La planta de compost recibirá 10.000 toneladas al año y solo atenderá a Pontevedra

Pontevedra obligará a reciclar los restos de comida en todo el rural

Se repartirán composteros individuales para que los vecinos de las parroquias traten los residuos orgánicos ► El nuevo sistema de gestión de la basura plantea otros cambios en el ámbito urbano
El compost es un tipo de abono natural que tiene usos agrícolas y de otro tipo
photo_camera El compost es un tipo de abono natural que tiene usos agrícolas y de otro tipo

El Concello quiere dar un giro de 180 grados a su política de gestión de la basura a través de un nuevo sistema de tratamiento y recogida que afectará a los vecinos de todo el municipio. El proyecto, que la teniente de alcalde, Carme da Silva, y el edil de Infraestruturas, Cesáreo Mosquera, definieron este miércoles como "pioneiro en todo o Estado español" durante su presentación, apuesta por reciclar los residuos orgánicos, transformarlos en compost y utilizar este producto natural para fines agrícolas, la regeneración de los montes y otros usos y beneficios, como la prevención de incendios forestales.

Los técnicos municipales trabajan ya en el desarrollo de esta iniciativa, que se prevé implantar en el plazo de un año y que dividirá Pontevedra en tres ámbitos de actuación diferenciados: el rural, los barrios y el centro de la ciudad.

En el rural

Los camiones de la basura dejarán de recoger residuos orgánicos en el rural, en donde reside casi el 25% de la población de Pontevedra. El Concello repartirá miles de composteros individuales para que las viviendas unifamiliares reciclen sus restos de comida. El compost obtenido de este proceso, cuyo nivel de calidad es máximo si se hace de forma correcta, se puede utilizar para la agricultura ecológica.

Da Silva informó de que los vecinos del rural dispondrán de apoyo técnico municipal y del estructurante necesario -restos forestales o de podas que aportará el Concello a través de las Comunidades de Montes u otros proveedores- para la producción de este abono natural.

En los barrios se instalarán composteros comunitarios y en el centro se plantea la recogida puerta a puerta o a través de nuevos colectores

El Gobierno local habilitará composteros comunitarios en las parroquias para dar servicio a aquellos vecinos que no puedan tener una instalación individual por problemas de espacio u otras circunstancias. Un ejemplo de ello es el previsto en el lugar de Cabaleiro, en Campañó, que utilizarán sobre todo los hosteleros de la zona.

En los barrios

En los barrios urbanos y de población media, como A Parda, Salgueiriños, O Gorgullón o Monte Porreiro, se apostará por el compostaje colectivo. Estas instalaciones sustituirán a los tradicionales colectores de basura orgánica y los abonos resultantes podrán usarse en las huertas urbanas y los jardines municipales.

En el centro de la ciudad

El tercer ámbito de actuación del sistema de gestión de la basura orgánica será el centro de la ciudad, casco histórico incluido. En este caso no se apostará por composteros, sino por la recogida separada de este tipo de basura. Lo que todavía no se ha definido es qué modelo se utilizará para ello: si la recogida puerta a puerta, el uso de nuevos colectores o ambas opciones.

Además de los restos de comida, en la ciudad también se recogerán los residuos incluidos en la categoría fracción seca mixta, es decir, textiles, latas o plásticos. Se hará a través de un nuevo contenedor, que probablemente será de color gris para diferenciarlo del resto.

El Gobierno local abre la puerta a la rebaja de la tasa de la basura en el municipio y a reducir sus envíos a Sogama hasta en un 70%

El impacto en la tasa de la basura

La puesta en marcha de este nuevo sistema de tratamiento y recogida de basura abre la puerta a una rebaja del impuesto para todos los contribuyentes. De hecho, los técnicos del Concello modificarán la ordenanza que afecta a esta tasa, que tendrá que diferenciar tres categorías distintas de pago: uno para vecinos del rural, otro para los residentes en barrios urbanos y un tercero para los habitantes del centro.

La única condición para que se produzca esta rebaja fiscal tiene que ver con el compromiso de los ciudadanos con el reciclaje. "Se os niveis de separación son bos non haberá problema", recordó el miércoles el concejal de Infraestruturas, Cesáreo Mosquera.

En este sentido, las campañas de información y sensibilización serán cruciales. El Gobierno local plantea acciones en centros escolares, consellos parroquiales y asociaciones vecinales. "Vaise a facer un porta a porta", avanzó la teniente de alcalde, que informó de que la Universidade de Vigo y las fuerzas vivas de la capital tendrán un papel importante en esta cuestión. "A sociedade de Pontevedra é moi responsable e altamente participativa", destacó Carme da Silva.

El contrato con Cespa

El plan del Concello tendrá implicaciones directas en el actual contrato de la basura de Cespa, que finaliza el 30 de junio de 2017. Aunque "non se baralla unha prórroga", el Gobierno local reconoce que si el proceso de adaptación de los vecinos al nuevo sistema necesita más tiempo, se plantearán otras alternativas.

La implantación de este servicio supondrá, por otra parte, una nueva relación de Pontevedra con Sogama, la planta que en la actualidad incinera toda su basura, tanto la orgánica como el resto. El objetivo del Concello es reducir los envíos al complejo de Cerceda en hasta un 70 por ciento.

En el acuerdo firmado el año pasado entre ambas instituciones para zanjar la deuda contraída por la Administración local, la empresa pública contemplaba ya la posibilidad de que Pontevedra redujese las 30.000 toneladas que cada año destina a la incineradora.


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