"Nadie se acuerda de que los feriantes existimos"

Los feriantes reprochan que el abandono y la desinformación por parte de las administraciones han hipotecado su futuro hasta el punto de que varios empresarios han tenido que vender atracciones para sobrevivir: "No queremos ayudas, solo poder trabajar"
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photo_camera Una caravana de feriantes circuló este martes entre Mollabao y Marín para visibilizar el malestar del gremio. GONZALO GARCÍA

Los feriantes están soliviantados. "Somos de los pocos colectivos que no saben qué va a pasar con su futuro. Nadie habla de nosotros y nadie se acuerda de que existimos", se lamentan.

La indiferencia que les trasladan todas las administraciones, "desde el Gobierno hasta los ayuntamientos", les mantiene atrapados en una incertidumbre que empieza a pasarles facturas. "Varios compañeros han tenido que desprenderse de atracciones para poder sobrevivir", apunta Menchu Camarero, responsable de Autopistas Camarero.

Los empresarios están hartos de quedarse de brazos cruzados. El verano, su época de vacas gordas, se les echa encima y ven cómo paulatinamente se van cayendo todas las fiestas que tenían anotadas en su calendario anual. "Nuestra actividad va de abril a octubre, siendo el verano la época más fuerte. Salimos a una media de una fiesta cada fin de semana, pero el 90% de ellas están ya suspendidas", se lamenta Miro Fernández, de la tómbola El Cubo.

Asumen que el 90% de las fiestas a las que solían acudir cada verano "están ya perdidas"

El varapalo económico es brutal. "Pero no solo para nuestros bolsillos, sino para los ayuntamientos, porque nosotros pagamos —y mucho— para poder trabajar", recalca Javier Galiano, de la churrería Kuki Galiano. De ahí que su petición en voz alta sea "poder trabajar. No queremos ayudas, sino que nos habiliten un sitio donde poder montar y empezar a funcionar para salir de este enorme bache".

Los industriales feriantes se han organizado, a nivel autonómico, en una plataforma de afectados, que en España se traduce en una asociación nacional. "Alcoa, con 3.000 trabajadores, está todos los días en los telediarios, pero de nosotros nadie habla, cuando somos 40.000 autónomos dedicados a la feria en el país, y en Galicia unos 3.000", apunta Menchu Camarero, para refrendar el peso económico de este gremio.

Miro Fernández: "Los ayuntamientos ya han desviado los presupuestos de las fiestas y a las comisiones vecinales no les da tiempo a recaudar"

Sus representantes están a la espera de mantener reuniones con interlocutores del Gobierno central y de la Xunta para despejar su futuro a corto plazo. "Está claro que este no es un año para ganar dinero, pero por lo menos que lo sea para empatar", apela Javier Galiano.

Los portavoces de los feriantes pontevedreses matizan que "mucha gente se piensa que nosotros solo trabajamos cuando hay fiesta y que el resto del año no hacemos nada. Pero eso no es cierto, en invierno ponemos a punto nuestras atracciones, las mejoramos, introducimos novedades... y seguimos pagándole a nuestros empleados. Este es un negocio que no para en todo el año". De ahí su desesperación, al ver que llega el periodo del año que todos aguardan para reflotar sus economías "y nos encontramos con que todo se cancela".

Menchu Camarero: "Hay más de 200 familias de feriantes directamente afectadas y otras tantas en puesto de trabajo indirectos"

Respetan que otros gremios, como el de las orquestas o los grupos folklóricos, hayan movido ficha para visibilizarse y llamar la atención de las administraciones, "pero de nosotros nadie se acuerda. Solo para cobrarnos".

De ahí que medio centenar de empresarios, a bordo de una treintena de coches, protagonizasen este martes una sonora caravana entre Mollabao y Marín "para que también se nos escuche y no se nos deje de lado cuando vuelva esa famosa normalidad", recalca el dueño de la tómbola El Cubo.

Su compañero Javier Galiano incide en que "necesitamos una hoja de ruta, un plan urgente que se contemple dentro de los proyectos de reactivación de nuestra cultura" y recuerda que "la verbena gallega es tradición, es ilusión, es alegría... Y todo eso no se puede dejar morir".

"Soy churrero, no policía"

Tanto Javier Galiano (a la derecha de la foto) como Miro Fernández (izquierda) y Menchu Camarero (centro) coinciden en apelar al civismo y la responsabilidad de la gente para evitar masificaciones que contravengan las exigencias sanitarias, "al igual que ocurre ahora mismo en las playas. Y todo el mundo sabe cómo tiene que comportarse".

Se comprometen a colocar todos los avisos requeridos y a adoptar las medidas necesarias para garantizar su cumplimiento, pero entienden que gran parte de la responsabilidad es de los propios clientes. "Soy churrero, no policía", subraya Galiano.

"Esto afecta del más humilde al más grande"
Los feriantes reconocen que la inmensa mayoría de la sociedad asocia verbenas con las atracciones, los chiringuitos y las orquestas. "Pero hay muchísima más gente que hace posible las fiestas, desde el más humilde que se encarga de los hielos o de los vasitos de plástico hasta el de la atracción más llamativa. Todos estamos afectados por igual", apunta Menchu Camarero. 

Según sus estimaciones, y a modo de referencia, a las fiestas de la Peregrina acuden más de 250 familias de empresarios directamente relacionados con la feria, "a los que hay sumar otros tantos puestos de trabajo indirectos. Estamos hablando de muchísimo dinero". 

Medidas 
Todos son conscientes de que en los pocos lugares donde se les permita montar "nada será igual" y habrá que adoptar medidas excepcionales en cuanto a aforos, distancias, horarios... "Nos comprometemos a ello", afirman.

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