"Esto es un atentado contra la salud pública y alguien tiene que solucionarlo"

Vecinos y comerciantes de la calle Gerardo Álvarez Limeses denuncian la existencia de vertidos de aguas fecales y residuales
Vertidos en la calle Gerardo Álvarez Limeses. RAFA FARIÑA
photo_camera Vertidos en la calle Gerardo Álvarez Limeses. RAFA FARIÑA

Los vecinos y comerciantes de la calle Gerardo Álvarez Limeses de Pontevedra llevan meses reclamando una solución ante la existencia de vertidos de aguas fecales y residuales. Una situación insostenible que provoca un continuo mal olor en la zona.

"Está saliendo un vertido de aguas residuales y fecales desde una finca que desborda toda la finca y cae en la calle. Está toda la calle que parece un estercolero", explica Miguel Ángel Cuña, de la Fundación Cuña-Casasbellas.

"Nosotros tenemos aquí una sala de actos de uso público y cuando viene la gente tiene que pisar esos vertidos para poder pasar. Esto es un atentado contra la salud pública porque pasan por toda la acera e incluso llegan a la vía de los coches. Se lleva avisando a la Policía Local desde hace meses, han venido por aquí pero nadie lo ha resuelto. Lo que está claro es que alguien tendrá que solucionarlo porque esto es insostenible", añade.

El presidente de la Fundación asegura que "estos vertidos son diarios, se ve cada día como el agua sale por debajo del portal de la finca y llega a la calle" e insiste en que "esto nos afecta a todos, porque la gente que viene a los actos o que accede a los comercios de la zona sale con los zapatos manchados".

Todo ello sin pasar por alto el olor, "que queda en las casas, por eso los vecinos están también reclamando que esto se solucione", afirma Miguel Ángel.

Justo en frente del establecimiento de la Fundación Cuña-Casasbellas está ubicado un restaurante, el Bodegón Arca, donde también denuncian esta situación. "Esto nos afecta porque hay muy mal olor y se ve a simple vista. El agua echa por fuera y llega hasta la carretera. Esta situación lleva ocurriendo desde hace mucho tiempo", explican.

Un problema que afecta también a los clientes que se acercan hasta este local a tomar algo o a comer. "A nuestros clientes evidentemente esto les molesta porque huele muy mal", insisten.

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