Los universitarios piden que les dejen acceder a los comedores de la UVigo

La institución consulta a la Xunta sobre la posibilidad de abrir estos espacios a toda la comunidad educativa
Imagen del comedor de Ciencias Sociais con mesas clausuradas. GONZALO GARCÍA
photo_camera Imagen del comedor de Ciencias Sociais con mesas clausuradas. GONZALO GARCÍA

"Por lo menos hoy hace sol", dice Alberto, un joven estudiante de Publicidade que come un bocadillo en un banco a las puertas de la facultad en el campus de Pontevedra. "La semana pasada llovía y como nos cerraron el comedor tuvimos que comer en el pasillo, y eso que está prohibido", añade.

El comedor de Ciencias Sociais abrió este jueves de nuevo las puertas a los alumnos. Parte de las mesas y sillas permanecen clausuradas como medida anticovid, pero al menos "los que venimos de fuera podemos comer aquí", cuenta una joven de Cangas que también cursa Publicidade. En diagonal, respetando la distancia de dos metros, una compañera de clase, procedente de Meaño, explica que la semana pasada "estuvimos con bocadillos todos los días porque no podíamos pasar al comedor". "Si no nos dejan entrar aquí, no podemos ir a casa de amigos porque no están permitidas las reuniones entre no convivientes y las cafeterías están cerradas, ¿dónde pretenden que comamos?", apuntan ambas jóvenes.

La situación, que parecía solucionada, se reproduce en distintos comedores de la UVigo. Así, alumnos de la Escola de Enxeñería Industrial del campus de Vigo se dirigieron a la dirección del centro para solicitar su apoyo y poder usar el comedor.

La prohibición de utilizar estos espacios a los universitarios está enmarcada en las restricciones establecidas por la Xunta para frenar la pandemia de covid-19, que solo permite su uso a los trabajadores. Así, los profesores pueden pasar a comer, pero los alumnos no. "Nos dijeron que se considera un centro de trabajo con comedores solo para los empleados", explicó a este periódico una joven marinense alumna de Industriais. "Estamos en un monte a 500 metros de altura, aislados de todo", relató la alumna del CUVI.

Si no nos dejan usar los comedores, ni comer en los pasillos, ni podemos ir a casa de amigos... ¿Dónde pretenden que comamos?

La estudiante y sus compañeros también explicaron que sí les estaba permitido "adquirir bocadillos" en la cafetería de la universidad, "pero la normativa nos prohíbe comer dentro", añadió. "Vivo en Marín, tengo esto a 48 km de mi casa. La gente que vive en Vigo tarda media hora por lo menos en llegar a la suya. No llegamos a tiempo a las clases". 

Ante las quejas, y según el relato de los propios alumnos de las facultades de Telecomunicacións e Industriais, la delegación de alumnos de esta última solicitó a la dirección de la escuela "que reclame a la Xunta que hagan una excepción con nosotros"."Además, en los autobuses se permite el aforo al 100%. Yo puedo ir con alguien en el autobús pegado y aquí no puedo comer. No tiene sentido", añadió.

La situación contrasta con la que se vive en la cafetería de Forestais, donde la actividad ha seguido "exactamente igual" y sus responsables cuentan que despachan entre 25 y 30 menús diarios entre el alumnado. "Solo faltaría que nos prohibiesen dar comidas a los alumnos. Aquí no vienen a comer profesores", manifestaron.

Fuentes de la Universidade de Vigo reconocieron que existe confusión en torno a este asunto y confirmaron que se ha solicitado a la Xunta más flexibilidad en las restricciones que afectan a las cafeterías y comedores de los tres campus para que se extienda su uso a toda la comunidad educativa, aunque evitaron hacer valoraciones acerca de la polémica suscitada entre el alumnado.

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