La basílica de Santa María se quedó este jueves pequeña para albergar a los centenares de familiares, amigos y allegados de Juan Luis Peña para tributar un último adiós al difunto comandante de la residencia militar de la Brilat, que falleció el pasado sábado mientras disputaba un partido de rubgy de veteranos en el campo de A Malata, en Ferrol.
Peña, de 51 años, casado y padre de dos hijos, era muy conocido en la ciudad y participaba activamente en sus eventos, tanto sociales como festivos y deportivos.