Carlos Ramos: "Es normal que el Pontevedra me quisiese echar: el nivel que estaba dando era pésimo"

Fichó por el Pontevedra en el verano de 2017, pero solo seis meses después el club le invitó a marcharse en el último día del mercado de invierno. 
Carlos Ramos con el Zamora
photo_camera Carlos Ramos con el Zamora

Quizá aquel fue el momento más bajo de la carrera de un futbolista que llegó a debutar con el Atleti del Cholo, pero que tuvo que volver a casa para reencontrarse. El domingo vuelve a verse las caras con el PCF. Cinco años después, el Zamora regresó a Segunda B. Lo hizo con un bloque muy sólido, que ha demostrado buen nivel. Llega al choque contra el Pontevedra empatado a todo en lo alto de la tabla y con Carlos Ramos (Zamora, 1994) como una de sus referencias.

Volvió a casa para reencontrarse y parece que lo ha hecho.

Sí. Quería recuperar un poquito la ilusión que había perdido en Pontevedra. No por nada, sino por mí. No me estaba encontrando con mi fútbol. Sí que es verdad que fue en el último momento. Aquella forma de salir me hizo perder las ganas de seguir fuera de casa. Tuve varias ofertas de equipos de lejos, pero decidí volver a casa para reencontrarme. Era dar un paso hacia atrás para dar dos hacia delante. Y estamos en ese camino, a gusto en Segunda B y reencontrándome con mi mejor versión.

Estaba asentado en Segunda B. ¿No le costó dar ese paso atrás y bajar a Tercera?

No me costó, porque yo estaba en un momento en el que no tenía confianza en mí mismo. No estaba a gusto conmigo. La verdad es que es normal que el Pontevedra me quisiese echar en Navidad, porque el nivel que estaba dando era pésimo. Al final, los futbolistas necesitan que se den varias circunstancias para dar rendimiento. Y una de ellas es estar cerca de los suyos. Y Zamora es mi casa. Aquí están mi familia y amigos. Eso me ayudó a encontrarme, a volver a disfrutar del fútbol.

"Luisito es un gran entrenador, pero yo no estaba preparado para su forma de entrenar. Llegué a desear no jugar"

¿Qué le pasó a Carlos Ramos para no asentarse en el Pontevedra?

Sí tengo claro qué me hizo dar ese nivel que para nada estaba acorde con el club. Luisito es un gran entrenador, nadie lo va a dudar. Pero su forma de entrenar para mi forma de ser... No estoy achacándole nada a él, eh. Es un reproche hacia mí. Con 22 años, necesitaba confianza y un clima tranquilo.

Sí, le entiendo. Luisito es un entrenador muy vehemente y quizá usted necesita más ‘pausa’.

Ahora mismo diría que estoy preparado para estar con Luisito. Pero creo que en aquel momento, no. Luisito ha sacado rendimiento a casi todos los jugadores con los que ha estado. Por eso pongo el foco un poquito más en mí. Es que llegué a desear no jugar de titular porque no tenía confianza. Pero es cierto que estoy agradecido al Pontevedra por cómo me trató también. No es fácil aguantar a un jugador que no está dando su mejor versión. Yo siempre me puedo ir con la cabeza alta de todos los sitios, porque doy lo máximo y me identifico con el equipo en el que estoy. Pero no me salieron las cosas.

Pero luego llega Luismi, un técnico totalmente opuesto a Luisito, y usted no sigue. ¿Era algo que ya estaba decidido?

Creo que ya estaba tomada la decisión de Roberto Feáns. Es verdad que Luismi me da una confianza brutal. Es un técnico muy tranquilo, que nos entendía. Empecé jugando contra el Celta B y luego contra el Rápido. Él me pone, pero ni aún así me salen las cosas. No di el paso adelante que había que dar. Creo que la decisión estaba tomada. Siempre diré que las formas no fueron las mejores, pero con la decisión estoy totalmente de acuerdo.

