"En esta pandemia ha faltado la transparencia y también la ética"

José Ramón Amor Pan, escritor y doctor en teología moral, presentará este jueves su libro 'Bioética en tiempos de Covid- 19' en el Teatro Principal de Pontevedra 
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photo_camera El escritor José Ramón Amor Pan presenta su libro 'Bioética en tiempos de Covid- 19'. DP

TRANSPARENCIA, esa es una de las cualidades que, según José Ramón Amor Pan, ha faltado en esta crisis sanitaria, y ese es justamente uno de los pilares sobre los que habla en su último libro. El coruñés presentará este jueves en Pontevedra ‘Bioética en tiempos del Covid-19’, una obra en la que hace un recorrido por todo lo que la sociedad ha aprendido, o le ha faltado aprender, a lo largo de la pandemia.

¿Por qué decidió empezar a escribir este libro?

Porque la pandemia ha puesto de relieve la importancia de la bioética, desde cuando hubo que tomar decisiones nada fáciles en las unidades de cuidados intensivos, hasta cuando nos hemos planteado cómo distribuir las vacunas. El libro nace de esa necesidad de poner por escrito una serie de ideas que no todo el mundo tiene claras y que conviene que al menos nos paremos a pensar, porque nos queda todavía pandemia para rato y sobre todo para a ver si aprendemos algo de lo que llevamos año y medio sufriendo, porque por desgracia nuevas pandemias vamos a seguir teniendo.

¿Cuáles son esas ideas en las que deberíamos pararnos a pensar?

En primer lugar, la necesidad de la transparencia. No se puede tomar a la ciudadanía por seres incapaces de entender las cosas que están en juego. La falta de transparencia hace que después, una parte de la ciudadanía, no acepte los mensajes que vienen de las autoridades. Por otro lado, tenemos que cambiar el modelo de atención a las personas mayores y eso lo sabíamos antes, se sabía que el modelo hacía aguas por todos lados. Y, por último, la necesidad de volver a una ética de la virtud. Las virtudes son ese ramillete de actitudes que las personas vamos cultivando y que hacen que las decisiones, en momentos difíciles, sean más fáciles de tomar.

¿Cree que ha faltado transparencia a lo largo de esta crisis sanitaria?

Sí, no solo en nuestro país sino en general. Es verdad que estábamos ante un tema muy complicado que desbordó todas las previsiones y que cogió a muchos dirigentes, tanto políticos como científicos, con el pedal cambiado. Y por otro lado, es verdad también que ha habido mucha incertidumbre, pero eso no puede llevarnos a una falta de transparencia. Un año y medio después de que empezase la pandemia, no tenemos todas las claves informativas para poder hacer una evaluación justa y no sabemos tampoco a ciencia cierta cuál fue el origen del virus.

¿Y cree que las autoridades han actuado con ética?

No, en esta pandemia han faltado la transparencia y la ética. Sí que ha habido un enorme compromiso por parte de la gente que trabaja en los hospitales y por parte de la gente que trabaja en las residencias de ancianos, con compartimientos incluso heroicos, pero ha faltado ética en los que han dejado de la mano de Dios a esos sanitarios que estaban en el frente de batalla. Y lo peor es que sigue faltando ética. Es estúpido debatir sobre una tercera dosis cuando en África casi no se ha vacunado aún el 3% de la población y en América Latina no llegan, por término medio, al 30-35%. En este libro analiza la crisis sanitaria desde el punto de vista de la educación en valores.

En su opinión, ¿qué valores deberíamos adquirir tras esta pandemia?

Pues yo creo que tenemos que recuperar la ética de la virtud en la educación, que es algo tan sencillo como decir que tenemos que educar en la prudencia, en la disciplina, en la capacidad de sacrificio, en el esfuerzo y en que la vida tiene límites. Si tú no educas a las nuevas generaciones en todos esos valores, después no se los puedes exigir. Rasgarse las vestiduras por los botellones que hubo desde que prácticamente terminamos el confinamiento es hipócrita y es cínico. Y esos valores no son ni de derechas ni de izquierdas, ni de personas religiosas ni de ateos, son valores universales.

¿Por qué cree que es importante que la ciudadanía lea este libro?

Porque son temas que afectan a todos, no afectan solamente a los políticos o a los sanitarios, afectan a toda la ciudadanía, y solamente una ciudadanía informada y militante va a evitar que se repitan errores que se han cometido a lo largo de este año y medio. Las cosas se pudieron hacer mejor y se pueden hacer mejor a día de hoy. Por primera vez en mi vida he puesto en un libro mío que yo soy pesimista, lo cual no quiere decir que no crea en la esperanza, pero sí soy pesimista porque las lecciones las aprende aquel que quiere aprenderlas y para ello hace falta motivación y humildad, y eso, en una sociedad líquida y autocomplaciente como la que tenemos en estos momentos, pues hace que yo no sea optimista. Esto no quiere decir que no invite a la esperanza, de hecho, podemos decir que este libro es un canto a la esperanza.

¿Cree que la sociedad no ha aprendido nada de la pandemia?

Sí, tan pronto nos abrieron las puertas hemos salido como los toros de chiqueros, a vivir que son dos días. Yo no veo que nuestros políticos estén tomando las medidas que deberían estar tomando. Debería haber un mayor consenso a la hora de revisar el modelo de atención a los mayores y a la hora de revisar el sistema de salud pública. Creo que se está tejiendo un escenario que a mí no me gusta nada, porque no nos olvidemos que tan seria como la crisis generada por el covid es la crisis medioambiental, que dentro de poco va a obligar a tomar decisiones muy duras. Si hubiésemos aprendido algo del covid estaríamos tomando decisiones firmes en lo que respecta al cambio climático.

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