Las mayores de 40 años solo protagonizan el 10% de los partos en Pontevedra

El 70% de los nacimientos son de madres de 30 a 39 años. El 85% tiene trabajo y el 56% está soltera
Una mujer embarazada durante la realización de una ecografía
photo_camera Una mujer embarazada durante la realización de una ecografía

La incorporación de la mujer al trabajo y la simultánea inestabilidad del mercado laboral, la falta de recursos y un sinfín de factores de carácter personal derivados de la evolución social que ha tenido lugar en las últimas décadas han retrasado la edad de la maternidad a pasos agigantados.

Hace 20 años, el 51% de los partos que tenían lugar en el Complexo Hospitalario de Pontevedra (CHOP) y los centros privados eran de madres por debajo de los 30. El 21,6% tenía menos de 24 y una cifra bastante importante (26 casos al año) ni llegaba a las 20 primaveras. Hoy se puede decir que la pirámide se ha invertido. La mayoría de los alumbramientos son de mujeres que superan estas franjas de edad y la minoría son de pontevedresas que se convierten en madres a edades tempranas.

Los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), publicados hace una semana, pero correspondientes a 2014, precisan que el 70% de los partos que contabibilizó hace dos años en el municipio (476 de 685) fueron de madres de entre 30 y 39 años. Otro 10% tenía entre 40 y 44 años y cuatro superaban los 45. En cambio, solo el 19% de los alumbramientos fueron de féminas menores de 30.

Los datos no entran a precisar si las protagonistas de las estadísticas se estrenaban ese año en el mundo de la maternidad o ya tenían más hijos, pero muchos de los nombres que se esconden detrás de las cifras son de mujeres que tuvieron su primer hijo a una edad que antaño se consideraba tardía.

CON TRABAJO Y SOLTERAS. Otro cambio que arroja el estudio del IGE es que el perfil de madre ha cambiado en Pontevedra durante los últimos años y que cada vez hay más mujeres que dan a luz estando en una situación laboral "activa", es decir, con trabajo. Tanto es así que, según el último balance, el 85% de los nacimientos ocurridos en el municipio capitalino fueron de mujeres con empleo, un porcentaje bastante más elevado que el que se calculaba en ejercicios anteriores. En 1996, año en el que se empezaron a recopilar este tipo de estadísticas, solo una de cada dos estaba en situación. Por aquel entonces el 50% de las pontevedresas que eran madres estaban sin trabajo.

Carlos Hermida: "A pesar de los avances de la medicina y de los cuidados gestacionales, veo inapropiado superar ciertas edades (en el embarazo)"

El estado civil también ha sufrido modificaciones con el paso del tiempo. Hace dos décadas casi nueve de cada diez mujeres que daban a luz (el 88%) estaban casadas. En cambio, en 2014 el porcentaje bajó 32 puntos hasta el 56,6%, de tal forma que cuatro de cada diez alumbramientos fueron de madres "non casadas".

Otras cambios atañen al proceso de gestación. El retraso de la maternidad ha desembocado en un repunte de las técnicas de reproducción asistida y, a su vez, en un aumento de los partos múltiples. De hecho, el año 2014 también fue año récord de los partos gemelares (hubo 47) y las autoridades sanitarias creen que es muy probable que la cifra siga creciendo, teniendo en cuenta que la solicitud de técnicas de reproducción asistida están ‘in crescendo’ por parte de padres añosos.

CONTRAINDICACIONES. El caso de la doctora lucense Lina Álvarez, que ha dado a luz a su tercer hijo a los 62 años, ha reabierto el debate sobre la conveniencia o no de ser madre a partir de cierta edad. La Sociedad Española de Fertilidad no aconseja superar la barrera de los 50, pero lo cierto es que los avances en medicina y las técnicas de reproducción asistida han permitido combatir los problemas de esterilidad con garantías sanitarias.El ginecólogo pontevedrés Carlos Hermida (propietario de la Clínica Lepanto de Vigo) confirma que cada vez ve en consulta a "más mujeres embarazadas que han superado los 40 e incluso alguna por encima de los 50".

Asegura que el retraso en la edad de maternidad viene propiciado por una batería de criterios personales que prefiere "no entrar a valorar". No obstante, es uno de los profesionales sanitarios que considera "inapropiado superar ciertas edades", pues la mayor parte de este tipo de embarazos son calificados de alto riesgo por tener "más posibilidades de sufrir complicaciones". Entre ellas cita la hipertensión, diabetes gestacional, edemas, hemorragias y el propio aborto, además de "un mayor riesgo de padecer malformaciones y alteraciones fetales, como Síndrome de Down o Síndrome de Edwards". Por otro lado, alude a que en algunos casos el parto se complica "por factores de dilatación" y que, por tanto, suele haber un mayor índice de cesáreas, una técnica extendida pero no por ella exenta de peligro.

La evolución de las edades de las mujeres gestantes ha propiciado cambios en la asistencia sanitaria. Un ejemplo es la realización de las pruebas de amniocentesis, que ahora se practican a partir de los 38 años (y no a partir de los 35, como ocurría antes). Sin embargo, el doctor Hermida insiste en que los riesgos obligan a "valorar los pros y contras con el ginecólogo antes de tomar la decisión de afrontar un embarazo a partir de una determinada edad".

Comentarios