Tres casos muy recientes

El cibercrimen provoca 300 denuncias en lo que va de año en la ciudad

Las estafas en las compras son los delitos más repetidos, pero el acoso escolar, el sexting, la pornografía infantil y el grooming están dejando huella en Pontevedra ►Se duplican las cifras registradas en el mismo período de 2016
Una chica escribe en su móvil
photo_camera Una chica escribe en su móvil

Una niña de 13 años acaba de recibir imágenes pornográficas a través de WhatsApp. Se las envía un adulto. Una mujer de avanzada edad ha visto como un grupo criminal con matriz en Sudamérica le engaña para estafarle cerca de 1.000 euros. Una persona pincha en una web pensando que es la de su banco, introduce sus datos, se los pescan y le roban. Estos tres casos, que se han producido en la ciudad de Pontevedra en las últimas semanas, constituyen la punta del iceberg de un problema, el cibercrimen, que no para de crecer. 300 denuncias en los primeros cuatro meses de 2017 ponen en jaque al equipo de Delitos Telemáticos de la Policía Nacional, que, aunque ahora dispone de más medios (cinco agentes especializados), tiene dificultades para sacar adelante lo que se les viene encima. "Cada uno de nosotros investigamos unos diez casos de forma simultánea", explican.

Las falsas ventas de teléfonos móviles y las estafas bancarias causan numerosas denuncias en la Comisaría

Laureano Rodríguez es el responsable de la unidad dedicada a la lucha contra el cibercrimen en Pontevedra. El veterano inspector, que cuenta con un equipo de cinco especialistas, señala que "el año pasado terminamos con unas 580 denuncias, de las cuales el mayor porcentaje se corresponde con las estafas y los fraudes a través de internet. Este año ya vamos por 300".

Sobre las estafas en la compra de artículos, Rodríguez explica que "el delincuente emplea un producto real, por ejemplo, un coche que se anuncia. Pide al dueño los datos y la documentación, con lo que ya tiene el material. Con ello pone a la venta ese mismo coche a un menor precio, para atraer al que esté buscando una ganga. Convence al cliente, le pide una cantidad como señal, le habla de que existen fraudes para darle a entender que es una persona seria, y consigue que le envíen el dinero. Existe la empresa de transporte y el localizador, pero nadie tiene instrucciones de mandar nada. El ejemplo más repetido de este tipo de delito ocurre con los teléfonos. En internet hay ofertas de móviles de 600 euros por 300 que hacen que las personas piquen, ingresen el dinero y después no reciban el objeto. En ocasiones sí llega el paquete, pero vacío, o con una piedra o un ladrillo".

En segundo lugar, la Policía sitúa las estafas bancarias, tanto a través de la clonación de tarjetas como del phishing, con la utilización de ‘páginas full’, troyanos que imitan a una entidad bancaria para hacerse con los datos de acceso de las víctimas.

Crecen los delitos contra la intimidad, normalmente al subir a internet imágenes o datos personales tras una ruptura sentimental

Son menos los casos de otros tipos de delito, como los que atentan contra la intimidad, el grooming (delitos sexuales de adultos con menores como víctimas) o la pornografía infantil. Destacan los delitos que se producen tras rupturas sentimentales. El inspector señala que "no tienen que haber sido pareja, pero es habitual que haya sido así. También aparecen casos de menores, adultos con menores (grooming) adultos con adultos e incluso una persona que lo hace como una broma, poniendo a otro en una página de contactos".

"Hay gente que se realiza fotografías íntimas cuando viven pareja y, en el momento de la ruptura, las cuelgan. Unas diez denuncias al año son de este tipo. Tal vez sean más típicas las amenazas, la calumnia, el grooming o, en el caso de los menores, el ciberbullying", añade el inspector.

Laureano Rodríguez explica cómo se produce el grooming y su relación directa con los delitos de pornografía infantil.

"Una vez que el adulto capta la atención del menor se activa la cámara web, y ahí se inicia la coacción. La amenaza con que va a publicar las imágenes en el chat del colegio, o con que se van a enterar sus padres. En ese momento la menor accede a un desnudo integral o a lo que se le pida, y eso se distribuye en las páginas de pornografía infantil. Los enlaces a esas páginas aparecen cuando se accede a las de adultos, que están legalizadas, a través de sencillos link".

Sobre el perfil del depredador sexual, el inspector dice que "hay de todo, pero normalmente son adultos jóvenes".

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