Dos meses que se quedaron en uno

La irrupción del coronavirus ha trastocado el mundo conocido, desde la economía hasta la salud, pasando por los hábitos sociales. Nuestras rutinas también han dado un vuelco radical, con nuevas actitudes, restricciones nunca antes vividas y situaciones impuestas en aras del bien común. Y entre todo ello, un mes de abril que no existió
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Se lo dijo Sabina a Évole en su última entrevista: "Ya sé quién me ha robado el mes de abril, el cabrón del coronavirus". Y es que la canción que escribió el de Úbeda en 1988 ha cobrado una vigencia absoluta por culpa de una pandemia que durante casi dos meses ha recluido a más de la mitad de la población mundial.

En España, las primeras restricciones oficiales llegaron con la declaración del estado de alarma, el 14 de marzo. Unas duras condiciones que se suavizaron a principios de este mes de mayo con la inventada desescalada (palabra desconocida para la RAE). Entre uno y otro punto, un mes de abril que, como ya premonizaba el cantautor del bombín, nos ha sido robado. "¿Cómo pudo sucederme a mí?".

De lo que no cabe duda es que la Covid-19 ha marcado un antes y un después en nuestras rutinas. Todo comenzó con un saqueo desmedido en los supermercados de papel higiénico (muchos aún se preguntan hoy en día para qué) y continuó con un confinamiento que aún se mantiene; mucho más laxo, también es cierto.

Los contados ciudadanos que podían salir a la calle por cuestiones laborales reconocen el sobrecogimiento que les provocó ver las calles totalmente vacías, inertes, silenciosas... Una estampa totalmente histórica.

Atrás quedan los controles policiales, las escapadas con el perro, el confinamiento... Llegan los hábitos sociales donde impere la sensatez

Mientras, en los hogares, los juegos tradicionales, los challenge virales en forma de vídeo y la repostería reforzaban unos vínculos familiares que llegaban al culmen con la salida diaria al balcón para fundirse con sus vecinos en un sonoro aplauso de agradecimiento a los sanitarios por su encomiable esfuerzo; pero también a todos aquellos que hacían posible que el mundo no se llegara a parar del todo. Un gesto solidario que este domingo expiró.

Con la entrada en vigor de las fases de la también inventada nueva normalidad han quedado atrás los controles policiales para vigilar la movilidad, el teletrabajo, la elaboración compulsiva de mascarillas domésticas... Se imponen, ahora, las salidas controladas a la calle, el disfrute responsable del ocio, el afecto limitado a los seres queridos...

RAFA RECONOCIMIENTO CON APLAUSOS A SANITARIOS Y AGRADECIMIENTO DE ESTOS EN EL HOSPITAL PROVINCIALAgradecimiento | Aplausos desde los balcones 
Prácticamente desde el primer día del estado de alarma, balcones y ventanas se convirtieron en aplausódromos para agradecer el esfuerzo de, principalmente, los sanitarios pero también de todos aquellos que debían seguir al pie del cañón para que el mundo no frenase en seco. Un reconocimiento espontáneo que en las últimas jornadas se ha ido amortiguando.
RAFA CONFECCION DE MASCARILLAS EN CONFECCIONES STORY MONTE PORREIROSolidaridad | Masiva producción de mascarillas caseras 
Las protecciones sanitarias pronto se quedaron escasas y eso destapó una corriente solidaria que arrastró a miles de particulares y empresas (en la imagen, confecciones Story) a producirlas en masa, sobre todo mascarillas y EPI. Una aportación altruista que permitió a un gran número de profesionales desempeñar su labor en unas mínimas condiciones de seguridad.
Teletrabajo | Un sistema que revolucionó el mundo laboral 
Ya se conocía, aunque pocos eran los que lo practicaban. Pero el confinamiento impuesto por la pandemia obligó a muchos profesionales a trabajar desde sus hogares, aprovechando las nuevas tecnologías. Una nueva fórmula que permitió mantener la actividad en muchos sectores y cuya probada eficacia amenaza con revolucionar el escenario laboral tal cual lo conocíamos.
Centro de Pontevedra. Peregrina...Silencio | Calles absolutamente fantasmales 
El estado de alarma trajo consigo una estampa nunca antes vista: las calles de las ciudades totalmente vacías, sin vida. Un fantasmal escenario que se acentuaba por las tardes y que solo se rompía con el ocasional paso de un vehículo policial o de algún ciudadano junto a su mascota. "Impresiona ver a Pontevedra tan silenciosa. Es sobrecogedor", comentaba un agente.
CALLES ACTIVIDAD PASEOS BALCONES EN PONTEVEDRA POR CONFINAMIENTO POR ALERTA CORONAVIRUSRestricciones | Los perros, única válvula de escape 
Durante varias semanas, salir de paseo con las mascotas se convirtió para un elevado número de pontevedreses en la única alternativa al confinamiento. Esta válvula de escape, unido al buen tiempo que imperó en aquellos primeros días del estado de alarma, motivó que la presencia de canes se disparase a cualquier hora del día y acompañado por varios miembros de la unidad familiar, lo que obligó a las autoridades a acabar regulando esta actividad.
RAFA CONTROL POLICIA LOCAL EN EL PUENTE  DE LAS CORRIENTES EN LA ALERTA SANITARIA POR CORONAVIRUSMovilidad | Controles policiales para evitar viajes injustificados 
Una de las primeras acciones que se quiso evitar con el estado de alarma fueron los desplazamientos injustificados. Tanto las policías Local como Nacional, como la Guardia Civil efectuaron un intenso despliegue para controlar que los ciudadanos acataban las normas y sólo viajaban los autorizados. Eso sí, al principio costó que la población se mentalizase de los riegos y fue necesario imponer centenares de multas a los infractores.
RAFA 10.00 horas. Gente haciendo cola en el Mercado y fotos del interior.sábado, 2 de mayo de 2020Espera | Colas en comercios, la Plaza, súper... 
La incertidumbre y el infundado temor al fantasma del desabastecimiento provocaron -sobre todo en los primeros días- largas colas ante los supermercados que, con el tiempo, se trasladaron a otros espacios con acceso limitado, como el Mercado de Abastos (en la foto foto) o los comercios.
Economía | Los negocios se recuperan poco a poco 
El pequeño y el mediano comercio, junto a los autónomos, son los mayores damnificados de las secuelas económicas de la pandemia. Los cierres obligados durante semanas han provocado en sus cajas agujeros difíciles de tapar, y que sólo se aliviarán con la reapertura de sus puertas y unas ayudas institucionales cada vez más perentorias.
Salidas | Primero los niños, después el deporte y los bares 
Los últimos eslabones en este secuencial retorno a la normalidad fueron las salidas reguladas a la calle. Primero los niños, 15 días después los deportistas al aire libre y desde el pasado día 11, las terrazas de los bares. Estas medidas se tradujeron en la recuperación del bullicio en calles, parques y plazas. Mayoritariamente, con responsabilidad, aunque siempre hay excepciones.