La versión de la Xunta

El Concello de Pontevedra sale al rescate de 24 familias de Valdecorvos

Un plan de emergencia ha corrido con los gastos de luz, agua y seguro de hogar de los vecinos que son usuarios de los servicios sociales ► La Xunta afirma que los inquilinos conocían los costes de las facturas y que estos varían en función del consumo por vivienda
Vecinos del barrio de Valdecorvos frente a los pisos de protección oficial de la Xunta
photo_camera Vecinos del barrio de Valdecorvos frente a los pisos de protección oficial de la Xunta

El Concello de Pontevedra ha salido al rescate de una pequeña parte de las familias que residen en las recién estrenadas viviendas sociales de Valdecorvos. Lo ha hecho a través de la tramitación de ayudas de emergencia social para 24 de los 114 vecinos que disfrutan de los pisos públicos construidos por la Xunta en las calles Prado Novo y Fraguas. El amparo municipal se ha traducido en un pago único, de unos 500 euros por persona, que los adjudicatarios podían usar para hacer frente a las facturas del agua, la luz y el seguro del hogar. Así lo confirmó este viernes la concejala de Benestar Social, Carmen Fouces, que recordó que los beneficiarios de esta línea de ayudas son usuarios de los servicios sociales. Es decir, que se encuentran en una difícil situación económica.

A pesar de este apoyo inicial, la Concellería podría continuar apoyando a los vecinos en riesgo de exclusión social gracias a los fondos reservados para esta causa: 60.000 euros, una cantidad que la Corporación pontevedresa aprobó para facilitar el acceso de los inquilinos al polígono residencial. El objetivo de este plan de choque es paliar, en la medida de lo posible, el esfuerzo que han tenido que hacer muchas de las familias que se han mudado a Valdecorvos, que han criticado el "excesivo" coste de los servicios y suministros del inmueble. En algunos casos, el importe de las facturas triplica el gasto mensual del alquiler, enganches incluidos.

XUNTA. Las quejas de los vecinos sobre esta última cuestión fue matizada ayer por la Xunta, que recordó que «os gastos de luz, auga e calefacción de calquera vivenda, incluídas as de promoción pública, como son as de Valdecorvos, dependen exclusivamente do consumo que realicen nas mesmas».

Las mismas fuentes señalan que el edificio cuenta con un sistema de calefacción central y de agua caliente sanitaria. Las calderas están apoyadas por paneles solares que mejoran la eficiencia del sistema. «Os custes da calefacción e auga quente sanitaria de cada vivenda van en función do consumo que se realice na mesma, xa que cada unha dispón dun contador individual», añaden.

La cuota de la comunidad incluye el mantenimiento, la limpieza, el alumbrado de zonas comunes, la supervisión de los ascensores y de las instalación térmica, «cuxo obxectivo é optimizar o rendemento das mesmas para garantir o menor custe posible». El importe de este recibo varía en función de la superficie del piso, oscilando entre 48 y 80 euros al mes.

Según la Xunta, antes de la firma de los contratos de alquiler, el IGVS mantuvo reuniones con los inquilinos para explicarles las condiciones de los mismos. «Nas mesmas estiveron a administradora e o representante da empresa encargada do mantemento, que infomaron sobre os custes estimados que conformarían a cota de comunidade a pagar polos inquilinos», añaden.

AUDITORÍA. Desde la entrega de llaves, un nutrido grupo de adjudicatarios han protestado por las deficiencias de la promoción inmobiliaria, que comenzó a construirse en 2009 y cuyas obras no finalizaron hasta principios de 2015.

Las quejas vecinales, que se plasmaron en un escrito que los afectados presentaron ante el Gobierno gallego, precedieron a la realización de una auditoría por parte del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), el responsable de las viviendas. Este mismo organismo ordenó, además, la apertura de una oficina de atención a los afectados y lleva a cabo reuniones quincenales con la adjudicataria de las obras (la constructora Vila-Río Miño S.A.) para supervisar el arreglo de los desperfectos.

Una vez que se entregue la llave de los pisos sociales a los últimos inquilinos de Valdecorvos, es decir, los que optaron por la compra y no por el alquiler, el vecindario podrá conformar su propia comunidad, con lo que podrían recontratar servicios y suministros. Asimismo, la Xunta podrá readjudicar el único apartamento de la promoción, formada por 132 viviendas públicas, que quedó vacío.

El IGVS mantiene reuniones quincenales con la constructora para supervisar el arreglo de desperfectos en el inmueble La Xunta readjudicará el único piso vacío del edificio cuando entregue las llaves a los últimos vecinos, los que optaron por la compra