Las relaciones de los narcotraficantes más perseguidos de las Rías Baixas con una organización criminal asentada en el Sur de la Península dedicada a la construcción de embarcaciones para transportar y ocultar droga en el occidente de Europa llevaron a los investigadores del Greco Galicia a latitudes que normalmente no frecuentan. Los especialistas de la Comisaría de Pontevedra fijaron su atención en el Mediterráneo para, al mismo tiempo que continuaban con sus pesquisas para poner freno al repunte del tráfico de cocaína en Galicia, seguir la pista de un grupo delictivo internacional con capacidad para traficar con hachís desde Marruecos hacia varios países del Sur de Europa.
Los seguimientos y las intervenciones en las comunicaciones entre los sospechosos sirvieron al grupo antidroga de Pontevedra para llegar hasta el mercante Munzur, un buque de bandera panameña que, desde el Norte de África, tenía previsto recorrer el Mediterráneo haciendo parada en varios puertos.
Con esta información, el Greco de Pontevedra, en contacto con la Udyco central, apostó por un abordaje en altamar para incautar todo el alijo que, según creía, era muy importante.
Ello hizo que entrase en escena Europol, el organismo encargado de coordinar la fase final de un operativo en el que iban a participar las policías de Turquía, Grecia y la Guardia di Finanza italiana, que sería el cuerpo encargado de abordar el buque, dada la proximidad de su ubicación a las costas de Sicilia.
La investigación culminó a unas diez millas de la isla de Pantelaria, al Suroeste de Sicilia. Los agentes italianos hallaron 13.000 kilos de hachís ocultos bajo polvo de hierro en las bodegas del buque, y completaron el arresto de once personas, diez de nacionalidad ucraniana y una georgiana.
El Greco Galicia tiene constancia de que los cabecillas de la red criminal son españoles y marroquíes que no pudieron ser detenidos, aunque sospecha que la organización cuenta también con enlaces en Libia y en Egipto.
Los registros efectuados en la embarcación, que continúa en el puerto de Palermo varios días después del decomiso de la droga, fueron efectuados de forma coordinada por los funcionarios de la Policía italiana y por miembros del Cuerpo Nacional de Policía adscritos a la embajada de España en el país transalpino, que habían recibido toda la información necesaria para la tarea de los responsables del grupo antidroga con base en la Comisaría Provincial de Pontevedra.
Los especialistas de la unidad de élite gallega contactaron con la Guardia di Finanza italiana para cerrar la operación
