"La empatía es fundamental"

Paloma Castro Rey inicia una nueva etapa como diputada socialista en el Parlamento gallego y lo hace con las ideas claras: de su madre aprendió a ser feminista, de su abuela a luchar por los más desfavorecidos y de su abuelo a reivindicar una sanidad pública de calidad
Paloma Castro junto a su abuelo, el doctor Roberto Rey Cons. DAVID FREIRE
photo_camera Paloma Castro junto a su abuelo, el doctor Roberto Rey Cons. DAVID FREIRE

El coronavirus ha afectado con gran incidencia al colectivo de los mayores y eso ha hecho que este segmento poblacional, muchas veces infravalorado, haya vuelto a cobrar la importancia que se merece. La política pontevedresa Paloma Castro es consciente de ello y por eso no duda en reivindicar el papel fundamental que sus abuelos - el doctor Roberto Rey y la exconcelleira socialista Margarita Feijóo - han tenido en su vida: "Mi familia es como una gran familia italiana en la que mis abuelos son la base".

La hasta hace unas semanas concelleira de Benestar Social, Animais Abandonados e Igualdade en el Concello de Pontevedra y ahora diputada del grupo socialista en el Parlamento de Galicia reconoce que una de las cosas que peor llevó durante el confinamiento fue precisamente el no poder ver a sus abuelos: "Estuvimos dos meses sin vernos, hasta que los más jóvenes pudimos salir a la calle en nuestra propia franja horaria. Ellos se asomaban por la ventana y nos hablaban desde allí, pero era muy triste no poder estar cerca y abrazarnos". Se trataba de una nueva normalidad nunca antes vivida por una familia acostumbrada a reunirse todos los fines de semana en la casa de los abuelos y en la que "las ideas socialistas siembre han estado muy presentes".

Mi madre siempre fue feminista y nos educó en la idea de que una mujer puede conseguir todo lo que se proponga

Margarita Feijóo Lino fue concelleira en el Concello de Pontevedra en la legislatura 1995-1999 y una de sus prioridades fue, tal y como reconoce su nieta, "la integración social del pueblo gitano". No en vano, fundó en 1980 la Asociación de Ayuda a los Gitanos y llegó a presidir la Federación Gitana de Galicia. Su único sueño sin cumplir es el de haber estudiado Medicina, tal y como ella misma confesó hace unos meses a este diario. Pero, sin embargo, el destino puso en su camino a un médico: el doctor Roberto Rey Cons.

MATRIARCADO. Juntos formaron una familia que, tal y como reconoce su nieta Paloma, se ha basado en los principios de "empatía, honestidad y respeto a los demás". La diputada socialista confiesa en este sentido que "los valores que mis abuelos le transmitieron a mis padres fueron continuados" y pone en valor el ejemplo de su progenitora, Margarita Rey: "Mi madre siempre fue feminista, aún cuando ni existía la etiqueta. Nos educó a mis hermanas y a mí en la igualdad, en la idea de que una mujer puede conseguir todo lo que se proponga sin necesidad de depender de nadie".

En este matriarcado - "Mi abuela es la que manda en mi familia", confiesa Paloma entre risas - también juega un papel fundamental el doctor Rey Cons, quien a sus 83 años todavía sigue plenamente activo al frente de su despacho especializado en Aparato Digestivo. "Cuando empezó la pandemia todos le dijimos que debía dejar de trabajar porque era un riesgo, pero él se negó y dijo que por encima de persona era médico y que, por lo tanto, se debía a los demás", relata su nieta con orgullo.

Roberto Rey sigue al pie del cañón, "con todas las medidas de seguridad", al igual que todo el personal médico gallego que ha sufrido de primera mano las consecuencias de esta crisis sanitaria. Paloma Castro comparte con él su visión de la situación: "Lo que él me dice es que la sanidad pública ha quedado en evidencia y que tendría que mejorarse el sistema porque se trata de algo fundamental en un estado de bienestar".

Lo que mi abuelo me dice es que la sanidad pública ha quedado en evidencia y que es fundamental mejorar el sistema

Si tuviese que elegir una de las frases de su abuelo que más la ha marcado, la política pontevedresa lo tiene claro: "Nunca hagas algo de lo que luego te puedas arrepentir o avergonzar". Se trata, de hecho, de uno de sus principios básicos: "En estos tiempos en los que cada vez más tendemos al individualismo, todos deberíamos practicar la empatía, la honestidad, la integridad y el respeto a la diversidad".

Siguiendo el ejemplo de las generaciones precedentes, la nueva diputada socialista en O Hórreo educa concienzudamente a sus dos hijas en esos mismos valores. De hecho, ya apuntan maneras: "Son como esponjas y creo que ya saben más de política que muchos adolescentes españoles".