El Colegio de Economistas de la provincia de Pontevedra inicia una nueva etapa de la mano de Carlos Mantilla. El nuevo decano, que resultó elegido en las elecciones celebradas el pasado día 14, es licenciado en Derecho por la Universidad Camilo José Cela y doctor en Economía Aplicada por la Universidad CEU-San Pablo. También fue vicepresidente del Consejo Superior de Titulados Mercantiles de España y vocal del Consejo General de Economistas de España, además de Socio fundador de Carlos Mantilla Asociados S.L., vicepresidente de la Deputación con José Cuíña Crespo y senador y diputado en el Congreso por el PP.
Uno de los pilares de su candidatura era el trabajo activo para la integración de los recién titulados en el mundo laboral. "Mi gran reto es intentar que los nuevos graduados se sientan atraídos por el Colegio. Por eso, me comprometo personalmente a entablar negociaciones con bancos, grandes compañías, administración... para que cada año cuenten con chicos y chicas recién salidos de la facultad para que tengan una primera experiencia laboral a través de convenios o becas porque sin experiencia profesional resulta muy difícil encontrar un trabajo".
Otra de las grandes preocupaciones del nuevo decano del Colegio de Economistas es ayudar a los colegiados en paro a través de bolsas de trabajo, con entrevistas en empresas. Para ello quiere contar con los colegiados eméritos, que "han dejado la actividad profesional pero que tienen un bagaje intelectual importante, para que les ayuden en la orientación y en la reubicación".
A corto plazo no veremos a distintos líderes de diferentes ideologías en una mesa para arreglar el país
En concreto, animar a los economistas recién titulados a colegiarse y ayudar a encontrar trabajo a los desempleados son los ejes fundamentales en los que va a girar la actuación del equipo directivo que lidera Carlos Mantilla "con el fin de que el Colegio pueda mantener viva su esencia y que ser economista sea un orgullo".
Sobre la imagen que proyecta el economista en la actualidad, Mantilla efectúa esta reflexión: "En mis tiempos de estudiante universitario había un lema que rezaba: "El optimismo es el motor de la economía". Ese optimismo hay que mantenerlo. Los economistas pueden ayudar a conseguirlo, pero son los políticos los que tienen que insuflar esa confianza a la sociedad para darle tranquilidad a la hora de invertir, ahorrar o gastar. Para lograrlo deberían ponerse de acuerdo en determinados asuntos".
En este sentido, el nuevo decano de los economistas colegiados indica que "los políticos de antes, aunque fueran de distintas ideologías, eran capaces de llegar a entendimientos en temas de relevancia. En la actualidad parece ser que no son capaces de conseguirlo".
"La economía es una ciencia complicadísima a la que los políticos tienen que ayudar para generar confianza a los españoles", señala Mantilla. Sobre esta base, el experto, que cuenta con un amplio bagaje profesional y político, subraya que "el mercado laboral y la educación, que son dos pilares importantes, han de tener una regulación estatal que cuente con el acuerdo de todos los partidos. Que cada vez que un partido llega al Gobierno quiera cambiar una ley genera desconfianza".
El resultado de las elecciones generales no será bueno; habrá tiranteces entre quien gobierne y quienes le apoyen
A este respecto señala que, "por ejemplo, si un emprendedor quiere invertir un dinero en la apertura de un negocio tiene que saber a ciencia cierta cuáles son las reglas y a lo que se arriesga. No es nada bueno que haya 17 leyes de Comercio distintas en España. Algún día los políticos deberán sentarse en una mesa para intentar solventar los problemas que tiene la sociedad y no ir cambiando las leyes en función del partido que éste en el Gobierno".
TRES PILARES. Sobre el momento económico actual de la provincia de Pontevedra, Carlos Mantilla dice que "es una de las grandes elegidas desde el punto de vista económico" porque, precisa, "cuenta con tres pilares fundamentales que la están sustentando con cierta tranquilidad: el mar, el sector del automóvil (Citroën) y el turismo".
En su análisis, el decano de los economistas prevé que a corto o medio plazo "la provincia de Pontevedra no debería tener grandes problemas en comparación con el resto". Recuerda que "en situaciones pésimas el mar (astilleros, conserveras y los puertos) ha sido un colchón económico, que ahora lo sigue siendo aunque en menor porcentaje por la actividad que genera Citroën y sus empresas auxiliares y el importante tirón que el turismo está teniendo en los últimos tiempos. debido, sobre todo, a la mejoría del clima que ha convertido a las Rías Baixas en un atractivo turístico a nivel internacional".
Respecto a qué otros sectores de la economía de la provincia atesoran una mayor capacidad de proyección, Mantilla indica que "la actividad de la empresa Inditex, una de las más importantes del mundo, supone un buen colchón económico no solo para la provincia de Pontevedra sino para toda Galicia. En este sentido, contamos con un sector comercial importantísimo. Tanto es así que la ciudad de Pontevedra se está defendiendo económicamente gracias a su gran comercio, que es distinguido y que atrae a mucha gente. Creo que los habitantes de esta provincia somos afortunados al contar con una consolidación económica que, pese a nuestros políticos, nadie va a poder destruir".
¿Cómo ve Mantilla el panorama político a nivel nacional, con unas elecciones generales a la vista?. Son unos comicios que, en su opinión, "no invitan a la tranquilidad económica" porque, argumenta, "el resultado que pueda haber no será bueno". Entiende que "gane quien gane tendrá que contar con el apoyo de otros partidos a los que va a tener que hacer concesiones constantemente, cuyos líderes con sus apetencias y aspiraciones". Además, el decano del Colegio de Economistas de Pontevedra está convencido de que va a haber "tiranteces" entre quienes ostenten el Gobierno y quienes les apoyen. "Creo que a corto plazo nunca veremos a distintos líderes de diferentes ideologías sentados en una mesa con la intención de llegar a un consenso para arreglar el país, que es lo fundamental para todos".
En cuanto al papel que deberían jugar los economistas en el diseño de las líneas de actuación del Gobierno que resulte elegido el 28 de abril, Mantilla apunta que estos profesionales "podrán decir a los políticos cuáles son las ventajas y los inconvenientes de cada una de las medidas que pretendan adoptar. Pero claro, si éstas las van a decidir a sus espaldas está claro que en la gran mayoría de las ocasiones se van a equivocar".
