Las inmensas dificultades que ya atraviesan los autónomos de toda España a raíz del decretazo posterior a la declaración del estado de alarma son una realidad palpable. Un ejemplo claro de ello es el sector de la peluquería, que en un primer momento había sido incluido entre los esenciales por el Gobierno pero que, tras las protestas de algunos sectores, acabó reducido a la posibilidad de trabajar a domicilio y con ciertas restricciones, como la de solo lavar y cortar y la de atender preferentemente a personas dependientes, mayores o discapacitados.
Con esas premisas, uno de los pontevedreses que se atrevió a dar el paso y cambiar su habitual centro de trabajo de la calle ha sido Fernando, propietario de la peluquería Acqua Homes, con 13 años de vida en la calle Mariscal Pardo de Cela. A un paso del Camiño Portugués a Santiago de Compostela, su negocio parecía hallar un nuevo impulso con la inauguración de la reforma urbana en el barrio, eliminando el tráfico rodado, con el incremento de peatones por la zona que eso acarreó. Sin embargo, casi sin tiempo para disfrutarlo, le tocó cerrar la persiana y, como al resto de pequeños negocios de la ciudad, empezar a rezar para intentar mantenerse a flote. Cuando han pasado ya cinco semanas desde el inicio del estado de alarma, esperan recibir estos días las primeras ayudas del Gobierno. "Los domicilios me dan para sacarme 60 euros a la semana e ir a la compra", declara Fernando, que explica que "en las dos semanas anteriores apenas tuve clientes, pero con la vuelta de las actividades no esenciales parece que se mueve algo más". Atiende con cita en el 886214590.
Los autónomos cuentan con una línea de ayudas directas que debería comenzar a entrar en sus cuentas corrientes a lo largo de esta semana, aunque aún se hallan a la espera. Con importes de entre 500 y algo más de 1.000 al mes, servirán de ayuda para la subsistencia personal de todos ellos, pero no son suficientes para mantener sus negocios. En el caso de Fernando, ha conseguido que el dueño del local en el que se halla su peluquería le perdone el pago del alquiler, algo que no sucede con la cuota de autónomos, que simplemente se aplaza.
Otro problema que tienen que encarar son los préstamos hipotecarios que tienen la mayor parte de los autónomos. La entidades bancarias exigen numerosos requisitos para su congelación, que resulta imprescindible cuando los negocios carecen de ingresos.
