Carmela Silva: "Me encantaría reeditar el pacto con el BNG. ¿Por qué cambiar lo que funciona bien?"

Siete años al frente de una diputación dan para una sesuda vista atrás. Incluso aunque fuese en un bipartito que, dicho sea de paso, transmite un envidiable engrasado. Su presidenta apela a esa simbiosis para justificar el "cambio radical" implantado en la provincia en estos dos -casi- mandatos. Los hechos están ahí, pero admite que queda mucho por hacer

Carmela Silva. BEATRIZ CÍSCAR
photo_camera Carmela Silva. BEATRIZ CÍSCAR

La cita es en el Palacio Provincial, un edificio señorial cuya solemnidad aún hoy sobrecoge a Carmela Silva (Vigo, 1960). "Los días que aquí dentro hay jaleo, me encanta asomarme a la ventana y deleitarme con las vistas, el sonido de los pájaros... La verdad es que este sitio impone". La presidenta de la Deputación durante los últimos siete años elige un traje de chaqueta y pantalón rosa para hacer balance de estos dos casi mandatos y esbozar sus desafíos a corto y medio plazo. No pierde la sonrisa y luce un moreno envidiable, pese a que su ansiado descanso vacacional todavía está por llegar. "En breve", anticipa.

¿Qué ha cambiado, básicamente, desde su llegada?
Un cambio estratégico para la provincia de Pontevedra, porque hemos sido capaces de tomar decisiones en cuestiones fundamentales para mejorar la calidad de vida de la gente. Y en todos los municipios.

¿Cuáles serían los frentes que más destacaría de su gestión?
En primer lugar, todo lo que tiene que ver con la movilidad amable y segura. En cualquier ciudad, villa o pueblo de la provincia se han habilitado grandes espacios públicos para disfrute de la gente y que aparezca negocio de proximidad y hostelería. En segundo lugar, destacaría las dotaciones. Hay más pabellones, más centros de día, más bibliotecas, más casas de cultura, más centros para jóvenes, más campos de deporte... Y un tercer apartado, todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad, con nuestra apuesta por el plan de compostaje y que todos los concellos puedan implementar la nueva Ley de Residuos a la que nos hemos adelantado.

El apartado cultural ha estado muy presente en sus tomas de decisión. ¿Cree que había un vacío que cubrir?
Cuando llegamos, solo los concellos de más de 20.000 habitantes tenían oferta cultural, o sea, prácticamente solo Vigo y Pontevedra. Hoy en día la tiene toda la provincia, porque llevamos a todos la música, el cine, el teatro, la danza... Una enorme oferta cultural que antes no existía.

La promoción de la igualdad es otra de las señas de identidad de esta institución. ¿Satisfecha de lo realizado?
Creo que somos la Deputación de la igualdad en España y una gran referencia en Galicia.

Aunque no es competencia directa de las diputaciones, ¿cómo afronta la revolución digital?
Hemos hecho un verdadero esfuerzo para que las pymes y los emprendedores pudieran tener conocimientos sobre las TICs y pudieran implementarlas en sus empresas o iniciativas. La prueba de que lo hemos hecho bien es que fuimos la provincia de España que más ha solicitado el kit digital puesto en marcha por el Gobierno central. Porque ya teníamos preparada la red de pymes para saber qué es lo que necesitaban. No quiero olvidarme de los apoyos a cofradías, cooperativas, el comercio de proximidad... Teníamos un modelo claro que quedó expresado hace siete años en el documento de coalición y lo hemos cumplido sobradamente. En cualquier parámetro que analicemos, esta provincia estará en el número 1.

¿Qué queda por hacer?
Muchas cosas, sobre todo en un mundo que cambia tanto de un día para otro. Por ejemplo, tenemos 1.700 kilómetros de carreteras provinciales y es imposible en siete años poder actuar en todas como queremos, que es convertirlas en vías con sendas peatonales y para ciclistas. Lo mismo diría con la situación de las mujeres, donde aún queda mucho por hacer mientras haya discriminaciones. Y también en todo lo que tenga que ver con garantizar servicios: saneamiento, abastecimiento, ahorro energético, la digitalización... Estamos ya en la elaboración del presupuesto para 2023. Queda muchísimo por hacer.

"Somos un Gobierno moderno e innovador. Por supuesto que me gustaría seguir siendo la presidenta"

Faltan unos meses para terminar el mandato y afrontar unas municipales. ¿Le gustaría continuar presidiendo la Deputación?
Me siento muy satisfecha del trabajo realizado y creo que somos un Gobierno moderno, innovador, con muchas ideas y que entiende muy bien por dónde va el mundo. Eso provoca que al hacer balance nos sintamos satisfechos y, por tanto, yo estaría encantada de seguir siendo la presidenta de la Deputación.

