Ence mantiene que su traslado es inviable por su elevado coste

El traslado de Ence regresa a la primera línea de la política. Y lo hace con una propuesta del PSOE pontevedrés, que este miércoles aseguró que el Gobierno central está dispuesto a pactar la salida de Celulosas de la ría a través de una mesa de negociación a varias bandas con la compañía y con todas las administraciones afectadas: Estado, Xunta, Deputación y Concello de Pontevedra.

La propuesta socialista, que reclama que sea el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, quien lidere esta iniciativa, surgió de una reunión mantenida el pasado viernes en Madrid entre la dirección local del partido y altos cargos del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Esta proposición no salió adelante en otras ocasiones. Fracasó en 2005, cuando Emilio Pérez Touriño era el líder del PSdeG y se convirtió en presidente de la Xunta. Y en 2016, cuando el anterior secretario del PSOE local, Agustín Fernández, y el diputado Guillermo Meijón se sentaron con la cúpula de Ence en el Parador de Pontevedra para tratar de negociar su traslado. Aquella reunión se produjo apenas tres meses después de que la compañía lograse la polémica prórroga de 60 años por parte del Gobierno en funciones de Mariano Rajoy.

El PSOE local, el promotor de la mesa del traslado, cree que la pastera no tiene futuro en Lourizán porque necesita "crecer e renovarse"

 

La iniciativa de la formación de izquierdas parece condenada a no salir adelante. Sobre todo porque el principal interlocutor, Ence, no está dispuesto a abandonar Lourizán. Así lo subrayaron el martes responsables de la compañía que dirige Juan Luis Arregui, que mantienen la postura defendida desde diciembre de 2011: el traslado es inviable.

La firma se aferra a las conclusiones de un estudio que encargó en 2006 a la consultora finlandesa Pöyry. El informe señalaba que no existía ninguna ubicación adecuada en la comunidad para una nueva pastera. "No hay emplazamientos en Galicia que reúnan las condiciones técnicas, económicas y logísticas necesarias para acoger una biofábrica, con una capacidad equivalente (a la actual) y que asegure la rentabilidad de la fuerte inversión que requeriría dicho traslado", señala la empresa a este periódico.

La firma sostiene desde hace siete años que construir una planta en otro lugar no es asumible. Asegura que se precisarían unos 700 millones de euros para hacer factible un traslado. De este dinero, algo más de 600 millones se destinarían directamente a un nuevo complejo industrial y, el resto, al desmantelamiento de la actual factoría y a la recuperación de los terrenos de dominio público marítimo-terrestre que ocupa desde 1958.

Mato sugiere que Celulosas debe quedarse en su actual emplazamiento por el empleo que genera en Pontevedra y su comarca

A pesar de su rechazo, Ence sostiene que "siempre está abierta a explicar a los responsables políticos las dificultades de acometer el traslado". En la práctica, no se negaría a sentarse en una mesa con representantes de distintas administraciones, pero no para pactar su salida de Lourizán.

AMPLIAR LA PLANTA. Por el momento, los socialistas seguirán defendiendo la mesa del traslado como opción para que Celulosas abandone su actual ubicación. Lo harán a través de otras iniciativas, como en el Pleno municipal y en el Parlamento gallego. La formación que dirige Maica Larriba, que el martes repitió hasta en tres ocasiones que comparecía en calidad de secretaria general del PSOE de Pontevedra (y no como subdelegada del Gobierno), considera que la planta no tiene futuro en la ría porque necesita "crecer e renovarse".

La compañía tramita ante la Xunta una ampliación de sus instalaciones. Para ello deberá modificar el proyecto sectorial de incidencia supramunicipal de 2003, que el Gobierno de Manuel Fraga aprobó para la frustrada fábrica de papel tisú. Su objetivo es construir una nueva planta de biomasa, la segunda. El proyecto, que incluiría un secadero de cortezas y una planta de gas, prevé una inversión de 120 millones de euros y la creación de 80 empleos.

Mosquera insta al Gobierno central a confirmar si hay "cartos" para la reubicación, "algo que non lle compete ó Concello, senón ó Estado"

LAS SUBVENCIONES. Una de las claves del hipotético traslado de Ence pasa por las subvenciones. La dirección local de los socialistas no pudo confirmar si el Gobierno central está dispuesto a lanzar una línea de ayudas para hacer factible esta propuesta.

A esta circunstancia se agarró este martes el concejal de Infraestruturas, Cesáreo Mosquera, para criticar la iniciativa de los socialistas, que tildó como "feliz ocorrencia" y "xogada electoral sen percorrido".

El edil del BNG atendió a la prensa por petición del alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, que remitió a su compañero las declaraciones sobre la idea de sus exsocios. Su mensaje fue claro: "Que manden un escrito dicindo que están dispostos a reunirse e a poñer cartos. Se cadra o traslado custa 800 ou mil millóns de euros", señaló.

Mosquera considera que el órdago del PSOE local tiene como objetivo "tapar" el hecho de que el Gobierno central no revisará, por la vía administrativa, la prórroga otorgada a Ence en 2016. Para el Ejecutivo nacionalista, la reubicación "é algo que non lle compete ó Concello, senón ó Estado".

Marín duda de que la planta se vaya a otro lugar y Poio respalda al PSOE. "Dámoslle a benvida. Se é unha cortina de fume xa se verá", afirma

 

EL MINISTERIO. El edil de Infraestruturas se hizo eco, por otra parte, del escrito que el martes llegó a Pontevedra del secretario de Estado de Medio Ambiente. En él, Hugo Morón reitera la postura que el PSOE anticipó en el Parlamento gallego cuando Sánchez llegó a la Moncloa: que la moratoria a Celulosas deberán resolverla los tribunales. "Debemos esperar a la resolución judicial de los procesos correspondientes a los contenciosos administrativos presentados ante la Audiencia Nacional, que habrá de decidir sobre si se mantiene o no la prórroga otorgada en su día por el anterior Gobierno", señala el comunicado, con fecha del 12 de septiembre.

Morón indica, además, que el Ejecutivo "respeta al máximo la independencia" de los jueces y tribunales y, "como no puede ser de otra manera, ejecutará lo que resulte de la resolución judicial que recaiga". El contenido de la carta es visto con preocupación en el Concello. Así, el Gobierno local considera que no hay voluntad de sacar a Celulosas de la ría. "O Estado non ten pensado facer absolutamente nada", lamentó Mosquera.

MÁS REACCIONES. La mesa del traslado también recibió críticas de la Xunta. La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, tildó la medida de "efectista" y "populista" y sugirió que Celulosas debe quedarse en su actual ubicación por el empleo que genera en Pontevedra y su comarca.

La alcaldesa de Marín, María Ramallo (PP), duda de que la planta se vaya a otro lugar, y el edil de Facenda de Poio, Xulio Barreiro (BNG), aplaudió la negociación socialista. "Dámoslle a benvida. Se é unha cortina de fume, xa se verá", zanjó.

Algunos movimientos del PSdeG en el caso Ence

Reunión (2007) de Touriño con el alcalde de As Pontes sobre el traslado. DP

Reunión del PSOE local con la cúpula de Ence en 2016. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

El PSOE local compareció este miércoles para reabrir la mesa del traslado. GONZALO GARCÍA