"Vimos de negro polo loito, pero tamén estamos en loita"

Escolares de los centros educativos de la ciudad se concentraron en la Praza da Ferrería en un acto que contó con la lectura de un manifiesto de condena a todas las formas de violencia machista

"Contra as violencias, educación!". Era el llamamiento que hacían este lunes las generaciones más jóvenes de Pontevedra en un acto que reunió a centenares de escolares en la Praza da Ferrería. Con motivo de la celebración del 25 de Noviembre, Día de Eliminación de la Violencia contra la Mujer, los centros educativos de la ciudad se dieron cita en la céntrica plaza para mostrar su repulsa a esta lacra. "Vimos de negro porque estamos en loito, pero tamén estamos en loita", advertía una de las alumnas sobre el escenario durante la lectura del manifiesto.

Un grupo de escolares, este 25-N en A Ferrería. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

Al encuentro acudieron responsables del Concello, como la edil de Igualdade, Paloma Castro, y otros concelleiros. Además, estuvo presente también la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, que aprovechó para dirigirse al alumnado y recordarle que son ellos, las futuras generaciones, quienes podrán ponerle fin a esta lacra. También Paloma Castro se refirió a la importancia de la educación para combatir y desterrar el machismo de la sociedad, que provocó en lo que va de año 52 asesinatos, el último de ellos en la misma madrugada del lunes. En este sentido, Castro se refirió a la importancia de acabar con mitos como el del amor romántico, que crea relaciones de control y dependencia desde las primeras experiencias amorosas.

El alumnado de los centros, en los el que estaban los integrantes de los Consellos da Muller Nova, leyó un manifiesto para todos los asistentes. "Sabemos que a morte é a última e máis extrema das violencias machistas, pero que son moitas máis e de moi diferentes formas as violencias que rodean e perseguen ás mulleres", indicaban en el texto los escolares. Además, señalaron el machismo estructural en el ámbito social, económico familiar y laboral como origen de las violencias contra las mujeres y exigieron más educación para atajarlo.

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