Las condiciones meteorológicas eran excepcionales para el vuelo: un día completamente nublado, sin viento y sin lluvia. Bajo la atenta mirada de una treintena de alumnos de la Escola de Enxeñería Forestal del campus de Pontevedra, Roberto Cabeceira se colocó unas gafas especiales para la ocasión y elevó por encima de la facultad el dron que habitualmente emplea en su empresa para el desarrollo de modelos tridimensionales, mediciones de precisión y fotografía aérea.
Si quisiera, Cabeceira podría hacer que el dron subiera hasta tres kilómetros, ya que esa es la distancia que técnicamente puede alcanzar el equipo del que dispone, pero legislativamente, solo está autorizado para elevarlo hasta 120 metros de altura.
Durante doce años, este agente forestal pontevedrés dirigió su propio estudio técnico de topografía convencional. Hasta que llegó la crisis. La topografía tradicional se hundió y la falta de clientes cerró una puerta, pero lejos de truncar un sueño, esta situación propició el nacimiento de Geométrica, una empresa gallega de ingeniería al abrigo de las nuevas tecnologías.
Roberto Cabeceira, que también es profesor en la facultad pontevedresa, tomó la iniciativa. Se puso en contacto con Óscar Lorenzo, que estudió Dirección de empresas, y con otros dos compañeros para buscar una alternativa y dar un paso más allá, poniendo en marcha el uso de drones y otras nuevas tecnologías para su aplicación a la topografía. Ayer, el docente y el administrador realizaron una exhibición del funcionamiento del equipo delante de los alumnos de la Universidade, pero también una demostración de lo importante que es reinventarse cuando uno apuesta por el emprendimiento.
NUEVOS NICHOS. «La empresa no se ocupa de la topografía convencional, sino que llevamos a cabo de mediciones de precisión a través de nubes de puntos, hacemos modelos en 3D y, al generar estos modelos tridimensionales, estos pueden ser estudiados y analizados por compañeros de otras universidades», explica Óscar Lorenzo.
Fue la especialización en la recreación de modelos en 3D lo que permitió a Geométrica ampliar los nichos de mercado y explorar campos más alejados de la topografía convencional. Así, los responsables de esta empresa comentan que, además de digitalización métrica de patrimonio e inspección industrial, también realizan asistencia métrica en obras civiles y en el sector naval, a través de la medición en buques, así como planificación agrícola y forestal.
En este sentido, Óscar Lorenzo indica que, mediante la utilización del dron, «realizamos análisis en masas forestales para medir el nivel hídrico de las plantas, de forma que podamos colaborar con el agricultor y dar información en tiempo real del estado de las plantaciones».
La arqueología es otro de los campos a los que estos pontevedreses extienden sus servicios técnicos. De hecho, el primer trabajo que realizaron, tras haber fundado su empresa el pasado mes de febrero, fue la recreación de un petroglifo de O Rosal. Roberto Cabeceira especifica que antes ya trabajaban en este ámbito, pues «lo que hacemos ahora con los drones ya lo hacíamos antes con con pértigas y otros sistemas. La utilización del dron facilita mucho el trabajo, ya que te permite poner la cámara donde quieras y eso es mucho más cómodo».
La modelación de un castro fue otro de sus trabajos más recientes y Óscar Lorenzo señala que «gracias a este sistema, la calidad de la recreación es milimétrica, y generamos un modelo que se puede cortar, que se puede medir e incluso, en el caso de una rotura, se puede llegar a reconstruir».
Más allá de la topografía convencional, esta empresa pontevedresa da asistencia métirca al sector naval y la análisis de masas forestales
Aunque el agente forestal aportó gran parte de su equipo anterior, Cabeceira explica que toda la inversión que realizaron fue particular y que «el equipo que diseñamos es a demanda, este es único, no hay otro igual. Estamos hablando de un gasto de 30.000 euros en un equipo modular, que realmente no es tanto, porque la precisión que consigues con él compensa. Tiene dos tipos de brazos, dependiendo de la función a realizar, puede ser más grande o más pequeño, según se monte. Y el soporte de las cámaras está pensado para diferentes tipos».
En cuanto a competencia en el sector, el docente pontevedrés indica que «a día de hoy hay muy poquita. Sí es cierto que los drones generan mucha expectación, pero realmente, a nivel de ingeniería, prácticamente no hay empresas que lo utilicen. Además hay que tener en cuenta que es una herramienta, el proceso está detrás, hay mucho trabajo de oficina técnica, no solo es subir el dron y hacer una foto».
Aunque la vida de esta empresa de ingeniería es relativamente corta, lo cierto es que hasta el momento es fructífera. «Los clientes están sorprendidos con los resultados, ya que la información que les aportamos es mucho más de la que ellos necesitan y con una gran precisión, por lo que pueden sacarle mucho más partido», señala el administrativo.
Por otra parte, los responsables de Geométrica comentaron que no se limitan geográficamente a la hora de dar cobertura a sus clientes: «Tenemos contacto con varias empresas nacionales y si saliera algún trabajo internacional también lo llevaríamos a cabo».
AUTORIZACIÓN. Uno de los principales quebraderos de cabeza que tuvieron Óscar Lorenzo y Roberto Cabeceira a la hora de poner en marcha su empresa fue la solicitud de permisos y las gestiones pertinentes para conseguir licencia de vuelo.
«Administrativamente es sumamente complejo legalizar este tipo de equipo. Para ser piloto hay que realizar unos exámenes y unos cursos, tener una formación, pero luego, para poder volar, también es necesario un operador o por lo menos trabajar con él, es decir, una empresa o un especialista que al final es el responsable de las operaciones aéreas», apunta el agente forestal.
Lorenzo entiende que son importantes, ya que «la entrada de gente no profesional en este tipo de trabajos puede conllevar que algo salga mal en los vuelos y que finalmente se genere cierta inseguridad en el sector, aparte de que todos debemos respetar la legalidad».
Los responsables de esta empresa pontevedresa señalan que este tipo de tecnologías son muy seguras. Más allá de un pequeño incidente con la rama de un árbol, que costó una hélice al dron, Geométrica nunca ha tenido ningún problema con el sistema. El administrativo indica que «estos aparatos son muy seguros. Están programados para que si pierden la señal con el piloto, regresen al punto de partida del que despegaron». Asimismo, Óscar Lorenzo señaló que ellos trabajan con un margen de seguridad de cinco minutos, los drones están diseñados para volar durante 20, pero el suyo termina la experiencia en 15.