¿La expectativa electoral les invita a pensar que esa opción es posible y fácil?
Acostumbro a leer mucha prensa y estos días sonreía mucho viendo la estrategia del PP en esta provincia, que les preocupa mucho porque saben que están muy mal electoralmente a nivel municipal. Por eso, en cada acto que organiza hablan de reconquistar la Deputación; por cierto, una palabra bélica terrible porque aquí no hay nada que reconquistar, la Deputación no es suya, sino de los ciudadanos. Y ellos son los que deciden quién debe gobernarla. Pero a pesar de esos mensajes eufóricos, saben que es más un deseo que una posibilidad real. Porque las encuestas están ahí, pese a que algunas las hagan amigos muy amigos del PP, y dicen que los resultados del PSOE y del BNG en la provincia van a ser muy buenos. Por tanto, no solo vamos a mantener los resultados de las anteriores municipales, sino que los vamos a mejorar. Y el PP lo sabe.

Sea cual sea el resultado, ¿le gustaría reeditar el Gobierno de coalición?
Estoy encantada con este Gobierno de coalición. Le estoy muy agradecida a Cesáreo Mosquera por anteponer ante todo los proyectos para mejorar la vida de las personas. No hemos tenido jamás ningún problema. Sí pudimos tener visiones diferentes, pero las hemos solventado a través del diálogo. Y por eso me siento muy cómoda gobernando en coalición y no tendría ninguna duda en reeditar el pacto todas las veces que fuesen necesarias porque ¿para qué vamos a cambiar lo que funciona bien?

"No tiene sentido que Enfermería, la Finca de Mouriscade o la Estación de Areeiro continúen siendo de la Deputación"

¿Qué le diría a quienes insisten en suprimir las diputaciones por considerarlas órganos prescindibles?
Soy muy respetuosa cuando se plantean posiciones políticas desde la racionalidad y no desde la destrucción. Hay grupos que durante mucho tiempo han cuestionado las diputaciones, lo cual respeto pero tengo clarísimo que sin un órgano intermedio los ayuntamientos, sobre todo los de menos de 20.000 habitantes, tendrían muy difícil garantizar servicios y derechos. Porque no es solo que se les traspasen los recursos, sino que se perderían todas las sinergias que activa una administración intermedia. Como la gestión electrónica que hemos puesto en marcha para abaratar costes. Tengo clarísimo que ni el Gobierno central ni las comunidades autónomas podrían realizar toda esta actividad de proximidad que realizan las diputaciones. Claro que se podrían buscar otros modelos e instrumentos, todo es negociable, pero ahora mismo es fundamental este órgano intermedio.

¿Qué futuro y qué plazos se han fijado para Santa Clara?
Es una gran noticia que se vincule con el Museo más importante de Galicia. Creo que a medio plazo tendremos una recuperación que va a ser un enorme elemento de atracción para toda la provincia.

Concelleira en Vigo, responsable de la Deputación, presidenta del PSdeG... ¿Le queda algo de tiempo libre para usted?
Mi día a día es un no vivir y un no parar, en el sentido de que tengo muy poco tiempo para el ocio. Pero intento sacar horas del día (a veces me pregunto cómo soy capaz de hacerlo) para intentar estar con mi familia y para no perder el contacto con mis amistades. Porque creo que los afectos y las relaciones humanas son fundamentales para el bienestar personal. Esto de dedicarte 24 horas al día/365 días al año a la gestión política hace que pierdas la mirada más humana. El contacto también te aporta una perspectiva de lo que pasa fuera de la esfera política y te da bienestar, porque yo soy una persona muy familiar. Algo complicado cuando se le dedica una media de no menos de diez o doce horas a la política.

A modo de colofón: si en ese salón noble con retratos y fotos de todos los presidentes provinciales hubiese debajo de cada uno un cartel resumiendo su gestión, ¿cuál le gustaría que fuese el suyo?
Pues aquello que dijimos cuando tomamos posesión: "Abrir puertas y ventanas".


"Si Alfonso Rueda cambia de actitud, claro que podemos entendernos"

Concluye este segundo mandato con dos importantes transferencias. ¿Habrá más en el futuro?
Cualquier persona sensata entiende que no tiene ninguna justificación que una diputación tenga un centro de menores, que es competencia exclusiva de las comunidades, o una Escuela de Enfermería, tan vinculada a la Universidad. Creo que deberíamos sentarnos a hablar sobre esas cuestiones porque prestaría mucho mejor servicio quien tiene la estructura educativa y la capacidad para tomar decisiones con un grupo técnico muy amplio. Por tanto, estamos trabajando con la Universidade de Vigo para que en un plazo breve de tiempo (seguramente en el siguiente mandato), Enfermería sea transferida y se cree una facultad desvinculada de la Deputación.

