Cada hora se firman tres nuevos contratos en Pontevedra y solo el 6% de ellos son indefinidos

La lacra de la temporalidad gana terreno y afecta al 94% de los contratos. Más de 4.500 vecinos del municipio solicitan empleo en el sector servicios. Uno de cada dos parados lleva más de un año buscando trabajo y supera los 45 años
Dos camareros sirviendo este martes en una terraza
photo_camera Dos camareros sirviendo este martes en una terraza

El municipio capitalino ha cerrado el primer semestre del año con un volumen de contrataciones que ya se sitúa a niveles precrisis, cuando el mercado laboral era ajeno a burbujas inmobiliarias y especulaciones de capital. El Institugo Galego de Estatística (Ige) ha cuantificado entre enero y junio la firma de 12.471 contratos en el concello pontevedrés, un montante que no se alcanzaba desde 2008 y que significa la creación de 70 empleos diarios.

El balance numerario no entra a valorar los motivos de esta escalada de cifras, pero todo hace presumir que el incremento está relacionado con una leve recuperación de los principales sectores generadores de empleo, véase, el comercio y la hostelería en el caso de la Boa Vila.

El problema es el peaje que se está pagando para lograr esta mejoría y las condiciones en las que se está creando trabajo. Las propias estadísticas dejan ver que la lacra de la temporalidad de los contratos ha ido ganando terreno, hasta tal punto que el 94% de los trabajos formalizados en la primera mitad de 2016 tienen una fecha de caducidad temprana. Algunos son para cubrir bajas y sustituciones, otros para reforzar plantillas en momentos puntuales, como Semana Santa y la campaña de rebajas, y unos cuantos para esquivar la contratación fija o indefinida.

De esos más de 12.000 contratos suscritos, tan solo 752 fueron con carácter indefinido, un porcentaje muy pequeño que hace que la estabilidad sea una de las grandes tareas pendientes en el escenario laboral que ha dejado tras de sí la recesión económica.

SECTORES. Además, el peso del sector servicios continúa siendo clave en direcciones opuestas, tanto a nivel de creación de empleo como de demanda de trabajo. Prueba de ello es que el 83% de los contratos firmados entre enero y junio de este año están ligados al sector servicios y que, al mismo tiempo, el 68% de los desempleados del municipio, 4.563 personas, están buscando trabajo en este mismo sector. Las áreas más demandadas son el comercio, en la que hay 1.002 personas buscando trabajo a través del Inem, la hostelería (869) y el ámbito de actividades administrativas y servicios auxiliares (564).

La industria sigue en estado latente y solo abarcó el 9% de los contratos hechos en seis meses (1.136), exactamente el mismo porcentaje de parados que están inscritos en esta área. La construcción dio lugar al 6,6% de los contratos y es objeto del 12,3% de las demandas laborales, mientras que el sector de la agricultura y pesca repite último puesto en ambos listados con 180 contratos en seis meses y 132 demandantes de empleo.

El examen de las afiliaciones a la Seguridad Social no arroja mejores resultados. El último recuento, correspondiente al mes de marzo, sitúa en la ciudad a 26.961 cotizantes, una cifra que se mantiene en la línea de los balances de los últimos tres años, pero que guarda distancia con los 30.208 que se contabilizaban en junio de 2008 (un 11%).

A nivel de autónomos, el Ige tiene constancia de 5.203 pontevedreses que están ganando su jornal en este régimen, un colectivo que se ha mantenido bastante estable en los últimos años, pese a las políticas que abogaron por el autoempleo ante la falta de oportunidades en las esfera pública y privada. De hecho, hace ocho años había algo más de 200 autónomos registrados en el municipio pontevedrés.

MÁS DE UN AÑO DE ESPERA. De los 6.726 desempleados contabilizados a finales de junio en el concello, el 49,2% (casi uno de cada dos) lleva más de un año esperando a encontrar un trabajo que le permita regresar al mercado laboral. Otros 1.066 llevan en lista de espera entre seis meses y un año, y 1.694 entre un mes y medio año. Los que llevan menos de 30 días anotados en las oficinas del Inem son los menos (654).

Las estadísticas no explican si la duración de la demanda está vinculada a la edad de los parados, pero lo cierto es que el 48,6% (3.270 pontevedreses) de los desocupados tienen más de 45 años, una edad en la que empiezan a agudizarse los problemas a la hora de encontrar una ocupación.

Los tramos de edad con menos paro son los comprendidos por debajo de los 35 años. En los extremos de la clasificación por edades destacan un grupo de 61 jóvenes de entre 16 y 19 años que están inscritos como demandantes de empleo y un grupo de 600 adultos de entre 60 y 64 años que están a la búsqueda de un trabajo que les permita jubilarse con todas las garantías.

Algo similar ocurre a nivel de contrataciones. El 48% de los contratos suscritos durante el primer semestre del año fueron firmados por pontevedreses de entre 16 y 34 años y el 46,2% por trabajadores de entre 35 y 54 años. Solo el 5,7% (710 contratos) fueron formalizados por adultos de más de 55 años.

Por sexos, los hombres son los que salen mejor parados. Por un lado, porque el 54,2% de los contratos fueron firmados por el género masculino y, por otro, porque hay menos desocupados hombres (3.036) que mujeres (3.690).

Caso particular lo protagonizan 599 demandantes de empleo que todavía no han tenido la oportunidad de estrenarse en el mercado laboral y siguen a la espera de lograr su primer trabajo.

El 48% de los contratos suscritos durante el primer semestre fueron firmados por pontevedreses de entre 16 y 34 años

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