Si hace unas semanas dedicaba esta sección a la pionera oceanógrafa Ángeles Alvariño, hoy traigo al s. XXI otro pionero en esa especialidad, sin salir de Pontevedra que por su humildad y entrega al trabajo trascendió lo justo en Galicia, pero con un gran interés y reconocimiento internacional. Hoy una plaza de Pontevedra nos trae a la memoria olvidada a un personaje conocido como doctor Carús. Se lamentaba Edelmiro Trillo lo poco que se conocía la trascendente obra y su trabajo, ''tienes que convenir que á Carús no se le conoce en lo mucho que vale, y que le ha perjudicado en extremo, su modestia casi brutal''. Tal era su humildad y empeño en su trabajo que no facilitó fotografías suyas ni a las revistas extrajeras cuando se lo solicitaban. Su amigo José de la Esquipa contaba que Carús había hecho bastante más por la Ría de Arousa que todos los políticos y caciques de la época juntos.
Roque Carús Falcón nació el 16 de agosto de 1852 en Vilagarcía (Pontevedra). Poco dado a hablar de su vida, no tengo datos de sus padres y su situación personal, aunque parece que no se casó, aunque sí sabemos de algunos de sus hermanos como Dolores, que falleció el 24 de marzo de 1916, o Manuel, que fue concejal y que falleció el 21 de diciembre de 1921.
Carús cursó estudios de Bachillerato en Santiago y en la Universidad de la misma ciudad la carrera de Medicina, allí vivió alojado en una pensión. Se interesó entonces por las propiedades medicinales del agua y el 24 de junio de 1879 presentó su tesis doctoral en la Universidad Central de Madrid con el título "Idea general sobre la hidrología médica". Un todoterreno que amplió su trabajo e investigaciones en otros campos como la biología marina, la química o la física.
En 1887 la Diputación de Pontevedra compró 15 ejemplares de la obra del doctor Julio Bram, traducida del alemán por Roque, titulada "Compendio sistemático de Balneoterapia, incluyendo la climatoterapia de la tisis". Obra en la que Carús aportó, además de la traducción, ''un trabajo de gran utilidad y aplicación para los lectores españoles, sustituyendo las descripciones particulares de los balnearios de Alemania y del centro de Europa por otras de los establecimientos de España, y estableciendo analogías de gran interés en nuestra patria''. En este campo trabajó, desde su fundación por Juan González Martínez, en el Gran Balneario La Concha de Arosa como médico y director médico. Un espléndido balneario (Casa de Baños) en Vilagarcía con unas instalaciones de unos 10.000 metros cuadrados. Fue profesor durante muchos años en el Colegio León XIII de Vilagarcía en la materia de Ciencias y Jurado en la modalidad de "pesca" en el Certamen Social y Literario de Pontevedra organizado por la Asociación Protectora del Obrero en 1907. Sus trabajos de investigación en biología marina fueron muy importantes, como el que realizó, ante la falta de sardina en nuestras costas y la polémica sobre el motivo; si por la calidad de las aguas o la sobreexplotación pesquera en nuestra costa. En Vida Gallega destacaban que ''Se han dirigido nuestros conserveros al Príncipe de Mónaco''; se trataba de las investigaciones oceanográficas de Alberto I de Mónaco, de la que se hizo eco el entomólogo Ignacio Bolívar. Pero Roque también se interesó por esta cuestión e investigó el problema en la Ría de Arousa, ''El fruto de este trabajo puede ser de la mayor utilidad para nuestros industriales en el instante en que, cansados de preguntar á los números de la contabilidad mercantil el secreto del éxito dirijan sus ojos hacia la ciencia''. Carús en 1903 publicó sus investigaciones sobre el micro-plancton de la Ría de Arousa, Los misterios de la Naturaleza. Investigaciones sobre el microplancton de la Ría de Arosa, en el que también se publicaron los primeros dibujos de dinoflagelados marinos en España; estos microorganismo son los que causan las mareas rojas tan temidas en Galicia. Para ello, con un microscopio Zeiss, Carús realizó entre 1899 y 1901 ocho muestreos en lugares como Vilagarcía, Vilaxoán, Rianxo, Carril o en la Illa de Arousa con la colaboración gráfica de carta de la ría, obra del cartógrafo marino ferrolano Ignacio Fernández Flórez Reguera.
Ramón García Briones cuenta que, un miembro de la FAO se interesó por su trabajo en 1962 para establecer una comparativa con los datos recogidos por Carús y los obtenidos sesenta años después con objeto de estudiar los cambios producidos e intentar explicar la escasez de sardina en nuestras costas; de hecho, la Universidad holandesa de Leiden, la universidad más antigua de Holanda, ''concedió a este libro del doctor Carús, que le fue entregado por un sobrino nieto del autor, mucho valor científico''.
Roque Carús falleció el 30 de enero de 1910 en Vilagarcía. La noticia conmocionó a la ciudad y en la comitiva estaban todos los alumnos, profesores, director, autoridades, amigos y admiradores, ''figurando en la comitiva todos los alumnos del Colegio con lazos de crespón negro en el brazo izquierdo y habiendo dedicado unos y otros dos magníficas coronas que con otra de la empresa de funeraria La Soledad se habían colocado en la carroza mortuoria'', relataba Galicia Nueva.
''Su fisonomía de exterioridad hosca y severa, su carácter naturalmente retraído y taciturno, su amor á la soledad y aislamiento, crearon para la generalidad de las gentes en torno del Dr. Carús, una leyenda en absoluto distanciada de la realidad'', proseguía Galicia Nueva. El Dr. Carús era un hombre bueno, amante de la Humanidad, enamorado del Ideal y con un ''espíritu forjado de una sola pieza é inspirado siempre en los elevados principios de la moral y la justicia'', como remataba Edelmiro Trillo... ''Muerte, dulce ensueño y la única verdad de la vida''. En septiembre de 1910 los profesores y alumnos del Colegio León XIII solicitaron al Concello el nombre de una calle en su ciudad natal, como así fue.
