La Audiencia Nacional ha resuelto la apelación presentada por el Ministerio Fiscal y los condenados en primera instancia en el proceso por blanqueo de capitales procedentes del tráfico de cocaína que desarrolló en su momento Juan Carlos Fernández Cores, Parido, uno de los grandes capos de las Rías Baixas en los primeros años del presente siglo, que llegó a tomar el testigo, junto al fallecido Patoco, de la red de Sito Miñanco cuando éste ingresó en prisión, y que no cesó en su actividad hasta que la Policía Nacional le paró los pies en la operación Tabaiba, una de las mayores redadas contra la infraestructura de los narcos de todos los tiempos.
El nuevo fallo contempla un aumento de las penas a imponer para la esposa y la expareja del cabecilla, que actuaban como testaferros, según el dictamen, y a las que se imponen penas de tres años y tres meses de cárcel, cuatro meses más que lo que se había dictaminado inicialmente. Al mismo tiempo, incluye una reducción para el capo, que había sido condenado a cuatro años y medio que han sido rebajados en seis meses en esta fase de apelación apreciando la atenuante de dilaciones indebidas.
La Audiencia mantiene, eso sí, las multas, que se elevan a 1,3 millones de euros en el caso de Parido y entre 200 y 300.000 euros para las dos testaferros.
Junto a ello, se ordena el decomiso definitivo de numerosos bienes, entre los que destacan el chalé y las fincas de su entorno que estaba a nombre de una de las testaferros, además de un centro comercial en Valença do Miño. En el país vecino fueron detectados numerosos movimientos de dinero de difícil justificación.
Los cambios en la sentencia resultan controvertidos para las defensas, que esperan obtener amparo ante el Tribunal Supremo.