El día que Mario Soares hizo turismo en Pontevedra junto a Fraga y Filgueira

Tras el fallecimiento del expresidente de la República portuguesa Mario Soares, Diario de Pontevedra recupera la crónica escrita por Manuel Jabois en julio de 2011, cuando se cumplieron veinte años de la visita de Soares a la ciudad del Lérez
Imagen tomada durante la visita de Mario Soares a Pontevedra, el 9 de julio de 1991
photo_camera Imagen tomada durante la visita de Mario Soares a Pontevedra, el 9 de julio de 1991

‘El turista que no conoció A Peregrina’ es el título del artículo escrito por el periodista Manuel Jabois cuando se cumplieron veinte años de la visita de Mario Soares a Pontevedra. El redactor recordaba el paseo que, en julio de 1991, el entonces presidente de la República portuguesa protagonizó por las calles del centro de la ciudad. Contó Soares en su recorrido con tres guías de excepción, Manuel Fraga, en aquel momento presidente de la Xunta; el director emérito del Museo de Pontevedra, Filgueira Valverde, y el director del Museo, Carlos Valle.

"Caía la solana de julio y Manuel Fraga diseñaba su retiro veraniego de tres días con los conselleiros en el Monasterio de Samos con veto expreso de la prensa". “Se trata de una especie de retiro espiritual, lejos de los escenarios habituales de la política “, decía la Axencia Galega de Noticias. Pero Fraga tenía la agenda apretada los días anteriores. El presidente de la República portuguesa visitaba Galicia. No era la visita de Fidel Castro, que poco menos conmocionaría a España, pero el dirigente socialista del país vecino era el segundo jefe de Estado que llegaba a Santiago después del rey de España. Y entre las paradas previstas de Soares estaba Pontevedra. Así que Francisco Javier Cobián, que se había estrenado como alcalde hacía unos días, se estrenaba ahora como anfitrión", relataba Jabois en el 20 aniversario de la visita.

"Soares llegó con su esposa al Concello con puntualidad portuguesa, minutos antes que la hora gallega. Afortunadamente estaban todos en estado de revista para recibirlo. Con la pareja venía el conselleiro de Pesca, Enrique López Veiga. En el Ayuntamiento esperaban Cobián; el presidente de la Deputación, César Mera, y el director del Museo, Carlos Valle. El presidente portugués llegó expresando su felicidad por estar en una ciudad de larga tradición como Pontevedra, y animó a las ciudades del sur a estrechar lazos con Portugal por tradición e historia.“Volveré pronto en visita oficial“, dijo. Y ya de paso, lanzado, anunció una exposición de Galicia en Lisboa", continuaba la crónica enmarcada en una serie que recogía capítulos de la historia de  la ciudad.

Soares expresó su felicidad por estar en una ciudad como Pontevedra y animó a las urbes del sur a estrechar lazos con Portugal


"Su padre había sido João Lopes Soares, un sacerdote, pedagogo y ministro durante la I República que también había combatido el régimen salazarista. El 19 de abril de 1973 fundó el Partido Socialista de Portugal. Mario fue uno de los más famosos opositores al Estado Novo y por eso fue arrestado doce veces y fue deportado a Santo Tomé y Príncipe. Posteriormente se exiliaría en Francia, donde trabajaría en varias universidades. (...)".

"Muchos años después esperaba en Pontevedra, como presidente de Portugal, a Manuel Fraga, que raramente no se presentó a la hora, y juntos fueron a visitar las ruinas de Santo Domingo con Valle como guía de excepción; allí el intelectual desmenuzó todos los detalles de la historia del edificio de todos los que forman parte del Museo. Así supo Soares que de él se conserva únicamente la cabecera, de cinco ábsides, excepcional en el Gótico gallego, y parte del muro sur de la iglesia y la entrada al capítulo del convento de Santo Domingo, fundado en torno a 1282, si bien las obras del templo actualmente conservado no se iniciaron hasta 1383, continuando a lo largo del siglo XV, como explicó Valle".

SIN A PEREGRINA. En el repaso de aquella visita, Jabois recuerda que el paseo siguió a pie hasta llegar a la Basílica de Santa María, donde se unió el director emérito del Museo, José Filgueira Valverde.

"Tras un paseo por el casco histórico, con paradas en el Teatro Principal y la Praza do Teucro, Soares fue llevado al Museo de Pontevedra. Allí, en el edificio Fernández López, firmó en el libro de honor. Les comió a todos el tiempo, pues aunque estaban previstas paradas en A Ferrería y el Santuario de A Peregrina, no lo hizo por lo apretado de la agenda. Así fue cómo Mario Soares, el presidente de la República portuguesa, estuvo de turismo en Pontevedra y no conoció A Peregrina. “La visita ha sido muy interesante para mí. Concretamente, me ha gustado mucho ver la iglesia de Santa María y el Museo, que tiene verdaderas preciosidade“, dijo al final de la tarde. Había tenido un día complicado Soares, pues de mañana no pudo acudir al Parador Nacional Conde de Gondomar de Baiona a comer con la Corporación de ese municipio. Un corte de tráfico efectuado por trabajadores del Grupo de Empresas Álvarez motivó que el presidente portugués cambiase sus planes y comiese muy cerca de Pontevedra, en Poio, donde degustó los manjares de Casa Solla. Salió ganando el político, desde luego, incluso podría decirse que a a nivel turístico-gastronómico: no conoció A Peregrina, pero sí Solla".

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