila efectuando labores de prevención de la delincuencia atendieron a un individuo que cayó sobre el asfalto en plena calle Oliva. Los agentes, que al mismo tiempo instaban a los ciudadanos a cumplir con las restricciones de circulación, le ofrecieron ayuda inmediata.
Trasladan a un centro sanitario a una persona que se encontraba mal en la plaza del Hospital
Varias dotaciones de la Comisaría Provincial de Pontevedra y efectivos del 061 atendieron a una persona que parecía indispuesta en las inmediaciones del Hospital Provincial. Los agentes procedieron a su identificación y los servicios sanitarios se ocuparon de revisar su estado de salud.
