La escasez de licores y el repunte de la luz desatan el encarecimiento de las copas

"Llevamos tres semanas sin ginebra Seagram's y la cosa va para largo", alertan los hosteleros ► El Brexit, la pandemia y la falta de transporte, claves de desabastecimiento globalizado
Beefeater y Seagram's escasean desde hace semanas en la hostelería local, aunque algunos negocios, como la cafetería Don José, aún las sirven. R.F
photo_camera Beefeater y Seagram's escasean desde hace semanas en la hostelería local, aunque algunos negocios, como la cafetería Don José, aún las sirven. RAFA FARIÑA

"Nosotros, de momento, no las hemos subido, pero como la situación siga así, no tendremos más remedio que hacerlo". Dani Lorenzo, presidente de Hosteleros Empresarios de Pontevedra (Hoempo), habla a título particular, pero ya son varios los negocios que han decidido encarecer los combinados, achuchados por una serie de sobrecostes que han sacudido sus cuentas: encarecimiento de los refrescos, escasez de ciertos licores, subida desorbitada de la luz...

El desabastecimiento de algunas marcas es uno de los grandes contratiempos que amenazan a las barras españolas. Y Pontevedra no es una excepción. Lorenzo apunta que "llevamos tres semanas sin la ginebra Seagram"s y los distribuidores nos han advertido de que la cosa va para largo".

Se da por hecho que la penuria llegará a las Navidades y solo se empezará a aliviar a partir de febrero, cuando empiece a normalizarse el tráfico internacional de mercancías.

La falta de vidrio también amenzada algunas bodegas de la DO Rías Baixas, aunque la mayoría "ya ha hecho los deberes" 

Porque la raíz del problema no es la falta de alcohol. Las destilerías tienen producto de sobra. Lo que escasean son las botellas para envasarlas. ¿Por qué? Porque uno de los mayores productores es China, que a raíz de la pandemia bloqueó el suministro internacional. Miles y miles de contenedores se quedaron estacandos en sus puertos, sin poder ser cargados en los barcos, hasta superar la imperdonable cuarentena.

Pero los buques no podían esperar por el trámite. Las rutas están fijadas al segundo y cualquier mínimo retraso implica la pérdida de millones de euros. Muchos zarparon casi vacíos, para poder atender sus compromisos, dejando atrás unos containers que ahora aguardan las bodegas como agua de mayo.

La mitad son gin-tonics. Dani Lorenzo explica que prácticamente la mitad de las copas servidas en hostelería son un gin-tonic. Y de ellas, el 90% de la gente prefiere Seagram"s. Su ausencia de la oferta habitual ha llevado a muchos clientes a inclinarse por otras marcas, ganando peso las gallegas Nordés y Dry Towers.

Más información: Las bebidas espirituosas empiezan a escasear: ¿Están en peligro los gin tonics?

Pero el desabastecimiento no afecta solo a la casa Seagram"s. Las botellas de marcas tan consumidas como Jameson (whisky), Beefeatter (ginebra) y Absolut (vodka) también empiezan a desaparecer de las estanterías por no encontrar repuesto.

A la carestía de botellas se suman los problemas de transporte, sobre todo en la mercancía procedente de Reino Unido, donde los reajustes económicos derivados del Brexit y la crisis de camioneros han tenido un efecto dominó en la llegada de estas bebidas a España.

"Y ojo porque con el ron podría pasar lo mismo si continúan estos problemas de logística con los barcos. Por el momento, empieza a bajar el stock de algunas marcas, sobre todo de las dominicanas Brugal y Barceló", advierten los mayoristas.

El precio de la luz es otro de los factores que, inevitablemente, derivará en un encarecimiento de las copas. "El recibo ha subido de golpe un 40% y es demasiado castigo para nuestros bolsillos", reconoce el presidente de Hoempo.

Las marcas que más escasean son Seagram´s, Absolut, Beefeater y Jameson. El ron dominicano puede ser el siguiente 

Los 'cash' pontevedreses consultados sobre esta crisis apuntan a otro sector que también puede pasarlo mal en Navidades: el albariño de la DO Rías Baixas.

Fuentes del sector reconocieron que algunas bodegas están teniendo algunos problemas para conseguir vidrio y poder embotellar a tiempo toda su cosecha. Pero aseguran que son casos puntuales, "porque la mayoría de los productores han hecho los deberes a tiempo y tienen todo listo".

"Llevamos una racha horrible. Ni que nos hubiera mirado una bruja"

Señala Daniel Lorenzo, presidente de Hoempo 

Primero fue más de un año de verjas bajadas por las restricciones sanitarias. Después llegaron las limitaciones de horarios y de aforos, certificado covid mediante. Le siguió una subida de la luz tan destructiva como histórica.

Entrevista a presidente de HOEMPO"Y ahora que parece que podíamos empezar a trabajar ‘normal’ nos encontramos con este desabastecimiento de bebidas. Si es que parece que nos haya visto una bruja, porque lo de esta racha horrible no es normal", se lamenta Lorenzo.

Es indudable que el sector empieza a sacar la cabeza tras un angustioso periplo en el desierto. La ciudadanía, sobre todo los jóvenes, tienen ganas de recuperar la fiesta y eso se traduce en locales llenos.

Pero los contratiempos, lejos de desaparecer, parecen empeñados en seguir dinamitando el resurgir de la hostelería. Se avecinan tiempos complicado. 

Una escalada de precios sin precedentes 
Las distribuidoras consultadas por este periódico coinciden en subrayar la escalada de precios que están registrando tanto las bebidas espirituosas como los refrescos. En algunos productos, el incremento oscila entre los 10 y los 12 céntimos, "lo nunca visto", aseguran los que trabajan a diario con la oferta y la demanda.

Alcoholes

La botella de Seagram’s se adquiría en los negocios mayoristas de Pontevedra a 11,25 euros más IVA (precio de distribución). Las últimas unidades disponibles en los almacenes se despacharon a 13.85 euros más IVA (2,60 euros más cara), «y eso es una auténtica burrada».

Para hacerse una idea del agujero que ese repunte supone en el balance de resultados de un negocio, basta multiplicar la diferencia por centenares o miles de unidades. El clásico Martino es otra bebida que se ha encarecido en los últimos tiempos, al pasar de 6,45 euros a los 6,67 euros (más IVA) en apenas tres meses.

Refrescos y leche

Pero no solo el alcohol padece esta escalada de precios. La producción mundial de las latas de los envases ha experimentado un significativo repunte y eso se traduce en un incremento del producto final.

Como ejemplo, una lata de Coca Cola le cuesta al hostelero seis céntimos más cara que lo pagado en julio. O lo que es lo mismo, 1,24 euros más por caja. "Si se multiplica por todas las cajas que consume un pub, un bar, una cafetería o un restaurante, nos encontramos con una subida importante", admiten los distribuidores.

En el sector lácteo ocurre algo similar. Los cartones son entre tres y cuatro céntimos más caros que a principios del verano. La escasez del envase se presenta, de nuevo, como el origen del problema. El mercado Dos son los grandes grupos que copan el mercado. 

Por un lado está la francesa Pernod Ricard, que comercializa multitud de marcas. Entre las más conocidas están Seagram’s, Jameson, Chivas, Absolut, Beefeater, Havana Club, Ballantine’s o DYC. Su rival es la británica Diageo, que lleva Smirnoff, Johnnie Walker, Captain Morgan, Baileys, J&B, Tanqueray y cerveza Guinness.

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