"Es la tormenta perfecta, un colapso absoluto"

Dificultades con el sistema informático de cobro y problemas para usar tarjetas como Solred o Waylet dificultaron la jornada en muchas gasolineras de la provincia ▶ Los clientes ven el descuento "insuficiente"
Colas en la gasolinera de O Burgo, en Pontevedra, este viernes al mediodía. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Colas en la gasolinera de O Burgo, en Pontevedra, este viernes al mediodía. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Una "tormenta perfecta". Así definió Benigno Redondo, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio de Pontevedra (Aeesp) la situación en la que se vieron este viernes muchas gasolineras de la provincia. Y el motivo fue que se dieron dos factores clave: por un lado, acudieron a repostar muchos más clientes que cualquier otro día normal (pues muchos estuvieron apurando los depósitos para poder beneficiarse del descuento) y, por otro, el sistema informático para cobrar restando esos 20 céntimos por litro no funcionó como debería. El resultado fue "un colapso absoluto". Eso sí, se notó más en unas estaciones que en otras. En las de Repsol, por ejemplo, se registraron numerosos problemas.

"Tenemos que tener el mismo precio reflejado en el monolito y en los surtidores, con lo cual todo el mundo tiene que entrar a pagar a las cajas para poder aplicar el descuento, pues lo tiene que hacer el sistema informático, pero no hubo tiempo material para adaptarlo. Las estaciones de servicio libres pidieron una excusa temporal al Gobierno, hasta el día 15, así que pusieron diferente precio en los monolitos y en los surtidores, poniendo ya en estos últimos el total con 20 céntimos menos. De este modo la operativa de cobro fue más sencilla. Pero Repsol sí consiguió hacer esa adaptación en tiempo récord, aunque no funciona todo lo correctamente que debería", de ahí que se crease un cierto caos en determinados momentos y en algunas estaciones.

Hubo gasolineras que permanecieron inoperativas en varios momentos de la jornada

La de O Burgo, por ejemplo, incluso estuvo cerrada temporalmente por la mañana. La de Seixo (en Marín) también registró problemas, al igual que la situada en la N-541 en Mourente y tantas otras. Tal y como explicó la encargada de esta última, Nuria Nóvoa, "no pudimos cobrar ni con la tarjeta Solred ni con Waylet, así que nos vimos obligados a cobrar en efectivo o con tarjeta bancaria y hubo gente que no se lo tomó demasiado bien. Incluso algunos clientes se tuvieron que ir sin poder pagar con el compromiso de pasar a abonar el compostaje en otro momento. Como estamos avisando, algunos ya no repostan y se van, así que estamos perdiendo de trabajar", indicó.

Pero también las gasolineras independientes registraron incidencias. E.S. Outón, en Vilalonga (Sanxenxo) definió la primera jornada de descuentos como "un desastre". "El programa de cobro no se adaptó a tiempo y tenemos que calcular todo a mano", lamentó su administrador, Martín Outón.

En lo que respecta a recuperar ese descuento de 20 céntimos por litro que devolverá el Estado a las estaciones de servicio, Benigno Redondo explicó que fue todavía este mismo viernes cuando se publicó la página en la que las gasolineras pueden solicitar ese anticipo a la Agencia Tributaria. 

La clave es que la Agencia Tributaria devuelva rápido los descuentos a las estaciones de servicio

"Ahora la clave es que lo devuelva rápido, porque si no muchos se van a ver con un grave problema financiero", apuntó, pues, según dijo, "en media, cada estación está adelantando entre 1.000 y 2.000 euros diarios" para cubrir esa diferencia. "El 70% de las estaciones que hay en España son pymes, micropymes e incluso autónomos y no tienen pulmón financiero para sufragar este descuento tan agresivo. Vemos muy bien que se hagan descuentos. A nosotros nos beneficia que el combustible esté lo más barato posible porque así vendemos más, pero el problema de esto son las formas", añadió.

Desde el punto de vista de los consumidores, pagar 20 céntimos menos por litro de carburante supone un cierto alivio, pero "aún así, repostar sigue saliendo muy caro", se quejaba María Velay a la salida de una gasolinera. 

Adriana Abelleira, propietaria del restaurante y cátering Sala Gradín (en A Estrada), optó por esperar hasta este viernes para cargar sus habituales 2.000 litros de combustible -lo hace cada 15 días- para los desplazamientos de sus cinco furgonetas. Explicó que toda ayuda es bien recibida, aunque apunta que el precio que paga, incluso sin esos 20 céntimos por litro, dista mucho "de lo que pagaba antes". Desde que comenzó la escalada del precio en las gasolineras, Adriana paga 1.000 euros más cada 15 días por la misma cantidad, y esto está afectando considerablemente a su capacidad adquisitiva. "Los empresarios estamos jugando al parchís: movemos el dinero para un lado y para otro solo para pagar los gastos", lamentó.

¿Han subido los precios para contrarrestar los descuentos?

A todo esto se suman las quejas de asociaciones de consumidores sobre el hecho de que algunas estaciones de servicio hayan subido ya los precios. "Si te descuentan 20 céntimos, pero te cobran 15 más que la semana pasada, ¿qué? Es una trampa más", lamentó Julio Camboa, un conductor de Pontevedra.

Sobre esta situación, el presidente de Aeesp aseguró que "el 99% de las estaciones de servicio" no han subido los precios a raíz de la aplicación del descuento. "Somos un sector regulado por ley. Pocos negocios tienen publicados los precios, que en nuestro caso se pueden ver en la página del Ministerio. Puede haber algún caso excepcional, pero la mayoría no los ha subido, ha mantenido los necesarios para subsistir como empresario y ganar algo, pero no para enriquecernos ni quedarnos con este descuento, que es para el consumidor, no para nosotros", afirmó.

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