¿Cómo es ese proceso de reconstrucción? Porque al principio, cuando llega, el Zamora acaba en media tabla.

Yo llegué con la intención de entrar en el play-off. Teníamos opciones, pero pronto nos desenganchamos. Al año siguiente (18-19), el Zamora está a punto de desaparecer pero aparece el grupo inversor actual (Vivir) con un proyecto ambicioso para subir a Segunda B. Ese año no lo conseguimos lograr, pero el míster (David Movilla) nos dio un cambio de aires cuando llegó en la jornada 5 ó 6. Nos hizo sentirnos futbolistas y nos sacó rendimiento a todos, porque estábamos bastante acomodados en Tercera. Y aquí estamos, en Segunda B con él.

Porque el primer año de Movilla se les escapa el ascenso después de arrasar en liga, pero el pasado curso ya consiguen el ascenso.

Lo que logrado el míster es construir unos cimientos desde la defensa y desde la unión del grupo. parte de lo futbolístico, que es un fuera de serie, el míster busca más lo emocional, crear vínculos entre los jugadores. Él siempre dice que ‘te va a luchar menos luchar con un amigo al lado’. Y es por ahí por donde estamos tirando. Es la fuerza de este Zamora y va a seguir así.

"No nos está sorprendiendo nuestro nivel. Somos un equipo alegre que va a competir contra cualquiera"

¿Son un equipo tan alegre como parecen?

Sí, tal cual: somos un equipo alegre. Construimos desde la defensa, pero ya llevamos tiempo con él. Eso lo tenemos muy interiorizado y nos centramos en disfrutar. Disfrutar de esta categoría que llevamos buscando cinco años. Creo que somos un equipo alegre, con mucho desparpajo y sin nada que envidiar a nadie, a pesar de ser un recién ascendido.

Y que está sorprendiendo a muchos. ¿A ustedes también les sorprende el nivel que están dando?

No. Entreno con los jugadores todos los días, sé cómo es el cuerpo técnico y la ambición que tiene este club. Al final estas dos victorias y el empate son un poco anecdóticas, pero demuestran que este equipo va a competir contra cualquiera en cualquier campo. Tendremos menos calidad y recursos, pero este equipo da la cara.

Ahora les viene el Pontevedra. Entiendo que lo ven como uno de los equipos potentes de la categoría.

Sí, sí. Nosotros, cuando nos metieron en este subgrupo, ya sabíamos los dos o tres equipos que iban a estar arriba. El Dépor, el Pontevedra y el Racing van a estar ahí seguro. El Pontevedra ha hecho un equipazo. Me ha sorprendido cómo han hecho las cosas. Han fichado jugadores muy contrastados de Segunda B, al margen de Charles y Rufo. Esa delantera es de una categoría superior. Pero el equipo que ha hecho es espectacular.

El Zamora está colíder. ¿No lo mete en la ecuación? ¿Qué objetivo se han marcado?

Va a sonar a tópico, pero es verdad que no hemos puesto ningún objetivo. Somos de disfrutar el camino sin ponerte metas, porque igual eso te limita. Vamos partido a partido, disfrutando de la categoría. No es lo mismo que te venga un Pontevedra o el Dépor que estar en Tercera. Al vestuario y a la ciudad le ilusiona.

Me habla del partido a partido. ¿Cómo es entrenar con Simeone? Si me habla de la presión de Luisito, la del Cholo...

(Ríe) La verdad es que cuando estás ahí no lo piensas mucho. Estás en una nube, en un sueño. Recuerdo que uno de los primeros días que subí a entrenar, él está explicando un ejercicio y me quedo mirándolo pensando: ‘estoy aquí, con él’. Me echó la bronca por estar ‘empanao’ en vez de estar al ejercicio. Se aprende de todo y son experiencias que se quedan y las podré contar, que no es poco.