Elnosa se da dos años de plazo para descontaminar los terrenos de Lourizán

La compañía dice que el cierre "definitivo" de su planta, situada en terrenos públicos del Estado, se debe a "motivos puramente políticos, por la oposición sistemática y destructiva" del Concello

Fugas (derecha) junto al presidente de Bondalti, propietario de Elnosa (centro), en Portugal. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Fugas (derecha) junto al presidente de Bondalti, propietario de Elnosa (centro), en Portugal. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Elnosa se da dos años de plazo para descontaminar los terrenos que actualmente ocupa en Lourizán. La compañía, que este viernes confirmó el cierre "definitivo" de su planta en Pontevedra a través de un comunicado de prensa, deberá desmantelar sus instalaciones y rehabilitar el suelo que la fábrica ocupa desde hace 50 años al lado de la ría. El presidente de la clorera, João Fugas, confirmó a este periódico que estas obras se detallarán en un proyecto "que deberá ser aprobado por la Consellería de Medio Ambiente antes de su ejecución". El mismo también tendrá que contar con la necesaria supervisión de la Dirección General de Costas, porque el suelo que ocupa la fábrica es de dominio público marítimo-terrestre.

Aunque el adiós de Elnosa se daba por hecho, lo cierto es que el Gobierno central aún no ha hecho público el informe que obliga a la empresa a cesar su actividad y a abandonar su actual ubicación. "A día de hoy seguimos sin la resolución del expediente de caducidad por parte de Costas", comentó Fugas.

El dictamen estatal, que también responderá de forma negativa a la prórroga solicitada por la firma, fue anunciado por el PSOE para el pasado mes de octubre.

EMPLEADOS. El anuncio de Elnosa sobre su salida de Lourizán, el primero que anuncia públicamente, se produce tres días después de iniciar el período de consultas de un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que supondrá el despido de 21 empleados hasta verano de 2020. La plantilla final de la química quedará reducida a siete personas. "La actividad comercial, logística y de soporte administrativo estará localizada en la comarca de Pontevedra", señaló el presidente de la compañía.

Elnosa mantendrá su presencia en Galicia, aunque de forma casi anecdótica, y una base logística en el Puerto de Vigo. En la factoría de Lourizán apenas hay trabajo, que se ha ido reduciendo desde el pasado mes de diciembre, cuando dejó de producir cloro con tecnología de mercurio. Esta prohibición partió de la Unión Europea y afectó a cinco de las nueve cloreras que había en España.

El ultimátum de Bruselas obligó a la empresa a despedir a más de la mitad de la plantilla, que entonces empleaba a 60 personas, quedándose solo con 28 trabajadores.

Bondalti, el grupo portugués al que pertenece Elnosa y que está presidido por uno de los empresarios más fuertes del país vecino, João Maria Guimarães José de Mello (en el centro de la foto), ofreció el traslado a la nueva fábrica de cloro que había comprado en Torrelavega a parte de su personal. La planta cántabra, muy similar a la de Lourizán, precisó una inversión cercana a los 50 millones de euros para adaptarla a las exigencias europeas, que impiden el uso del mercurio en el proceso de producción del cloro.

La factoría de Cantabria, comprada a Solvay, se inaugurará en 2019. Según Bondalti (que antes operaba con la marca CUF), la planta creará 150 puestos de trabajo "directos, indirectos e inducidos".

Un grupo de trabajadores de la clorera ha sido absorbido por Ence, que emplea de forma directa a siete personas y a dos de forma indirecta a través de subcontratas.

Elnosa culpa de su cese de actividad al Concello, "que siempre se opuso a la permanencia de la empresa". La compañía vincula su cierre a "motivos puramente políticos, por la oposición sistemática y destructiva del Ayuntamiento de Pontevedra". En el comunicado emitido este viernes sostiene que su objetivo siempre ha sido quedarse en Lourizán. También señala que "la indefinición legal" de su fábrica, que ocupa terrenos públicos del Estado, y la "incertidumbre sobre la renovación de la concesión" por parte del Gobierno central "comprometieron el buen desarrollo de la fábrica".

"A día de hoy seguimos sin la resolución del expediente de caducidad por parte de Costas", explica el presidente de Elnosa

Las críticas a los ejecutivos de Miguel Anxo Fernández Lores y de Pedro Sánchez contrastan con las buenas palabras hacia la Xunta, a la que le agradecen su "apoyo". El Gobierno gallego vinculó su respaldo a la permanencia de Elnosa al cumplimiento de la "legalidad", una cuestión que no va a cumplir si se tienen en cuenta los informes contrarios del Ministerio de Medio Ambiente.

En octubre de 2013, Xunta y Elnosa firmaron un protocolo para trasladar la fábrica en la comarca. Lo hicieron cinco meses después de que cambiara la Ley de Costas, que daba a la firma una posibilidad para quedarse en la ría. Aquel acuerdo entre ambas entidades nunca se cumplió.

A continuación, la química solicitó licencia al Concello para modernizar su planta para adaptarla a las exigencias europeas y acogerse así a la normativa que en 2013 no tuvo en cuenta. El Concello se la denegó y la empresa llevó el asunto a los tribunales, que dieron la razón a la Administración pontevedresa porque Elnosa que no cumplía con los requisitos urbanísticos para acceder a aquel permiso.

El cierre de Elnosa "é unha boa noticia e non responde a razóns políticas". Así lo defendió este viernes la Asociación pola Defensa da Ría, que instó a la empresa a eliminar el mercurio del suelo en Lourizán y que aseguró que el único responsable de los despidos es Elnosa, la plantilla y los sindicatos, "que fixeron o traballo sucio dos empresarios".

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