La Xunta ha dado un impulso al proyecto de dragado de la ría, que comprende un tramo de 3,2 kilómetros desde la zona de Ence hasta las instalaciones del Club Naval, en la desembocadura del Lérez. Portos de Galicia acaba de someter a información pública el anteproyecto y el estudio de impacto ambiental para retirar todos los sedimentos acumulados en el fondo marino. El objetivo es mejorar la calidad ambiental de este enclave natural y, de paso, ganar calado para facilitar la llegada de barcos al puerto deportivo cuando hay bajamar.
El trámite abre ahora la vía de las posibles alegaciones al plan, que este miércoles fue publicado en el Diario Oficial de Galicia y que da un plazo de 30 días hábiles –a contar desde este jueves– para la presentación de dichas reclamaciones. En caso de que no se le ponga ninguna pega, el organismo autonómico podrá continuar con los pasos previos a la obra, que si no existen nuevos retrasos, se licitará durante el primer semestre de 2018. Si no surgen contratiempos la obra podría terminar a lo largo del segundo semestre de 2019. Así se deja entrever en el documento que acaba de hacer público la Consellería do Mar, en el que se recoge que la duración de los trabajos de dragado durarán un año.
La intervención en esta zona marina se hará por zonas y en un total de once puntos (ver fotografía anexa). Con ello se prevé retirar unos 330.000 metros cúbicos de sedimentos. La mayor parte de ellos, 221.000, serán fangos y los 109.000 restantes serán arenas medias y gruesas, cantos y gravas.
La Xunta consensuará el calendario de las obras, que afectarán al fondo de la ría y a la desembocadura del Lérez, con los mariscadores
El material extraído tendrá dos salidas. El más fangoso se depositará en la zona Suroeste de la isla de Tambo, pero el arenoso tendrá un uso productivo: se utilizará para regenerar zonas contaminadas e improductivas en Campelo, Combarro y Tambo. De esta manera se persigue regenerar los bancos marisqueros que en su día gozaban de buena salud y en los que ahora no crece ni una almeja.
PLAN DE VIGILANCIA. La intervención en la ría requerirá también el consenso con el sector. Y así lo prevé el anteproyecto de dragado, que señala la necesidad de acordar con las tres cofradías (San Telmo de Pontevedra, San Andrés de Lourizán y San Gregorio de Raxó) el calendario de las obras para evitar que estas afecten a la actividad extractiva.
El informe técnico también sugiere que se eviten los trabajos en la parte externa del canal durante los meses de mayo y junio, "época de mayor reclutamiento de invertebrados y especies marisqueras". También recomienda la retirada periódica de los sedimentos que se acumulen después de las tareas de limpieza en el banco de Os Praceres.
El proyecto en cuestión irá acompañado de un plan de vigilancia ambiental. En él se controlará todo tipo de cuestiones: desde los ruidos que puedan afectar a las aves que viven o transitan por la ría hasta los hipotéticos yacimientos arqueológicos que se pudieran encontrar durante su limpieza.
Los trabajos durarán un año y estarán listos en 2019. La actuación en el río obligará a retirar los pantalanes del Club Naval
CLUB NAVAL. El coste del dragado de la ría y del Lérez será superior a lo previsto. Los técnicos sitúan en 3.043.084,31 euros el presupuesto necesario para llevar a cabo estas obras, valoradas inicialmente en dos millones. De este dinero, algo más de 1,9 millones correspondería a la ejecución material y el resto a impuestos y al plan de vigilancia ambiental, valorado en casi 241.000 euros.
La limpieza del fondo del río abrirá un nuevo horizonte de posibilidades para los negocios vinculados con el mar. Los trabajos obligarán a retirar de forma temporal los cuatro pantalanes del puerto deportivo del Club Naval. El presidente del colectivo, Carlos Paz, mostró este miércoles su satisfacción por el empujón a esta actuación. "A nivel político el consenso es casi unánime para sacar adelante este proyecto. Esperemos que no haya más cambios normativos que lo retrasen. Quiero creer lo que nos han dicho los técnicos de Portos de Galicia y las obras finalicen entre 2018 y 2019", explicó.
Además de facilitar la llegada de barcos a las instalaciones de la avenida de Bos Aires, el dragado también mejorará la zona del puerto de As Corvaceiras.
