Ellas en primera línea de batalla

La lucha contra la autopista, las dragas de Ponte Sampaio o Celulosas centraron un acto del Concello para dar visibilidad al papel femenino en los conflictos sociales de la segunda mitad del siglo XX ▶"Usamos unha bandeira da Falange para protexernos", asegura una de las protagonistas

Encuentro en memoria de las mujeres pontevedresas, en la Casa das Campás. DAVID FREIRE
photo_camera Encuentro en memoria de las mujeres pontevedresas, en la Casa das Campás. DAVID FREIRE

"Se non te levantas non consegues nada. Eu non entendo á xente nova de agora. Onde están? Eu sempre lles digo que loiten polo que teñen e non o deixen ir", explica Carmen Álvarez Otero. Ella fue una de las protagonistas del alzamiento de Ponte Sampaio contra las dragas que en los años 60 llegaron a la parroquia para llevarse la arena del fondo del río Verdugo para usarlo como material en la construcción de viviendas.

Carmen tenía 17 años cuando decidió tomar partido en este conflicto. Estaba casada, tenía una hija y estaba embarazada de otra más. "Eu fun preñada á liada esta", recuerda.

Era 1964 y España vivía en una dictadura, la de Francisco Franco. La llegada de aquellos grandes barcos con palas a la zona de la xunqueira de Ponte Sampaio colmó la paciencia del pueblo. Especialmente beligerantes se mostraron las mariscadoras que, como Carmen, veían peligrar su modo de vida. "Daquela todo o mundo ía a mariscar. Non había carnés como agora. Era libre e ías pañar ameixa e berberecho todos os días, incluso os domingos", apunta.

Carmen Álvarez Otero, se rebeló contra las dragas
"Eu fun preñada á liada esta. Os das dragas marcharon a Vigo a pedradas e a nós detívonos a Garda Civil"

El trabajo de las dragas, esquilmando el río, motivó una reunión de las trabajadoras. Se organizaron y decidieron plantarle cara a aquellas embarcaciones. "Collemos os mandiles das nosas nais, atámolos á cintura e enchémolos de pedras", comenta.

Ella y sus compañeras de faena decidieron llevar un escudo a aquella protesta: una bandera falangista. "Fomos á Falange e pedímoslle unha bandeira española porque tiña o xugo e as frechas. Era para protexernos se a cousa se poñía fea".

Las mariscadoras de Ponte Sampaio bajaron al río, ondeando aquel estandarte "e cantando o himno de Franco como trampa". Al llegar a orillas del Verdugo y ver las dragas, comenzó el ataque. "Aquilo foi unha batalla campal", recuerda.

Las piedras volaron desde la playa hasta el río y los tripulantes de los barcos esquivaron como pudieron los proyectiles. "Os das dragas marcharon a Vigo a pedradas e deixaron alí as lanchas. Estivemos tres días vixiando e, ó final, acabaron levándoas e non volveron nunca máis", cuenta orgullosa esta vecina.

Lara Barros, historiadora
​"Sufriron unha triple opresión: por ser mulleres, por vivir no rural e por ser labregas. Pero o seu papel na loita foi esencial"

Carmen, que ahora tiene 72 años, recuerda que aquel episodio no pasó desapercibido en el pueblo. Ni para los vecinos ni para la Guardia Civil. De hecho, los operativos del cuartel situado en Arcade acudieron a la zona cero tras ser alertados por los empleados de las dragas. "A min e a outras compañeiras detívonos a Garda Civil. Pero non nos fixeron nada. Só quería saber de onde sacaramos aquela bandeira".

"SILENCIADO". La de Carmen Álvarez Otero es una de las historias en las que las mujeres pontevedresas se pusieron en primera línea de batalla. Otras también lo hicieron con otros conflictos sociales, como los ocurridos durante la construcción de la Autopista do Atlántico, en los años 70, o la implantación de la Empresa Nacional de Celulosas en Lourizán por orden de Franco.

"Elas sufriron unha triple opresión: por ser mulleres, por vivir no rural e por ser labregas. Pero o seu papel na loita social foi esencial", destaca la historiadora Lara Barros, que este viernes participó en un acto organizado por el Concello de Pontevedra en la Casa das Campás. En él se dio voz a aquellas heroínas anónimas que encabezaron manifestaciones en la segunda mitad del siglo XX.

El objetivo del encuentro, incluido en el programa Memoria das Mulleres y coordinado por María Abilleira, fue el de reconstruir y visibilizar el papel "silenciado e invisible" de las pontevedresas en las reivindicaciones sociales y en su defensa del agro o del monte comunal.

Público asistente al encuentro en memoria de las mujeres pontevedresas, en la Casa das Campás. DAVID FREIRE
Público asistente al encuentro en memoria de las mujeres pontevedresas. DAVID FREIRE

 

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