Duelo de titanes en San Roque

Un extraordinario cartel con El Julio, Manzanares y Roca Rey alimenta la ilusión por una feria taurina que a buen seguro superará el bajón de aficionados de años anteriores

Una de las corridas del pasado año en la Plaza de Toros de Pontevedra. RAFA FARIÑA
photo_camera Una de las corridas del pasado año en la Plaza de Toros de Pontevedra. RAFA FARIÑA

No es nada nuevo. El mundo del toro se ha cimentado durante toda su historia en el duelo sobre la arena entre los espadas más poderosos de cada una de sus diferentes épocas. Sería interminable citar aquí las duplas de coletas que han hecho de su rivalidad el espolón de la fiesta. Esta temporada vendrá definida por las apariciones de los dos toreros que están marcando el compás en las diferentes plazas por las que han pasado ambos, poderosos, como dos ciclones. El Juli a partir de una inmensa torería que se ha ido condensando temporada tras temporada en un mayor dominio de sus oponentes y sobre todo en la adquisición de una pureza que ha desterrado defectos asociados con la juventud. En los últimos años lo hemos comprobado en el coso de San Roque donde hemos visto a El Juli en plena madurez y con un saldo demoledor: En 2015, dos orejas y dos orejas; en 2016, oreja y dos orejas y en 2017 oreja y oreja. Prepárense para seguir sumando apéndices.

Y frente al él ese terremoto andino que vino del Perú para hacerse un nombre en el orbe taurino y se ha empeñado tanto en ello que ahora mismo es una figura más y que sobre todo ha aprendido mucho en muy poco tiempo. Cada irrupción suya en una plaza se contempla como un posible éxito arrollador que no deja nada fuera de la arena para lograrlo. En Pontevedra caminó desmonterado en la feria de hace dos años, logrando compartir la puerta grande con su compañero de duelo, al cortar tres orejas. El pasado año un fallo con la espada le privó de repetir esa salida cobrándose sólo una oreja en el primero de su lote.

MANZANARES. La otra parte de esos duelos es el diestro que completa la terna que normalmente también suele poner lo suyo para no dejarse doblegar por ellos. En esta ocasión el tercero en discordia también es un torero de tronío, una poderosa mezcla de fuerza y duende que cuando se alía con las condiciones precisas es capaz de medirse con cualquiera. No duden que este domingo ese duelo tendrá en Manzanares mucho más que un convidado de piedra y de hecho el diestro alicantino ocupa el segundo puesto en el escalafón tras el Cóndor.

Como oponentes los astados de Alcurrucén, ganadería que siempre ofrece un buen resultado en cuanto a fuerza y casta, logrando ser sus ejemplares los más aplaudidos en grandes ferias como Madrid o Bilbao. La corrida que descansa desde el viernes en los corrales de la plaza de A Moureira 
es muy pareja en su composición con mayoría de colorados y castaños bragados y un peso que oscila entre los 470 y 540 kilos.

Con todos estos ingredientes y la certificación a lo largo de estas semanas en que llevan abiertas las taquillas sobre la venta de localidades, todo parece indicar que la plaza de toros ofrecerá un magnífico aspecto cuando rompa el paseíllo de los diestros alrededor de las siete de la tarde, horario habitual para el inicio de un festejo que debe certificar la recuperación de aficionados a los que los años de crisis económica apartaron de esta forma de entretenimiento. ¡Qué Dios reparta suerte!