Aunque todavía no tiene de plan de transporte metropolitano, Pontevedra sí dispone de autobús urbano, un servicio que sigue ganando viajeros. Las dos líneas que explota Autocares Rías Baixas S.L. y que conectan distintos puntos de la ciudad con Monte Porreiro cerraron 2015 con 243.125 pasajeros, 117 más que durante el ejercicio anterior.
La empresa de transportes atribuye parte de este repunte a las subvenciones del billete por parte del Concello. De hecho, las ayudas municipales contribuyen a una importante rebaja del trayecto, concretamente del 64,2%.
Las tarifas del transporte público, que fija la Xunta, se mantienen igual desde el año 2013. El precio de un billete sencillo es de 1,40 euros. Y los usuarios pueden reducir su coste de forma importante a través de dos vías: la Tarjeta Monedero de la compañía y el descuento de 0,50 euros que el Concello aplica a los vecinos desde el viaje número doce, es decir, a aquellos que más usan este medio para sus desplazamientos.
El servicio de transporte que Autocares Rías Baixas presta a Monte Porreiro, y que está incluido en una concesión de la Dirección Xeral de Mobilidade, un departamento que depende de la Consellería de Infraestruturas, dispone de dos líneas: la dos y la cinco.
Además de contar con la Tarjeta Monedero de Autocares Rías Baixas, las líneas están subvencionadas por el Concello capitalino
La línea dos cuenta con 18 paradas entre Xofre de Tenorio y el citado barrio. Los autobuses que cubren este ámbito son los que han experimentado el mayor incremento de pasajeros. En 2015 se contabilizaron 70.734, mientras que en 2014 la cifra fue inferior: 70.228 viajeros. Esto es, que en un año se registraron 506 usuarios más.
Este servicio, con salidas a las ocho de la mañana desde Xofre de Tenorio y a las ocho y cuarto desde Monte Porreiro, cubre los siguientes puntos de la ciudad: puente de O Burgo, puente de Santiago, Pai Fernando Olmedo, A Seca, Santa Margarida, cruce de A Paloma, Os Campos, Uned, Mercado de Abastos, puente de Os Tirantes, puente peatonal de Bos Aires, playa fluvial y las calles Reino Unido, Irlanda, Alemaña y Portugal.
La línea cinco cubre algo más de territorio. Tiene 25 paradas y los autocares dan servicio a la población que vive entre la estación de autobuses y Monte Porreiro. Se da la circunstancia de que este itinerario presenta peores cifras. Si en 2015 usaron esta ruta 172.391 personas, un año antes, en 2014, lo hicieron 172.780 . Esto es, 389 pasajeros más.
DEMANDA. En lo que va de 2016, hasta el pasado 31 de octubre, la línea cinco fue utilizada por 145.324 viajeros. Según Autocares Rías Baixas, el itinerario cerrará el ejercicio con una cifra similar a la de 2015.
Este servicio, que también es circular, es algo más madrugador. Comienza a operar a las siete y media de la mañana, desde la estación de autobuses, y a las siete desde Monte Porreiro. Las paradas incluidas en este itinerario son Vialia, 12 de Novembro, puente de Santiago, Pai Fernando Amoedo, A Seca, cruce de A Paloma, Os Campos, Uned, Areais, las calles Portugal, Alemaña, Irlanda, Reino Unido e Italia, Os Campos, Santa Margarida, Mercado de Abastos, Xofre de Tenorio, Raíña Vitoria y Praza de Galicia.
Las tarifas para circular por la ciudad se mantienen igual desde 2013. El billete sencillo cuesta 1,40 . Con descuento, un 64,2% menos
El resto de líneas regulares que presta Autocares Rías Baixas «pierden un gran número de viajeros cada año». Se trata de las líneas cuatro, que une Salcedo con Pontevedra; tres, que va desde O Castelo, en Lérez, hasta la ciudad, y la siete, que tiene A Caeira, en Poio, como punto de partida.
Además del autobús urbano, el Gobierno local ha promocionado a lo largo de este año otro tipo de transportes públicos. Entre ellos figura el taxi. La flota de vehículos adaptados a personas con movilidad reducida se ha incrementando de forma exponencial en Pontevedra. Si a principios de 2015 solo había un eurotaxi, la ciudad dispone ya de tres nuevos coches. Una de las razones que explican la eclosión de este transporte accesible está en la línea de ayudas públicas que el Concello habilitó este año para evitar su desaparición. Adaptar el taxi a las exigencias de la Unión Europea puede costar entre 8.000 y 16.000 euros. Las subvenciones aprobadas por Pontevedra para cofinanciar estas actuaciones ascendieron a 5.000 euros por vehículo en 2016. Finalmente se concedieron dos.
