El grupo portugués CUF, propietario de Electroquímica del Noroeste (Elnosa), trabaja ya en la "elaboración de un proyecto para cambiar de tecnología" y poder continuar su actividad en Lourizán.
El plan contempla la eliminación del mercurio en el proceso de producción, una condición que exige la Unión Europea para las industrias de este tipo y uno de los motivos clave por los que se le ha puesto a la empresa fecha de caducidad: finales de 2017. En su lugar, la compañía prevé instalar tecnología de membrana, una alternativa totalmente apta a ojos de la Unión Europea y que ya ha sido habilitada en otras cloreras en un plazo de tiempo bastante asumible, de uno o dos meses, y sin interferir apenas en el ritmo de producción.
La inversión prevista podría oscilar entre los 25 y 30 millones de euros, casi un 40% menos de la necesaria para construir otra fábrica de cloro (valorada en unos 70 millones de euros) y, al parecer, la empresa tiene la voluntad de hacer frente a esta inversión.
Los planes de trabajo trascendieron en una reunión celebrada hace unos días, en la que representantes de la empresa trasladaron a los trabajadores que "apuestan por el cambio tecnológico".
Dicha actuación permitiría dejar sin efecto el protocolo suscrito en 2013 entre la compañía y la Xunta de Galicia. En base a este acuerdo, que ya entonces se presentó como de no obligado cumplimiento, la empresa se comprometía a retirar los recursos judiciales, a renunciar a cualquier tipo de indemnización y a cesar la actividad entre diciembre de 2016 y octubre de 2017, fecha para la que está prevista el inicio del desmantelamiento de la planta. Además, prometió presentar dos propuestas de traslado en Galicia (una de ellas en la área de influencia de Pontevedra) que, por lo de ahora, se han quedado en dos proposiciones difusas sin visos de salir adelante.
El cambio de postura de la empresa surgió a colación de lo que ha ocurrido con la fábrica vecina de Ence, que ha logrado el respaldo del Gobierno gallego y del PP al completo para continuar en Lourizán con el único condicionante de cumplir los requisitos medioambientales. Previamente, Elnosa tenía la aparente voluntad de abandonar las marismas de Lourizán, según manifestaron en su día portavoces de la compañía y del Gobierno gallego.
NEGOCIACIONES. Lo que desconocen los trabajadores es en qué estado se encuentran las negociaciones con la Xunta de Galicia, una vez que la clorera ha decidido apostar por la permanencia.
La empresa no se pronuncia a este respecto, mientras que la Administración autonómica se mantiene en su discurso de que necesita conocer "los planes de futuro" de Elnosa con plena exactitud para poder posicionarse.
Por su parte, los empleados esperan que "a partir de septiembre" se reactiven las solicitudes cursadas para celebrar sendas reuniones con el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Así lo ha trasladado a este periódico el presidente del comité de empresa, Avelino García, quien confirmó que "no se ha producido ningún contacto más por parte de la Xunta" desde la reunión mantenida el pasado 21 de abril con la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Ethel Vázquez.
La plantilla, integrada por unas 70 personas con una edad media de entre 30 y 40 años, confía en acabar logrando los mismos avales recogidos por Ence para continuar su actividad en su actual emplazamiento.
