La escalada de los carburantes trunca la recuperación poscovid

La subida del gasoil registrada en las últimas semanas engulle la rebaja de 20 céntimos aprobada por el Gobierno ► El transporte encabeza el ranking de sectores damnificados, aunque casi ningún ramo logra salir indemne ► La tensión recorta beneficios y fuerza el encarecimiento de tarifas
Una persona echando gasoil. DAVID FREIRE
photo_camera Una persona echando gasoil. DAVID FREIRE

El ascenso de los precios de los carburantes, que sigue sin tocar techo, boicotea sin compasión los planes de recuperación de infinidad de empresas de Pontevedra que dependen directa o indirectamente de los combustibles fósiles.

La rebaja de 20 céntimos por litro aprobada por el Gobierno central para el segundo trimestre (y que se prorrogará hasta septiembre) se ha quedado diluida entre una cascada de subidas del gasoil, cuyos precios han vuelto a batir esta misma semana una nueva plusmarca histórica. En la ciudad capitalina la gasolina 98 se despachó el viernes a más de 2,3 euros y el diésel a casi 2,1, prácticamente 30 céntimos más de las tarifas vigentes antes de la bonificación.

La estocada tiene múltiples tentáculos que tocan todos los palos de la economía, pero si hay que señalar los primeros damnificados hay que empezar hablando del sector transporte, tanto de mercancías como de pasajeros, donde el carburante es esencial para el desarrollo de la actividad.

Diario de Pontevedra ha sondeado la situación en varias empresas del área y todas coinciden en que el encarecimiento del depósito ha truncado las posibilidades de crecimiento que se podrían materializar ahora, una vez que la pandemia está bajo control. Más aún cuando la hinchazón del gasoil coincide en el tiempo con el tarifazo eléctrico y la crisis de materias primas, dos hándicaps en los que tampoco se atisba el final y que han gravado otras partes básicas del negocio.

Los transportistas de mercancías, cuya huelga forzó la rebaja, advierten de que muchos compañeros han tenido que volver a aparcar los camiones porque las cuentas no cuadran y los portes no han subido en la misma proporción que el coste de explotación.

El presidente de la Asociación de Empresarios de Transportes Discrecionales de Mercancías de Pontevedra (Asetranspo), Ramón Alonso, señala a este respecto que de media los cargadores han subido los contratos un 26%, pero que la calculadora indica que ese incremento debería ser al menos del 40%. Básicamente "porque no solo subió el combustible, sino que el camión vale un 25% más, las ruedas un 30% y los convenios colectivos también han elevado el salario en un porcentaje importante".

Amenaza de huelga. La presión reaviva la amenaza de una nueva huelga para este verano aunque, como ya pasó en marzo, hay división de opiniones. Los autónomos son de nuevo los más receptivos ante una posible movilización, mientras que las empresas de mayor magnitud abogan por la negociación con la Administración para poner coto a la escalada de carburantes.

El propio Alonso indica que el sector "echa de menos una acción más amplia por parte del Gobierno", que vaya más allá de una bonificación universal, aunque recuerda también que los profesionales del sector están en disposición de obligar el cumplimiento del Real Decreto Ley 3/2022 aprobado el pasado 3 de marzo, en el que se obliga a elevar el presupuesto de los portes cuando el precio del combustible haya variado un 5% entre la firma del contrato y el momento de realizarse el transporte.

"Lo que tiene que hacer el sector es aplicar esta subida a los clientes, le guste o no. La solución no es la huelga. En la última convocatoria muchos estuvieron 15 días sin facturar y alguno de los que ya estaba en mala situación se quedó peor. El que tiene que estar preocupado es el que fabrica o el que compra mercancía, porque el transportista ha conseguido por ley que se reconozca su derecho a actualizar contratos", concluye el portavoz de Asetranspo, en la que están representadas 500 empresas y 5.000 camiones de la provincia.

El transporte de pasajeros es otra de las dianas donde se percibe con más intensidad el impacto de la subida de combustibles. De hecho, la situación ha forzado la actualización de tarifas en trayectos de autobús, mientras los taxistas se ven empujados a rodar más horas para intentar reequilibrar la balanza.

La industria también acusa los efectos, así como el sector primario. Barcos que podrían estar faenando están amarrados al muelle porque ahora mismo sale más rentable echar el ancla que llenar el tanque.

