Unir el deporte y la naturaleza con el enoturismo y la gastronomía, ese es el objetivo de la Ruta del Vino Rías Baixas con su proyecto Enoturismo a pedales. Una propuesta de cicloturismo que fue presentada este lunes en el Pazo de Mugartegui por el presidente de la Ruta, Juan Gil de Araújo, el deputado de infraestructuras y vías provinciales, Gregorio Agís, el representante de Turismo de Galicia, Felipe Ferrero, y tres embajadores de la iniciativa, Eva Castro, Juan Carlos Muñiz y Kike Abelleira.
"Es una actividad en la que los aficionados al cicloturismo pueden recorrer unos caminos y unos hitos en los que disfrutar del paisaje y del enoturismo", afirmó el presidente de la Ruta del Vino Rías Baixas.
En concreto, son cuatro itinerarios que se desenvuelven por las subzonas de Condado de Tea, O Rosal y O Salnés. En cada uno de estos recorridos se visitan una veintena de establecimientos, entre los que se encuentran bodegas, hoteles, restaurantes, un museo, así como también un importante patrimonio local.
"Para la Deputación é un placer que se fagan estas rutas que poñen en valor o territorio e que buscan o contacto coa natureza. É unha oportunidade para promocionar a zona xa que eseta marca posiciona a provincia de Pontevedra no mundo. Ademais, é unha proposta transversal xa que complementa toda a oferta gastronómica e turística da provincia", aseguró el deputado Gregorio Agís.
Un orgullo que compartió también el representante de Turismo de Galicia, Felipe Ferrero, que afirmó que "é un luxo facer unha ruta en bicicleta e ir parando nas adegas para, ao final, brindar cunha copa de albariño e felicitarse polo percorrido feito".
Cada una de estas rutas tiene un quilometraje y una dificultad distinta, ya que la intención es que "as poda facer todo o mundo, tanto en familia, como solo ou con amigos". De hecho, tal y como reconoció la ciclista Eva Castro "son rutas aptas para todo el mundo, no hay que ir fuerte, puedes ir de paseo con mucha calma".
CUATRO RUTAS. Centrándose en los recorridos, el primero, el de Condado de Tea, del cual es embajadora la enóloga Alexia Luca de Tena, comienza en las Bodegas La Val (Salvaterra de Miño) y finaliza en las Bodegas Marqués de Vizhoja (Arbo). El circuito es de 39,6 quilómetros y cuenta con una dificultad media.
Por otro lado, la ruta de O Rosal es circular y nace y termina en la Praza do Seixo, en Tomiño. En este caso, cuenta con 41,5 quilómetros y la dificultad es alta. Eva Castro tuvo la ocasión de realizar el trayecto como embajadora y aseguró que "es un paisaje maravilloso, con vistas y paisajes muy bonitos en los que puede disfrutar cualquierae. A mi la verdad que me resultó todo muy atractivo".
Por último, en O Salnés hay dos itinerarios. El primero de ellos arranca en el Monasterio de Armenteira, en Meis, y consta de un 34,6 quilómetros y una dificultad media-alta. El segundo comienza en el Pazo de Fefiñáns, en Cambados, y son 23,06 quilómetros de dificultad media. El presidente de la Federación Gallega de Ciclismo, Juan Carlos Muñiz es el embajador de esta última ruta y el lunes reconoció que "é un proyecto que serve para darlle valor á riqueza que temos".
La información y la ficha técnica de todos los trayectos están disponibles en las plataformas Wikiloc y Komoot, dos aplicaciones de reconocimiento internacional en las que el cicloturista puede descargar también el track de cada ruta y así seguirla con su GPS. Además, el la página web de la ruta (www.rutadelvinoriasbaixas.com) hay disponibles varios vídeos en los que los embajadores explican su experiencia.
