La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha confirmado la sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal 3 de A Parda que condena a un empresario de Poio por un delito de simulación de delito en grado de tentativa en concurso con un delito de estafa, también sin consumarse, a la pena de cuatro meses y medio de cárcel, además de la correspondiente indemnización para la compañía aseguradora.
El procesado, que regentaba un restaurante en la zona de Samieira a finales de 2016, presentó una denuncia en la Guardia Civil en la que narraba "que entre los días 4 y 5 de diciembre, tras apalancar el portalón de entrada y romper el cristal de acceso al restaurante, penetraron en él y se apoderaron de dinero y botellas". Asimismo, denunció daños en mesas y sillas.
La Guardia Civil sospechó desde el principio de la veracidad de aquellas manifestaciones, después de asegurarse de que la puerta había sido forzada desde dentro de forma intencionada y el cristal también se fracturó desde el interior. El Instituto Armado comprobó que el único que tenía llaves era el denunciante y que lo que contaba "no era veraz", por lo que inició un procedimiento por simulación de delito que ahora concluye. El encausado, que niega los hechos, aún podrá recurrir.