¿Llegará el litro a los tres euros?
Todos los tipos de carburante se comercializaron el pasado viernes en el municipio por encima de los dos euros y, según advierten quienes se mueven en el sector, la previsión es que los precios seguirán ascendiendo durante los próximos meses. Algunos pronósticos incluso apuntan a que el gasoil acabará más cerca de los tres euros que de los dos, debido al desequilibrio entre la oferta y la demanda de petróleo. Nada que ver con la pandemia, cuando el litro rondaba el euro.

"Hay que techar el precio del gasóleo de uso profesional"

El pesquero es otro de los sectores donde la subida de carburantes ha golpeado con más fuerza y donde comienzan a resonar los tambores de una posible nueva movilización. El patrón mayor de la cofradía de pescadores de Bueu y presidente de la Federación Provincial de Cofradías de Pontevedra, José Manuel Rosas, considera que la rebaja de 20 céntimos aprobada por el Gobierno central "tenía una efectividad" cuando el gasoil se comercializaba "a un precio determinado", pero que ahora mismo el efecto de la medida se ha esfumado entre las sucesivas subidas del combustible.

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José Manuel Rosas en el Puerto de Marín. RAFA FARIÑA

Como particular respalda que la bonificación haya empezado abierta a todo tipo de públicos. Sin embargo, estima que la situación obliga a adoptar más decisiones en este campo y que una de las primeras debe ser "techar el precio del gasóleo de uso profesional", sobre todo cuando se trata de "profesionales que necesitan el combustible como herramienta de trabajo", para los que demanda "otra fórmula. Si no, muchos se quedarán por el camino".

La escalada del gasoil ya forzó paradas en el sector pesquero el pasado mes de marzo y en estos momentos el reguero de consecuencias sigue creciendo. Rosas asegura que muchas embarcaciones que podrían estar en faena permanecen amarradas en puerto porque el coste del carburante descompensa la balanza. Entre ellas, las que se dedican a la pesca del pulpo y otras especies en veda este mes, "que podrían cambiarse a otras pesquerías, pero que no se animan porque el precio del combustible es el que es".

El portavoz asegura que "hace un año el gasoil estaba a 60 céntimos" y que ahora las tarifas se han (cuanto menos) duplicado , mordiendo los márgenes de beneficio junto a un IPC desbocado.

Por suerte, los precios de venta "se están comportando bastante bien" y, según Rosas, "hay especies que están alcanzando un precio razonable".

El gran escollo del gremio es que los pescadores no son los que dibujan la horquilla de importes, sino que los que marcan los precios son "los que compran en subasta diariamente". Y además las cuotas pesqueras "no se han movido", por lo que el sector calcula que en comparación a lo que ganaba antes de la crisis energético "las pérdidas han sido de un mínimo del 30%".

Entre 100 y 150 litros diarios para capturar pulpo
El gasto promedio de gasoil que realiza una embarcación varía en función del tipo de nave y la especie. Las que se dedican a la captura de pulpo, por ejemplo, gastan un promedio diario de "entre 100 y 150 litros de gasoil"

El 2% de los afiliados Según los datos oficiales, el 2% de los cotizantes gallegos se dedican a la pesca. Las estadísticas no revelan el número concreto, pero en la provincia constan 10.795 afiliados al Régimen del Mar.

Transporte de viajeros: "No nos ha quedado más remedio que subir las tarifas una media de un 30%"

El sector del transporte de viajeros por carretera encara los mismos palos en las ruedas que otros sectores dependientes del combustible. La subida explosiva de los carburantes ha obligado a reformular la tabla de gastos y, aunque hubo una resistencia inicial a subir tarifas a los viajeros, las compañías del ramo se han visto obligadas a repercutir la escalada del gasoil en los billetes.

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Mar Piñeiro en las oficinas de Autocares Viuda de Cándido. RAFA FARIÑA

Mar Piñeiro, responsable de Autocares Viuda de Cándido, indica que en el caso de su empresa "no nos ha quedado más remedio que subir las tarifas" un promedio de "un 30%". Y aun así "los márgenes de beneficio son muy ajustados y bastante más bajos de los que se manejaban antes de todo esto", sobre todo cuando se trata de rutas de contratación pública, en las que no existe la posibilidad de recalibrar importes.

