Sus dos metros y medio de diámetro, sus 40 kilos de peso y sus potentes aspas le permiten trasladar cargas de hasta 23 kilos (se han hecho pruebas con 25) durante más de 14 minutos a largas distancias. Es el novedoso dron valorado en unos 60.000 euros y diseñado por la empresa pontevedresa Aerocámaras para hacer frente al rescate más mediático e inédito de la historia, pues nunca antes se habían empleado estos artilugios para el salvamento de seres vivos.
En realidad, se trata de una adaptación efectuada a contrarreloj (en menos de una semana) de un modelo desarrollado por la firma para realizar envíos logísticos e inspecciones a barcos hasta una distancia máxima de tres kilómetros de la costa. El servicio, llamado Drones Maritime, aún está en fase de desarrollo pero ya está operativo en Gibraltar.
Pero la actualidad ha hecho que los ingenieros pontevedreses hayan puesto ahora sus ojos en las islas canarias. Las víctimas de las que todo el mundo habla estos días son tres perros de raza podenca que se quedaron atrapados en dos estanques de Todoque, una de las primeras localidades en ser engullida casi por completo por la lava del volcán de La Palma. La altura y los muros de los depósitos les salvaron la vida, pero se han convertido en unas prisiones inaccesibles y abrasadas por las elevadas temperaturas que se alcanzan en el perímetro de la colada.
Los animales fueron localizados por un dron de la empresa local Ticom Soluciones y el vídeo corrió como la pólvora por las redes sociales, acompañado del grito desesperado de auxilio del colectivo animalista leales.org.
Fue en ese momento cuando surgió la colaboración con Aerocámaras que cristalizará la próxima semana con el intento de un rescate repleto de complicaciones y desafíos técnicos. De momento, el personal de la empresa aeronáutica y su equipo viajarán esta tarde a La Palma en un vuelo facilitado gratuitamente por Iberia.
Una vez en la isla, efectuarán los primeros vuelos de reconocimiento del terreno y las condiciones, gracias a un segundo dron equipado con una cámara de 30 aumentos y otra termográfica. Una de las primeras misiones del gigantesco dron será proporcionar comida abundante y protección (casetas) a los perros, pues hasta ahora estaban siendo alimentados en pequeñas dosis a través de aeronaves con escasa capacidad de carga.
CÓMO SERÁ EL RESCATE. Los técnicos de Aerocámaras han trabajado estos días en un novedoso sistema para capturar a los canes. Tal y como explicó a este periódico Jaime Pereira, CEO y fundador de la empresa, "utilizaremos un aro metálico unido a una red, con un cebo al fondo, con el que pretendemos atraer al perro". Una vez dentro, el dron se izará rápidamente, provocando un efecto lazada en la red que impedirá que el animal pueda liberarse y caer al vacío.
Si todo sale según los cálculos, el perro sería trasladado hasta el punto de partida del dron, donde se encontrarán sus operadores y el personal de emergencias, que se harán cargo del can. Y así hasta completar la operación.
Jaime Pereira advierte de que tendrán que superar muchísimos contratiempos, entre ellos la falta de visibilidad, pues el manejo del dron se realizará a unos 450 metros de distancia. Para hacer un seguimiento del salvamento, otro dron más pequeño se encargará de enviar las imágenes al piloto principal para guiarle en las maniobras.
Jaime Pereira Gil: "La clave es que los perros se coloquen en la zona adecuada"
¿Por qué este dron es diferente?
El dron levanta 23-24 kilos. Los técnicos han trabajado día y noche para adaptar el aparato y lo hemos conseguido.
¿Qué se va a transportar?
Vamos a llevarles a los perros comida, casetas, hielo y todo lo que se pueda trasladar. Estamos ante un desafío inédito.
¿Lo tienen claro?
El rescate va a ser muy complejo, nos vamos a un terreno que no conocemos, pese a que lo hemos estudiado. Pero vamos a tener condiciones muy adversas, temperaturas muy altas y mucha distancia. Tenemos 14 minutos de vuelo y vamos a tener que realizar la operación prácticamente en cuatro o cinco minutos y dependemos de que los perros se coloquen en la zona adecuada. Va a ser un pilotaje manual y con mucho riesgo.
¿Cuál es su mayor temor durante la operación?
Tenemos que recorrer unos 450 metros hasta llegar a ellos, poner una red con un cebo y esperar a que nos entre uno, no dos. Una vez dentro, izaremos el dron para capturarlo y poder traerlo a un lugar seguro. Estamos nerviosos y todos los que tenemos perros sabemos lo que cuesta criar un animal y cuidarlo.
La distancia será un gran problema. ¿Cómo lo salvarán?
Toda la operación va a ser monitorizada desde otro dron, con una cámara de 30 aumentos y otra térmica, para darle seguridad a la zona y no encontrarnos con sorpresas. Tenemos la operación bien estudiada pero no será controlada, como las que estamos acostumbrados a hacer, sino que será improvisada. Y eso lo complica todo aún más.
