Playas y parques vacíos, columpios sin niños, paseos sin gente que los recorra. Es el panorama extraordinario de un domingo de marzo con la población cuarentena. Las imágenes que dejó el día 15 del confinamiento contrastan con las de cualquier otro festivo soleado en las Rías Baixas.
Solo en algunas fincas privadas del rural de Pontevedra y su entorno se pudo ver actividad, la de algunos vecinos trabajando en sus huertos, arreglando cierres o adecentando el jardín. En el centro, las plazas desangeladas, sin terrazas ni más movimiento que el de algunas aves buscando comida.
Una vez más, las fuerzas de seguridad realizaron controles para asegurar que la ciudadanía mantiene el confinamiento. Así, hubo un dispositivo en A Barca durante todo el día.
A las ocho de la tarde volvieron a sonar los aplausos por todas las calles de Pontevedra en homenaje a los profesionales de la sanidad que batallan desde primera línea contra el coronavirus.
DESINFECCIÓN. Las patrullas de la Brilat procedieron este domingo a la desinfección de dos residencias de mayores ubicadas en Vilaboa y Bembrive (Vigo).
Los militares también se desplegaron en otras localidades pontevedresas como Marín, Sanxenxo o A Estrada; además de otros puntos de Galicia, Asturias y Castilla y León,donde realizaron misiones de presencia y reconocimiento.
Aplausos al personal del Provincial
A las ocho de la tarde volvieron a sonar los aplausos en las ciudades. En las inmediaciones del Hospital Provincial de Pontevedra volvieron a sonar con fuerza en agradecimiento al esfuerzo del personal sanitario. Enfermeras, médicas y auxiliares no dudaron en salir a la puerta para agradecer a su vez el apoyo a la ciudadanía que cada tarde se asoma a los balcones. [Foto: JAVIER CERVERA-MERCADILLO]
Playas vacías
Tras un fin de semana de temperaturas primaverales y cielos despejados, habría sido habitual encontrarnos con las primeras fotos de personas paseando por las playas, tomando los primeros rayos de sol, aunque fuese vestidos. Sin embargo, la cuarentena establecida durante el estado de alarma dejó ayer arenales completamente vacíos. Los parques infantiles permanecen precintados, y lo mismo los entornos naturales como A Illa das Esculturas a la espera de que termine la crisis sanitaria. [Foto: GONZALO GARCÍA]
Actividad en el rural
Donde sí se pudo ver algo de actividad durante el día de ayer fue en el entorno rural de Pontevedra. En el campo algunos vecinos aprovecharon el día soleado para realizar labores de mantenimiento de sus viviendas o fincas privadas, realizar tareas en sus huertos o adecentar jardines. [Foto: JAVIER CERVERA-MERCADILLO]
Esperando un taxi
Efectivos policiales acudieron al entorno de la estación donde un hombre cogió una silla y se sentó a esperar un taxi en un paso de peatones, asegurando que llevaba hora y media aguardando. Le instaron a deponer su actitud y respetar el confinamiento. [Foto: JAVIER CERVERA-MERCADILLO]
Control en A Barca
El puente de A Barca acogió ayer uno de los controles de la Policía Nacional a la entrada de Pontevedra. El objetivo es garantizar que la ciudadanía cumple con el confinamiento y solo sale en los casos permitidos, como para ir a trabajar. [Foto: JAVIER CERVERA-MERCADILLO]