"De momento no hemos renunciado a ningún servicio, pero en los antiguos contratos de servicio a centros educativos estaba contemplado que, si había una subida de gasoil, las empresas tenían derecho a un suplemento, pero esto desapareció con los nuevos contratos. De hecho, en la pandemia se rebajaron los precios de las concesiones una media de un 25%, el coste del gasoil se ha duplicado y la Administración no ha hecho cambios. No sé hasta cuando podremos resistir los que somos concesionarios", señala Piñeiro.

El sector también se ha topado con que las tarjetas que proporcionan las grandes suministradoras de combustible para comprar con aval "ahora se acaban en nada", por lo que los límites de repostaje en estas condiciones se agotan mucho antes de llenar por completo el depósito.

Las circunstancias han llevado a la empresa "a intentar evitar las rutas internacionales", donde cuesta más equilibrar la balanza entre gastos e ingresos. No obstante, su titular asegura que se ha podido mantener con pulso toda la plantilla, integrada por once trabajadores, y que "el volumen de trabajo está siendo brutal". Es más, de no ser por la estocada de la crisis energética, probablemente las empresas de transporte de viajeros cerrarían el ejercicio con buenos resultados, sin duda los mejores desde que el covid hizo acto de presencia.

El control de la pandemia ha reactivado las ganas de viajar y multiplicado los encargos de agencias de viajes, asociaciones o centros escolares "que quieren compensar las pocas salidas que se hicieron en los últimos dos años". "Si no fuera por el gasoil, podríamos recuperar, pero así es difícil", sentencia Piñeiro.

Un 30% más de viajes que en 2021
Un total de 345.011 personas se desplazaron el pasado mes de abril (último dato disponible) en autobús urbano en el territorio estatal, un 31,4% más que el año anterior según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el municipio de Pontevedra se implantaron en octubre dos nuevas líneas de bus urbano que ya han superado los 100.000 usuarios.

Transporte de mercancías: hasta 15 horas subidos al camión "para intentar ganar algo más"

La escalada de carburantes ha sido uno de los detonantes que ha llevado al transportista de mercancías Juan Carlos de la Fuente a aparcar uno de sus dos camiones. El profesional, integrante de la cooperativa Transmarín (con sede en el Puerto de Marín), asegura que la rebaja del carburante ha quedado amortizada con los nuevos precios del gasoil y que la subida de los portes "tampoco compensa" lo que ha aumentado el coste de explotación.

Foto de Juan Carlos transportista integrante de la cooperativa del puerto de Marin A poder ser foto dentro del camion o con el camion detras pero que se vea que es transportista (_G4A2153.JPG)
Juan Carlos de la Fuente en su camión. GONZALO GARCÍA

Como resultado, muchos profesionales han optado por "trabajar más horas para intentar ganar algo más, llegando a lo que te permita la tarjeta de disco y aprovechando la disponibilidad máxima". Esto es: jornadas maratonianas hasta el límite que permite la ley, en las que se pueden llegar a rodar "hasta 15 horas".

De la Fuente asegura que los profesionales que se dedican a la ruta nacional e internacional "son los más tocados", pues es en las largas distancias donde se acusan más los precios del gasoil. El resto "aguanta el chaparrón", pero con unas retribuciones muy por debajo de las de antaño en las que "ya no hay margen para hacer un colchón".

"Antes podías juntar para dar una entrada para la compra del camión y el resto financiabas, pero ahora, con esta subida del gasoil, lo tienes que financiar prácticamente entero (...). La rebaja de 20 céntimos no ha servido para nada y un chófer te cuesta más de 2.000 euros al mes", sentencia el profesional. 

"Si hay huelga, iremos"
La cooperativa Transmarín, encargada de mover mercancía en el Puerto de Marín, apoyó hasta el final la huelga indefinida convocada en marzo por la Plataforma en Defensa del Sector Transporte. Y hoy por hoy su portavoz asegura que "si hay huelga, iremos", y que ésta será como todas: "unos pararán y otros no".

La subida del gasoil y la caída de los viajes en taxi obliga a "tirar de ahorros"

Tras más de 32 años de trayectoria, Benito Cid es uno de los taxistas más veteranos del municipio capitalino y, según traslada a este periódico, la subida del gasoil ha tensado la cuerda en un sector ya de por sí tocado por la pandemia y la posterior reducción de los viajes en este tipo de vehículos.

