El XII Encontro de Palilleiras bate su récord con 1.300 participantes

Artesanas llegadas desde distintos puntos de España y Portugal abarrotaron el Recinto Feiral

La Boa Vila se convirtió este domingo en la capital del encaje gracias al Encontro de Palilleiras organizado por la asociación pontevedresa A Fieitiña. La cita, que este año alcanzó su decimosegunda edición, batió todos los records establecidos hasta la fecha. Así lo explicó la presidenta del colectivo, Esperanza Marín, quien precisó que en esta ocasión se congregaron en el Recinto Feiral de Pontevedra 1.300 participantes, una cifra "espectacular" que "nunca hasta ahora se había conseguido", dijo. De hecho, en el anterior encuentro se habían reunido 1.190 palilleiras y, aunque el número ya era muy elevado, este año fue todavía mayor.

La inauguración oficial tuvo lugar por la mañana con la presencia de representantes del Concello y la Deputación. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores; la edil Carmen Fouces; la presidenta provincial, Carmela Silva, y la diputada Chelo Besada recorrieron el salón admirando la destreza de las palilleiras y las espectaculares piezas que iban confeccionando.

Pero además de a las propias artesanas, el encuentro también atrajo a numeroso público a lo largo de la jornada del domingo, durante la cual pasaron por el Recinto Feiral miles de personas.

Miguel Padín "Eu empecei a palillar en plan de cachondeo, porque miña nai estaba nun taller, engancheime e xa levo sete anos facéndoo"

De hecho, este evento ha contribuido mucho a disparar la ocupación hotelera en la ciudad y su entorno, pues no solo reunió a una multitud de participantes llegadas desde muchos municipios gallegos, sino también a otras que viajaron desde otros puntos de España y Portugal. Tal y como señaló Esperanza Marín, "tenemos gente de Murcia, Valladolid, Extremadura, Ponferrada, Madrid... De muchos lugares distintos".

El éxito de la convocatoria demuestra "que este oficio está en auge y cada vez son más las personas que lo practican", indicaron tanto la portavoz de A Fieitiña como muchas de las palilleiras congregadas en el lugar. Una de ellas fue Iria García, una joven de 27 años de edad natural de Noia que empezó a palillar cuando tenía solo siete años y hoy en día imparte clases para enseñar a otras personas este arte tradicional.

"Yo empecé porque una tía mía palillaba. Me gustó y ya no lo he dejado nunca. Cuando yo era pequeña había muy poca gente que practicaba este oficio. Sin embargo ahora hay mucha más. Yo soy profesora y en mi curso de palillar tengo a 15 alumnas", señaló.

Iria García "Mi tía fue la que me metió en esto cuando yo tenía siete años y ahora, con 27, doy clases para enseñar a otras personas"

CONTRA LA VIOLENCIA. En el Encontro celebrado el domingo, la inmensa mayoría de las palilleiras fueron mujeres, aunque también hubo algún hombre manejando los bolillos y los alfileres. Uno de ellos fue Miguel Padín, de 36 años y procedente de Meaño que, según explicó él mismo, empezó a palillar "en plan de cachondeo" y ahora "estou enganchado".

Con todo, aunque los varones se van sumando poco a poco a esta práctica, las mujeres siguen superándolos con muchísima diferencia. Precisamente, con este XII Encontro la organización quiso rendir homenaje a las víctimas de la violencia de género. Para ello exhibieron un gran panel con forma de lazo montado con camisetas decoradas con piezas de encaje elaboradas por las integrantes de A Fieitiña. Tal y como subrayó Esperanza Marín, "estas camisetas representan a cada una de las mujeres asesinadas este año en crímenes machistas".

También colocaron en el Recinto paraguas negros decorados con encaje y estampados con el lema Contra a Violencia.

Además de los símbolos para rechazar el maltrato, la asociación organizadora exhibió otras delicadas piezas en unos murales de las cuatro provincias gallegas. Para la de Pontevedra crearon encajes con la forma de la iglesia de A Peregrina y el loro Ravachol, el puente de Rande, la Carabela de Baiona, un pulpo de Ons y una cacheira de Lalín.

Junto a las mesas habilitadas para que las palilleiras pudiesen trabajar, el XII Encontro también contó con numerosos puestos de artesanía y en los días previos incluyó un curso de diseño, confección y montaje de bolsos y monederos impartido por una profesora llegada desde Cartagena.

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