El equipo policial de lucha contra la droga que más cocaína ha decomisado en Europa en el siglo XXI tiene nuevo jefe. Tras la marcha de su histórico líder, Antonio Duarte, a la Brigada Central de Estupefacientes, la Dirección General de la Policía ha apostado firmemente por uno de sus hombres de máxima confianza, el vallisoletano Emilio Rodríguez Ramos, para dirigir los dos grupos de la unidad Greco Galicia.
Rodríguez, que ya lleva más de un mes en el despacho que ocupó Duarte durante más de una década en la sexta planta de la Comisaría de Pontevedra, cuenta con una amplia experiencia en la lucha contra el narcotráfico, tanto a nivel operativo como coordinando a los agentes.
El nuevo inspector jefe del Greco Galicia formó parte de la citada unidad, como jefe de grupo, desde el año 2007, por lo que tuvo una especial relevancia en algunos de los despliegues policiales más recordados en la lucha contra el narcotráfico en las Rías Baixas.
El nuevo jefe del Greco coordinó junto a Duarte, entre otras, la operación Tabaiba, que sirvió para desmantelar la organización criminal liderada por el histórico piloto de planeadoras Manuel Abal y Feijoo, alias Patoco, que falleció poco tiempo antes de la detención de todos sus colaboradores, incluido Gregorio García Tuñón, su principal lugarteniente.
El mismo operativo sirvió para acabar toda la infraestructura para la introducción de cocaína a través de lanchas rápidas del que disponía el citado grupo y el de Juan Carlos Fernández Cores, alias Parido. Todos ellos fueron condenados en la Audiencia Nacional y, posteriormente, en el Tribunal Supremo.
Rodríguez pasó, tras abandonar el Greco, por la comisaría de Miranda de Ebro, donde fue jefe de la Policía Judicial. También fue comisario de Vilagarcía de Arousa, donde permaneció durante algunos meses.
Su último destino antes de regresar a Pontevedra fue la Jefatura Superior de Policía de Galicia, donde trabajó en la unidad de Seguridad Ciudadana.
La Brigada Central de Estupefacientes echó mano de la experiencia de Rodríguez para la fase de explotación de la operación Mito. El ahora jefe del Greco Galicia no formó parte del núcleo duro que llevó a cabo las investigaciones (su destino había sido otro en aquellos meses), pero sí fue uno de los más de 200 efectivos que participaron en las detenciones el día en el que volvería a caer Sito Miñanco.