Benito Cid frente a su taxi en la parada del Provincial. MB
Benito Cid frente a su taxi en la parada del Provincial. MB

El incremento de coste de las carreras mordisquea los márgenes de beneficios. "Y es más". Este profesional mucho se teme "que esto no se acabará aquí", sino que los precios del gasoil seguirán ascendiendo y será muy difícil regresar a los importes precovid. "Cuando acabe la rebaja de los 20 céntimos posiblemente el precio quede establecido en los dos euros y ojalá sea así, porque esto se está convirtiendo en insoportable".

El incremento del gasto en gasoil también aboca a este sector a "hacer más horas", pero con el agravante de que ahora las guardias al volante ya no compensan como antaño. "No es como hace 20 años, cuando trabajar más suponía más ingresos. Ahora a partir de media tarde el trabajo se para por lo que ,aunque hagas más horas, no es garantía de más ganancias".

Cid señala que la crisis sanitaria ha reducido entre un 20% y un 30% el volumen de clientela, "que intenta ahorrar", y que en la actualidad el gremio de autopatronos encara "una competencia que no teníamos antes": el bus urbano, que ha llevado a su terreno algunos de los viajes que se hacían antes en taxi a "Montecelo, el centro de salud de A Parda o el cementerio". ¿Efectos de todo esto? Muchos y los primeros se perciben en los bolsillos, porque tanto Cid como otros compañeros se han visto abocados a "tirar de ahorros" para capear el temporal.

El mayor consuelo es que al menos la Xunta acaba de actualizar la tarifa interurbana (sin cambios desde 2013) y que las previsiones apuntan a "una buena campaña de verano", en la que la caja podría Taxistas "compensar los meses malos". ¿Posibles soluciones? Cid ve con buenos ojos la reciente propuesta de Renault de crear coches específicos para el sector y alquilarlos por renting, "Así no tendríamos que hacer la inversión que supone comprar un coche, que desde luego yo tengo claro que no volvería a hacer". 

Estaciones de servicio: "Eso de que nos comemos el descuento es falso, lo estamos pasando mal"

Aunque desde fuera abunda una visión opuesta, el avance sin freno de los precios de carburantes afecta de plano a las gasolineras. El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Pontevedra, Benigno Redondo, asegura que hay muchas empresas del sector "que lo están pasando realmante mal", porque la expansión de los importes ha reducido las ventas "y los márgenes se han estrechado muchísimo". "Eso que dice Nadia Calviño (ministra de Asuntos Económicos) de que nos estamos comiendo el descuento es falso. Somos conscientes de que los carburantes están carísimos, pero no somos responsables de esto. De hecho, depende del contrato, pero el margen de beneficio se redujo un promedio del 60%", subraya el portavoz.

foto entrevista benigno en gasolinera repsolpoio
foto entrevista benigno en gasolinera repsolpoio

Las estaciones que están sufriendo en mayor medida "son las más pequeñas", aunque por norma general todas han reducido las ventas ya que, según indica Redondo, "al estar tan caro el carburante, la gente reduce mucho la movilidad. Para nuestra desgracia-añade-, hoy andar en coche es casi un artículo de lujo".

El portavoz aplaude el sistema de bonificaciones y el anuncio de que se extenderá hasta septiembre, pero asegura que su implantación resulta "complicada" y que en su caso ha tenido que "reforzar plantilla y cambiar el sistema informático" para tramitar las rebajas. Además, advierte de que "hay empresas que han tenido que recurrir a préstamo" para poder adelantar la bonificación (que el Estado abona con posterioridad) y la propia escalada de precios. "Las cisternas que antes costaban 30.000 euros ahora rondan los 50.000 o 60.000 euros". De ahí que la propia Federación Gallega de Estaciones de Servicio hiciera "gestiones con entidades bancarias para facilitar los créditos".

El 15% en riesgo alto de impago
El 15% de las empresas pontevedresas que se dedican al suministro de combustible se encuentra "en niveles elevados o máximos de riesgo de impago", cinco puntos menos que la media nacional, según el último informe de la consultoría Iberiform sobre el sector del comercio al por menor de combustible.