Ence tramita la construcción de una nueva planta de biomasa en Lourizán

El proyecto prevé una inversión de 120 millones de euros y la creación de 80 empleos

Vista del complejo industrial de Ence desde la playa de Lourido, en Poio. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Vista del complejo industrial de Ence desde la playa de Lourido, en Poio. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Ence reactiva su proyecto energético para Pontevedra. La compañía tramita ya ante la Xunta la modificación del plan sectorial de incidencia supramunicipal (PSIS), aprobado por el Gobierno de Manuel Fraga en 2003, para ejecutar su nuevo plan de obras. Entre ellas destaca la construcción de una nueva planta de biomasa, un proyecto que se le resiste desde hace varios años.

La caldera tendrá una potencia de 40 Megavatios, cinco más que la actual, y su ubicación será distinta. La intención de la empresa es que la instalación esté situada cerca de la zona en la que se guarda la madera y la asilla para facilitar en el futuro el abastecimiento de biomasa a través del puerto de Marín o el ámbito del ferrocarril.

La central, que producirá energía renovable a través de la quema de madera o restos agrícolas y del llamado licor negro, que se obtiene como resultado del proceso de cocción del eucalipto, no es una novedad. En 2011, Ence presentó un plan industrial al Gobierno gallego para poner en marcha tres instalaciones de este tipo en la comunidad: una de 40 Megavatios en algún punto entre Pontevedra y Santiago, otra de la misma potencia en A Mariña o A Costa do Morte y una tercera, de 50 Megavatios, en Lourizán.

Ninguna de ellas salió adelante por el "no" de la Xunta, que un año antes, en 2010, rechazó una planta de biomasa de diez Megavatios que Celulosas diseñó para su complejo de Pontevedra. En aquella ocasión, los servicios jurídicos de la Consellería de Industria, dirigida entonces por el "popular" Javier Guerra, basaron su decisión en que el plan sectorial que regula y concreta los usos permitidos en los terrenos que ocupa la pastera no admitía una instalación así.

Cuatro meses después de lograr la prórroga de la concesión para continuar en Lourizán 60 años más, hasta 2073, Ence solicitó a Industria un informe para comprobar si su nuevo plan de mejoras asociada a la moratoria estatal concedida en enero de 2016 era compatible con el plan de supramunicipalidad. En un informe de febrero de 2017, el departamento que ahora dirige Francisco Conde resolvió que aquellas actuaciones, valoradas en 61 millones de euros y que incluían mejoras para la fábrica, una nueva depuradora, eliminación de olores y vapores y el camuflaje del impacto paisajístico de la planta, gozarían de la protección urbanística para ejecutarlas.

El informe dejó fuera tres "actuaciones futuras": la instalación de una regasificadora, la citada planta de biomasa y un secadero de cortezas para eliminar la humedad del material que servirá como combustible para esta caldera.

Según recoge el borrador entregado a la Xunta, las mejoras proyectadas por Ence están presupuestadas en unos 120 millones de euros, lo que generaría 80 empleos directos y 200 indirectos "asociados a la mejora ambiental de las instalaciones y a la puesta en marcha de la planta de biomasa".

La compañía que preside Juan Luis Arregui se da un plazo de tres años para iniciar las obras una vez aprobado el plan sectorial, que el Ejecutivo autonómico facilitará.

La revisión del plan de supramunicipalidad se encuentra en período de consultas, una fase aprobada el pasado 28 de marzo. El documento deberá superar el trámite de evaluación ambiental, para el cual se ha dado un plazo de 45 días hábiles para posibles alegaciones. El cambio solicitado por Ence precisará, con toda probabilidad, el informe de otras administraciones, como la Dirección General de Costas.

La empresa alude al interés general de su plan de obras para modificar el denominado PSIS porque "es positivo para el medio ambiente" y "contribuye al desarrollo sostenible social y económico de Galicia". Además, alude a que su planta de biomasa ayudará a crear nuevas empresas. "É positivo que Ence invista e aposte por Pontevedra. Quere unha fábrica máis rendible, eficaz en con garantías de futuro", explica el presidente del comité, Pedro Soto, que cree las mejoras ayudarán a que la factoría de Lourizán pueda competir con la que hay en Navias, Asturias, más moderna que la de Pontevedra.

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