¿Y fuera del panorama educativo?
Tenemos la Finca de Mouriscade, el centro más avanzado de Galicia en cuanto análisis de grano y análisis genético para la mejora del ganado vacuno. Somos una gran referencia nacional e internacional. ¿Qué sentido tiene que la siga teniendo la Deputación, cuando todo lo que tiene que ver con la ganadería es una competencia exclusivísima de la Xunta? Lo mismo ocurre con el Centro Fitopatolóxico do Areeiro, que analiza todo lo relacionado con la salud vegetal. Pues tampoco tiene ningún sentido que lo tenga una diputación. Es cierto que funcionan muy bien y yo estoy orgullosísima de ambos, pero deben estar gestionados por quien los tiene que gestionar.

¿Qué opina sobre las transferencias ya realizadas?
Estamos encantados de haber completado la de Canteiría, porque eso va a suponer que los alumnos tendrán un título de FP, que era una demanda justa. Tampoco creo que tuviera ningún sentido que el Pazo de Lourizán siguiera en manos de la Deputación cuando hace tantos años que hay un convenio en vigor en el que la gestión recaía en la Xunta.

Todo indica que ambas operaciones fueron más fáciles de lo previsto...
Fueron absolutamente fáciles. Y siempre debería ser así, todo es cuestión de sentarse. Cada tema tiene su complejidad, pero si hay voluntad es fácil llegar a entendimientos.

Precisamente en aras de ese entendimiento, ¿se aparcarán las notables diferencias entre Alfonso Rueda y usted?
Me encantaría que fuera así, pero debo recordar que yo jamás me metí con Alfonso Rueda, sino que solo contesté a sus ataques. Llevaba aquí una semana y ya me estaban atacando él y Feijóo. Yo no entendía nada, porque no estábamos al mismo nivel de oposición política. Cada vez que la Xunta habla de la provincia de Pontevedra tiene un objetivo político, que es la presidenta de la Deputación. Pero desde luego, si el presidente de la Xunta cambia de actitud y está dispuesto a que nos sentemos, yo estaré absolutamente encantada de hacerlo, porque llevo mucho tiempo demandándolo para debatir temas tan relevantes como el agua, el turismo, los montes, los fondos europeos, las infraestructuras, las posibles transferencias... Claro que hay discrepancias, muchas, porque tenemos dos modelos diferentes, pero sí que podríamos trabajar conjuntamente.


"Gestiono mis redes pero no me dejo engañar por su influencia"

¿Qué evolución ha tenido la Carmela Silva combativa de los años 80 hasta la actual?
Pobre de las mujeres si no somos combativas, porque cuando no lo somos estamos en la irrelevancia. Siempre he luchado contra las injusticias y en los 80 era la secretaria general porque me votaba la militancia de forma aplastante y había gente que no estaba acostumbrada a la democracia. La edad y los años te van cambiando, pero no entiendo que la gente joven no sea combativa. Porque es cuando más hay que querer cambiar el mundo. Mi posición siempre será combativa frente a lo que considero injusto, frente a la política clientelar y caciquil, frente a no entender que somos representantes de la ciudadanía y no emperadores o emperatrices... Hoy soy una persona con más experiencia, mejor formada académicamente, trabajé mucho, aprendí mucho más, y eso te hace avanzar, aunque es cierto que la edad te serena y te demuestra que se pueden utilizar otros instrumentos para el cambio.

Como defensora de la experiencia, estará en contra de la jubilación forzosa...
Es que no entiendo eso de que cuando cumplas 65 años te tengas que ir de todos los sitios. Ya el Senado romano era de gente mayor, porque la experiencia da sabiduría y yo creo que hay que conjugar veteranía con juventud. Yo ya he aprendido que no se puede cambiar todo de forma inmediata, pero sí que se puede cambiar mucho poco a poco.

Usted es una persona muy activa en redes sociales. ¿Qué papel debe jugar un político en este nuevo escenario?
Para empezar, dejar claro que mis redes sociales las llevo yo solita. Creo que las redes sociales son un instrumento imprescindible en la sociedad actual para comunicarse, plantear reflexiones, hacer críticas... Intento siempre ser respetuosa y si alguna vez no lo he conseguido, me disculpo. Pero es que hablo con claridad siempre y siempre digo lo que opino, pero sin caer en el ataque personal, en la destrucción. Creo también que las redes son un elemento fundamental explicar la gestión propia e informar a la ciudadanía de cuestiones de interés. Pero las redes no son el mundo, sino una parte de la capacidad de comunicación. No me dejo engañar por su influencia.