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El Seprona pone su lupa sobre los furanchos

La Guardia Civil controla que los 'loureiros' de Pontevedra tengan su licencia y cumplan con la normativa municipal, la primera de este tipo aprobada en Galicia
Cartel que indica la ubicación de un furancho
photo_camera Cartel que indica la ubicación de un furancho

El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, el Seprona, ha puesto la lupa en los furanchos de Pontevedra. El objetivo de estas inspecciones es controlar que los loureiros cumplan con la exigente normativa municipal, que fue la primera de este tipo en entrar en vigor en Galicia. Lo hizo en abril de 2013 después de las protestas del sector hostelero, que veía en este tipo de establecimientos una competencia desleal, y de los propios furancheiros, que exigían reglas claras para evitar la pérdida de sus excedentes de producción de vino.

Un furancho de Campañó supera la inspección realizada el 28 mayo por dos agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza

Uno de los últimos controles del Seprona afectó a un furancho de Vispo, en Campañó. Dos agentes del instituto armado fueron los encargados de cotejar que el local cumplía con todos los requisitos del reglamento pontevedrés. Y así fue.

El acta redactada por los guardias civiles el pasado 28 de mayo examinó hasta once puntos, destacando en el apartado de ‘Observaciones’ que el ‘loureiro’ "sí presenta declaración responsable". En ella, los responsables de estos locales informan al Concello de los análisis que debe superar el vino que vaya a poner a la venta y otras cuestiones de índole técnica y administrativa.

En su inspección, el Seprona hizo constar que el propietario del furancho contaba con todas las autorizaciones y las exigencias del reglamento municipal. Entre ellas, poseer la obligatoria licencia de actividad, la citada declaración responsable, seguro en regla, disponer de hojas de reclamaciones para los clientes, tener el ‘loureiro’ debidamente señalizado, poseer indicaciones sobre la prohibición de formar en el local, tener los barriles de vino numerados, despachar la comida reglamentaria o respetar las fechas y horarios de apertura.

Los establecimientos deben tener seguro, acreditar que el vino procede de sus viñedos y que su carta se limita a cinco tapas

EL REGLAMENTO. Todos los furanchos de Pontevedra deben contar con un seguro de responsabilidad civil de un mínimo de 90.000 euros, tener sus viñedos inscritos en el Rexistro Vitícola de galicia para acreditar que el vino que va a vender procede de sus fincas, colocar una rama de laurel en el exterior del establecimiento y el distintivo ‘Furanchos de Pontevedra’ en el interior.

La ordenanza municipal también establece un límite de tapas para este tipo de establecimientos. Cinco en total: tabla de embutidos y quesos, oreja o chorizo, zorza o raxo, tortilla y pimientos de Padrón.

Además, los ‘loureiros’ solo podrán abrir un máximo de tres meses en horario de 17.00 a 1.00 horas de lunes a jueves y con una jornada más amplia los viernes, sábados, domingos y festivos.

El reglamento local, que puso en marcha el edil socialista Antón Louro, también establece la creación de un Rexistro Municipal de Furanchos e Loureiros que gestiona el servicio municipal de Urbanismo. El control del cumplimiento de los requisitos legales corresponderá al Concello, en primer término, y a los inspectores de Turismo de la Xunta de Galicia, en segundo término, por lo que la inspección de estos establecimientos por parte del Seprona podría derivar de alguna denuncia.

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