La Policía Nacional detuvo en la madrugada del martes al miércoles a un vecino de Pontevedra de 28 años como autor de una serie de robos perpetrados en el interior del Hospital Provincial y que él mismo reconoció.
El joven indicó que se había colado en las instalaciones saltando el muro anexo a la caseta de donaciones y, una vez dentro, se puso una bata de enfermero para recorrer las instalaciones sin despertar sospechas.
Aunque según los trabajadores, los robos en el interior del Provincial "nunca dejaron de existir", lo cierto es que en las últimas dos semanas se había percibido un repunte, sobre todo en las zonas de las taquillas.
Concretamente, los cacos se habían apoderado de prendas de ropa y de cualquier objeto de valor que tuviesen a su alcance, especialmente dinero. "Es curioso pero podían haberse llevado llaves de casa y de coches, pero esas las dejaban. Se ve que les interaba algo que pudieran colocar en el mercado negro con facilidad y rapidez", explica un afectado.
De hecho, el pasado fin de semana se produjo el robo de una bicicleta de gran valor, perteneciente a un jefe de servicio, que había dejado perfectamente asegurada frente al hospital. Cuando regresó, se encontró con que se la habían sustraído, tras reventar la cadena antirrobo.
Empleadas de la limpieza alertaron a un guardia jurado de la presencia de madrugada de un joven que vestía ropa de calle por debajo de la bata blanca
Ante este panorama, todo el personal del centro estaba alerta ante cualquier presencia extraña. Así fue cómo, pasadas las cinco de la madrugada del miércoles, las empleadas de la limpieza se extrañaron al cruzarse con un joven enfermero que vestía ropa de calle por debajo de su bata blanca, algo totalmente inusual.
Explicaron la situación al guardia jurado y, con ayuda del personal sanitario que estaba de guardia, consiguieron entre todos dar con el invasor. "Apenas se inmutó al verse descubierto", subraya una trabajadora.
VESTÍA EL BOTÍN. Debajo de la bata, el sospechoso vestía dos cazadoras y se da la casualidad de que una de ellas era la que había sido sustraída la pasada semana a un celador allí presente. Aunque el presunto ladrón quiso devolvérsela, el trabajador ya no la quiso.
A los pocos minutos se personaron dos patrullas de la Policía Nacional que identificaron de inmediato al joven, pues recientemente lo habían detenido por colarse en el Hospital Miguel Domínguez con el mismo modus operandi.
Al ser preguntado por el origen de la bata, el delincuente reveló que la había cogido de una furgoneta del ADO. Cuando fue conminado a vaciar la mochila que portaba, se localizaron varios objetos que pertenecían a trabajadores del hospital o que formaban parte del material sanitario.
La Policía Nacional comprobó que el joven es toxicómano y que había estado en Montecelo esa misma tarde.
