El compostaje, una nueva alternativa ecológica para los residuos orgánicos

Monte Porreiro y Campañó han sido las dos parroquias elegidas para iniciar el plan de compost de la Deputación de Pontevedra
La unidad de compostaje de Plaza Europa, en Monte Porreiro
photo_camera La unidad de compostaje de Plaza Europa, en Monte Porreiro

En las parroquias de Monte Porreiro y Campañó han instalado en los últimos meses los primeros composteros comunitarios que el Concello y la Deputación de Pontevedra quieren situar en todo el municipio como parte de su plan de compostaje, con el que se espera reducir el recibo de la basura de los pontevedreses entre 10 y 30 euros. Pero ¿en qué consiste este proceso?

El compostaje es una alternativa ecológica para dar un nuevo uso a los residuos orgánicos. Se trata de un proceso por el que los restos de comida se mezclan con material estructurante (astillas procedentes de podas o de la limpieza de los montes), dando como resultado compost, un abono natural que puede utilizarse como fertilizante en huertas y jardines.

El compostaje se basa en un proceso por el que los restos de comida se mezclan con material estructurante, dando como resultado compost, un abono natural que puede utilizarse como fertilizante

Es, además, un método con el que no solo se busca reducir el gasto económico de los vecinos, sino también disminuir el impacto contaminante derivado de los procesos de destrucción de este tipo de residuos. En el caso de Monte Porreiro, el Concello espera que mediante este sistema se pueda reciclar más del 40 por ciento de los residuos orgánicos que anualmente se producen en una vivienda.

ETAPAS. El proceso para obtener compost dura 90 días, un tiempo que se divide en tres fases.

En la primera de estas etapas, los usuarios depositan la basura orgánica en las primeras unidades del compostero, donde deben extenderla y cubrirla por completo con el estructurante, evitando de esta forma que se produzcan olores. Es entonces cuando los maestros composteros toman el control del proceso, realizando las mediciones de temperatura necesarias y removiendo la mezcla para oxigenarla. La fase transcurre hasta que este primer módulo se encuentra lleno, momento en el que la mezcla se traslada a otro de los módulos para iniciar la segunda fase.

A partir de aquí, los vecinos ya no participan, sino que son los maestros quienes se encargan de los procedimientos previos a la producción de abono. En este segundo nivel la mezcla debe alcanzar una temperatura en torno a los 72 y 75 grados, situándose cerca del punto de ebullición.

Superados todos los pasos, se llega a la fase final, que se desarrollará en el tercer módulo. Es entonces cuando el proceso concluye y se obtiene el compost, que será de máxima calidad si todos los requisitos se han cumplido y que podrá usarse como abono natural en todo tipo de tareas agrícolas.

Durante todo el proceso es importante remover la mezcla para evitar que contamine, así como controlar la humedad, temperatura y oxigenación. Se trata de un proceso complicado por lo que son los maestros composteros quienes se encargan de estas tareas

Durante todo el proceso es importante remover la mezcla para evitar que contamine, así como controlar la humedad, temperatura y oxigenación. Se trata de un proceso complicado porque un pequeño error estropearía la producción, motivo por lo que son los maestros composteros, formados por la Deputación de Pontevedra, quienes se encargan de estas tareas. No obstante, Carlos Diéguez, de la Asociación O Mirador, invita a que todo vecino que realmente sepa cómo funciona el proceso colabore no solo vertiendo los residuos, sino también removiendo la mezcla y haciendo las mediciones necesarias.

¿QUÉ RECICLAR? El compost se obtiene a partir de residuos orgánicos, es decir, todos los restos de comida que se producen en una vivienda. Desde cáscaras de huevos hasta huesos pequeños, cualquier tipo de basura orgánica tiene cabida en los módulos, sin limitación. Además, las servilletas de papel también se aceptan, siempre y cuando sean blancas y no presenten ningún tipo de tinta, ya que los tintes son contaminantes y podrían dañar la calidad del compost que se obtendría en el proceso.

MONTE PORREIRO. La parroquia de Monte Porreiro ha sido la primera en poner en marcha el plan de compostaje. Después de realizar todos los preparativos, los tres composteros comunitarios situados en las calles Italia y Alemaña y en la plaza Europa iniciaron su funcionamiento el pasado 29 de agosto, con capacidad para asumir los restos orgánicos de más de un millar de residentes.

Y de momento, la respuesta está superando las expectativas de los responsables del proyecto, tal y como declara Carlos Dieguez, de la Asociación O Mirador. A día de hoy, cerca del 70% de los módulos (cada uno puede albergar un metro cúbico de compost) ya se ha cubierto, lo que invita a iniciar la segunda fase del proceso mucho antes de lo previsto. "Un depósito debería tardar case un mes en encherse, pero nós en dez días xa o tiñamos ao 70%", explica Diéguez. Estas cifras se repiten en los tres composteros del barrio. Unos datos inmejorables que han motivado que se empiecen los preparativos para instalar un cuarto depósito en Monte Porreiro. "En principio pensamos en traer tres composteiros para ver como ía comenzando a cousa, pero de maneira inmediata instalaremos un cuarto na zona de Reino Unido, preto do río".

Carlos Dieguez Asociación O Mirador
"Esperábamos ter o compost para este Nadal, pero a este ritmo témolo antes seguro"

Este cuarto módulo no será el último que se instale en la parroquia. En concreto, a lo largo del todo el año llegarán a colocarse 23 conjuntos más para impedir que los vecinos tengan que desplazarse más de 200 metros para depositar sus residuos en estas instalaciones. Esta gran cantidad de módulos necesitarán muchos cuidados, motivo por el que la asociación de vecinos ha informado a los residentes en la zona de todas las etapas que conforman el proceso. El objetivo es que, una vez estén instaladas las 23 unidades previstas, los ciudadanos colaboren con los maestros composteros en la medida de lo posible, siempre y cuando comprendan por completo el proceso.

Los avances en esta primera fase, además, han cambiado las previsiones de los responsables. "Esperábamos ter o compost para este Nadal, pero a este ritmo témolo antes seguro". Este primer lote de abono se utilizará tanto para fines solidarios como para fertilizar las plantas de los vecinos. Una vez se consiga, la producción será continua.

CAMPAÑÓ. Campañó será el segundo barrio en poner en marcha este tipo de sistema, con el que se espera obtener una respuesta semejante a la conseguida en Monte Porreiro. Actualmente, la parroquia ya tiene instalado su compostero comunitario en la plaza de la fiesta, aunque todavía se desconoce cuándo entrará en funcionamiento. Esta unidad tendrá un uso preferente para los negocios de hostelería de la zona, de los que se espera obtener una gran cantidad de residuos orgánicos que podrá convertirse en compost. El abono resultante se destinará tanto para el uso de los vecinos como para abonar la plantación de castaños del barrio.