Campolongo no se quedó sin fiestas. Los vecinos, que deberían estar celebrando durante este puente el día de su patrón, recurrieron al ingenio para animar la jornada San José. Así, de un improvisado "Hola don Pepito", "Hola don José", que se escuchó a las 19.00 horas en algunos de los ventanales de la ciudad, a la colocación de luces de colores en las ventanas, el vecindario confinado improvisó su particular fiesta en el sexto día de cuarentena.
La Comisión de Fiestas del barrio se unió a la iniciativa con un directo a través de Facebook para representar una verbena. "Recibimos pola mañá a mensaxe de algún que propuxo encender as luces de Nadal nas ventás e pareceunos unha boa idea, así que para unirnos decidimos representar unha pequena festa polas redes, explicaba este jueves el miembro de la comisión, Alberto Rodríguez.
LOS PADRES. Tartas caseras, regalos hechos a mano y videollamadas, muchas videollamadas. En esos tres pilares se basó un Día del Padre atípico, en el que muchas personas aprovecharon para recordar lo mucho que querían a sus progenitores a través de las redes sociales.
"Hemos vendido poca cosa, pero también nos han mandado menos pastelería y más pan, que es lo que más compra la gente estos días", cuenta una dependienta de una de las panaderías Acuña de la ciudad. Los hijos e hijas son previsores y no salen a la calle ni a por postres, si eso, las hacen ellos mismos. El ingenio fue la baza que usó la mayoría para agasajar a sus padres en el día de San José, de modo que los trabajos manuales hechos con materiales reciclados que hay por casa fueron el regalo estrella este año. Muchos no pudieron ni entregar ese detalle a su padre y, en lugar de visitas a papá, hubo videollamadas para felicitarlo desde la distancia.
Fue así como unas de las hijas del diputado nacionalista Luís Bará felicitó a su padre, que pasó el día en casa, aprovechando para ponerse al día en diferentes lecturas pendientes y practicando algo de deporte. "Ela vive en Pontevedra pero non con nós e chamoume para felicitarme", cuenta el diputado, que explica que habló también con su madre. "É unha persoa maior que leva estes días con preocupación", explicaba este viernes el nacionalista.
El que también tuvo que echar mano de las nuevas tecnologías para hablar con su hijo fue Rafa Domínguez, que pasó el Día del Padre en el hospital, en una guardia de 24 horas en el servicio de urgencias. Así, se pasó la jornada del viernes entre mascarillas y poniéndose y quitándose el EPI (equipo de protección individual) para atender los posibles casos de Covid 19. "Hice una videollamada por la mañana y a la hora de la cena tengo previsto hacer otra, si tengo un hueco", explicaba el portavoz del PP en Pontevedra y doctor en el Hospital Miguel Domínguez, ya acostumbrado a perderse alguna cita importante por las guardias.
El edil socialista Iván Puentes también celebró con sus hijos la fecha sin saltarse la cuarentena. Los pequeños le hicieron unas tortitas con chocolate y fruta para felicitarlo.
El que tuvo que cocinar fue Ángel (el marido de la edil socialista Yoya Blanco) que hizo una tarta de la abuela para celebrar el día de San José.
Por su parte, Paloma Castro y sus hijas improvisaron un regalo hecho a mano "porque no fuimos previsoras y ahora todas las tiendas están cerradas". una postal recordándole a papá lo mucho que lo quieren fue el regalo de Celia y Catalina a su padre.
Rafael Cuíña, exalcalde de Lalín, recordó también a su padre, José Cuíña, en las redes con una fotografía antigua.
Muchos más expresaron el amor por sus progenitores en las redes, a los que no podían abrazar por respetar una cuarentena que deja, como mínimo, una celebración pendiente.
