La actividad de Ence impulsa la bioeconomía circular, la transición energética y la descarbonización, partiendo para ello de recursos naturales y procesos ecoeficientes, con los que promueve la sostenibilidad a través de sus líneas de negocio. Así lo explicó recientemente el presidente del grupo, Ignacio Colmenares, ante la Comisión de Transición Ecológica del Senado, a la que fue invitado como máximo responsable de una empresa totalmente implicada en la materia.
Ence destaca la situación de emergencia climática del planeta, entiende que obliga a todos los actores de la sociedad a hacer lo posible para combatirla y resalta que hay que evolucionar de un consumo lineal basado en el ‘usar y tirar’ a otro asentado sobre la noción de la circularidad. Sin embargo, lo ve también como una auténtica oportunidad para tomar las riendas de la transformación y optar por la sostenibilidad. "La celulosa es un buen aliado para apostar por esta ‘recuperación verde’, ya que es una fibra natural, renovable, reciclable y biodegradable, capaz de sustituir a las fibras sintéticas, producidas a partir de petróleo, en multitud de aplicaciones. Todo ello la convierte en un material de futuro en esta nueva bioeconomía", señala.
En este sentido, incide en que la gestión forestal sostenible y el aprovechamiento de los recursos naturales que se derivan del árbol afianzan la senda hacia el nuevo modelo, en la medida en la que "contribuyen a reducir las emisiones de carbono, el riesgo de incendios y promueven la utilización de materiales naturales y de origen local". Al mismo tiempo, permiten generar riqueza y empleo en áreas rurales, favoreciendo la vertebración del territorio, la redistribución de rentas y la lucha contra la denominada España vaciada.
Ence está plenamente alineada con la bioeconomía circular a base de productos agrícolas y forestales. Así, como empresa líder en Europa en producción de celulosa de eucalipto, impulsa el uso de materiales de origen natural frente a otros de elevado impacto ambiental, como las fibras y los plásticos.
La empresa pastera también impulsa la transición energética y la descarbonización del sistema eléctrico a través de la producción de energía renovable. Ence es la primera firma de España en la producción de energía renovable con biomasa forestal y agrícola. "Una tecnología que aporta gestionabilidad y, por lo tanto, seguridad y garantía de suministro a nuestro mix energético, al tiempo que entronca directamente con la sostenibilidad medioambiental y social", explica.
En 2020 la empresa produjo en sus biofábricas de celulosa de Pontevedra y Navia más de 800.000 MWh de energía renovable a partir de biomasa y lignia. Mientras, cuenta con una potencia instalada de 112 MW en sus plantas y una capacidad de producción anual de 900GWh, "que las convierte en autosuficientes, aportando a la red eléctrica el excedente de producción". La energía producida en todas las plantas de la compañía ascendió a 1,4 millones de MWh, consumiendo 1,5 millones de toneladas de biomasa, sobre todo agrícola, que de otra manera perdería su valor energético y, al ser quemadas en el campo, provocaría un problema ambiental.
Ence apuesta por hacer confluir crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y desarrollo social, encaminado hacia un proceso de recuperación verde tras la crisis causada por el coronavirus.
