La Policía Local disolvió este fin de semana un botellón en Pontevedra. Y lo hizo tras las llamadas de alerta de los vecinos, que advirtieron a las autoridades sobre la aglomeración de jóvenes bebiendo alcohol en la calle Pintor Urbano Lugrís, en el entorno del instituto Torrente Ballester, en la noche del viernes al sábado. A su llegada, los agentes identificaron a diez personas, que fueron denunciadas.
Fuentes del cuerpo aseguran que la propuesta de sanción para estos jóvenes será doble. En primer lugar por consumir alcohol en la vía pública, una práctica que prohíbe la normativa municipal, y, en segundo lugar, por no llevar mascarilla. En este último caso, la multa que establece la Xunta por no utilizar estos elementos de protección para evitar contagios de coronavirus asciende a 100 euros.
HOSTELERÍA. La labor de la Policía Local durante el fin de semana se completó con la denuncia a tres locales de la zona vieja por incumplir las restricciones sanitarias. En uno de los negocios de hostelería, los agentes detectaron la celebración de una fiesta privada en la que los invitados no llevaban mascarillas ni otras medidas de protección. Según informó este lunes la portavoz accidental del Concello, Carme da Silva, el evento estaba relacionado con la celebración de "aniversarios".
El segundo establecimiento fue denunciado por estar abierto fuera del horario permitido, que no puede ser más allá de la una de la madrugada. Además, según las medidas de la Consellería de Sanidade, los negocios del sector de la hostelería y la restauración no pueden permitir el acceso a ningún nuevo cliente a partir de las doce de la noche.
La tercera infracción notificada por la Policía Local en el casco histórico afecta a un negocio que, estando fuera de hora, tenía a personas en su interior realizando consumiciones.
Da Silva, que confirmó que estas denuncias han sido trasladadas a la Xunta y a la Subdelegación del Gobierno, realizó un llamamiento a la "responsabilidade" ciudadana para cumplir las normas establecidas "porque a situación epidemiolóxica en Pontevedra é moi mala".
